Una vida buscándote (Marvel)

24. INDEPENDENCIA

No habían pasado ni diez minutos, desde que se metiera en la cama, cuando oyó la puerta de su habitación abrirse lentamente.

Durante los segundos que esta permaneció abierta, Alex, de espaldas a la misma, reconoció la silueta de Steve reflejada en el cristal de la ventana gracias a la luz que proveniente del pasillo.

Seguidamente, todo volvió a oscurecerse y escuchó las prendas del hombre caer al suelo mientras se desnudaba.

Sintió el colchón hundirse levemente a su espalda, y el cuerpo desnudo de Steve abrazándola desde atrás y enterrando la nariz entre sus rizos.

—Guerrera...
—¿Vas a llamarme así toda la vida?—preguntó con voz neutral.
—A menos que me pidas lo contrario.

Ella soltó un pequeño suspiro.

—Steve, no quiero ponerme así, pero no me gusta el cariz que está tomando esto.
—Nadie te está pidiendo que dejes S.H.I.E.L.D. Sólo comento lo que yo quiero hacer al respecto.
—Ya. Supongo que tienes razón—asintió mientras el brazo del Capitán rodeaba su cintura y colocaba la mano en su vientre—. Pero sólo un poco. No te vengas muy arriba.

Steve sonrió, buscando entonces su mejilla para darle un tierno beso.

—Hablaré mañana con Tony para ver qué piensa de todo esto.
—Seguro que estará de acuerdo contigo.

Alex no recordaba haber visto a Steve tan feliz.
Su reencuentro con Bucky, en la Torre Stark, habría sido digno de grabar.

Tras el emotivo y entusiasta encuentro entre ambos, unido a sus correspondientes abrazos, ambos amigos se ausentaron del salón para meterse en una de las habitaciones y ponerse al día de todo.

Alex aprovechó para hablar con Visión mientras Tony y Banner desayunaban, y así conocer un poco mejor al nuevo miembro de Los Vengadores.

Cuando todos estuvieron libres, Steve comentó sus impresiones, tal y como lo había hecho la noche anterior frente a Wanda y Pietro.
Como era de esperar, Tony estuvo completamente de acuerdo con él, al igual que Bruce. Visión subrayó sus palabras, y seguidamente pasaron a establecer conexión con el resto de Vengadores que no se encontraban allí en esos momentos.

Thor objetó que él no era un Vengador como tal, sino que ayudaba en la medida de lo posible a proteger Midgar, pero no tenía nada que lo enlazara legalmente con S.H.I.E.L.D. Sin embargo, estuvo de acuerdo con que la organización se desvinculara de ellos y pasara a constituirse de forma independiente.

Natasha también aprobó la propuesta mientras apaleaba a unos cuantos enemigos. Era especialista en hablar por teléfono a la par que daba una buena tunda y sin inmutarse por ello.

La misma respuesta dieron los gemelos Maximoff, así como Sam Wilson y James Rhodes.

Todos estuvieron de acuerdo salvo Clint, que explicó que había vuelto con su familia para alejarse de aquella vida, pues su mujer estaba embarazada y sólo deseaba vivir en paz.

Con cada confirmación, los brazos de Alex se cruzaban con más fuerza.

—Sólo quedas tú, pelirroja—le dijo Tony—. ¿Qué tienes que decir?
—Que me niego.
—Algún disidente tenía que haber, ¿no?—respondió él, abriendo los brazos y haciendo un barrido visual a los demás antes de posar su mirada de nuevo en ella—. ¿Por qué te niegas?
—Le debo todo a S.H.I.E.L.D., Tony—le explicó—, y a Nick. Si os independizáis, yo me salgo de la iniciativa. De todas formas, siempre rechacé formar parte de ella, pero acabé aceptando por insistencia de Fury.
—Está bien—Stark no pareció darle mucha importancia a su negativa—. Como organización independiente, necesitaremos recursos. Financiación. Industrias Stark será la empresa que lo haga.
—Siempre y cuando no signifique que estás al mando—aclaró Steve.
—Tranquilo, Capitán. Yo sólo pondré mis recursos a disposición de todos, pero las decisiones las tomaremos en conjunto. También podréis vivir aquí, en la Torre. Hay sitio de sobras para todos—Miró de nuevo a la pelirroja—. Aunque no vayas a formar parte de Los Vengadores, puedes mudarte aquí si no te apetece quedarte sola en la sede.
—Muy amable por tu parte—respondió—. No es mala idea—Miró a Bucky, y luego a Steve. Ambos le sonrieron—. Está bien, me mudo.

No necesitaba mucho más para convencerse.

Convocaron una reunión urgente con Fury esa misma noche, y expusieron su decisión de formar una organización independiente y desvinculada de S.H.I.E.L.D.
Tony, quien fue el portavoz, se encargó de usar su diplomacia y don de palabra para que la decisión no sonara tan a Estamos hasta las narices de vosotros, y un poco más a Nos gustaría operar por nuestra cuenta, aunque podéis contar con nosotros si necesitáis ayuda.

Aun así, Fury no daba crédito a lo que escuchaba, pero a pesar de ello se mostró todo lo comprensivo que pudo, ya que la decisión unánime no dejaba muchas opciones para negociar otra posible solución.

Todos lo querían. Democracia, lo llamaban. No ganaría nada obligándoles a quedarse. Nada salvo que igualmente se fueran, pero por la puerta de atrás y sin opciones de colaborar en un futuro.

Cuando acabó la reunión y todos salieron, Nick vio que Alexandra permanecía en la sala, mirándole.

—¿Tú también te irás?
—No, Fury—respondió—. He permanecido callada porque no quería comenzar otro debate, como los que ya he tenido con ellos hablando de esto, pero yo me quedo. Jamás os abandonaré, aunque seguiré siendo amiga de estos zopencos.

El mandamás asintió.

—Agradezco tu lealtad, Alexandra.
—Es lo que habría hecho mi padre.