-CAPITULO 8- (corregido)

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Recibí una llamada del hospital.


LLAMADA

-¿Hola?- contesté al teléfono.

-Kate, soy Stacy.- dijo la enfermera.

-¿Mi madre está bien?- pregunté asustada y preocupada.

-Tu madre está perfectamente, está preguntando por ti.- dijo Stacy.

-¿A mí?- pregunté confusa.

-Sí.- contestó ella.

-Voy enseguida.- dije feliz.

FIN LLAMADA


Ryan llamó a la puerta, abrí y le besé.

-¿Y esa felicidad?- preguntó Ryan sonriendo.

-Mi madre me ha recordado.- dije feliz.

-¿De verdad? - preguntó Ryan feliz.

-Sí, vámonos.- dije feliz.

Ryan y yo nos fuimos con mi coche hacia el hospital. Llegamos y nos dimos un beso en los labios. Ryan se fue a trabajar y yo fui a la habitación de mi madre. Salí del ascensor al piso dónde estaba mi madre, saludé a Stacy.

-Buenos días Stacy.- la saludé feliz.

-¿Esta felicidad es por lo de tu madre?- me preguntó sonriendo.

-En gran parte.- contesté feliz. Entré con cautela a la habitación de mi madre, cuando me vio, empezó a llorar de felicidad.

-Kate, hija.- dijo mi madre llorando de felicidad.

-Hola mamá ¿cómo te encuentras?- le pregunté emocionada.

-Ahora bien, con un poco de dolor de cabeza.- dijo mi madre emocionada.

-Es normal, te golpearon en la cabeza.- contesté.

-Tu padre...- dijo llorando.

-Murió hace un mes.- la interrumpí.

-Me salvó la vida.- dijo llorando.

-Lo sé pero eso no le explica el daño que nos hizo a las dos.- le dije.

-Fue su amante quien lo hizo.- dijo mi madre.

-También lo sé, la policía la está buscando.- le dije. -Oye mamá ¿conoces algún David?- le pregunté.

-¿David? No cre...- dijo mi madre confusa cuando de repente abrió los ojos como platos.

-¿Mamá?- le pregunté intrigada.

-No puede ser.- dijo mi madre.

-¿Qué? ¿Le conoces o no?- le pregunté intrigada.

-Tu verdadero padre.- dijo mi madre de sopetón.

-Mamá ¿cómo se llama?- pregunté.

-Se llama David Miller, fue el socio de tu padre en el bufete.- contestó mi madre. Le enseñé una foto que había encontrado en internet.

-¿Es él?- le pregunté enseñándole la foto. Mi madre empezó a llorar.

-¿Mamá?- pregunté preocupada.

-Sí.- dijo llorando.

-¿Por qué no me lo dijiste?- le pregunté a mi madre.

-Porqué no me acordaba.- contestó ella.

-Mamá ¿qué pasó?- le pregunté.

-Me amenazó.- contestó.

-¿Y por qué no se lo dijiste a tu marido?- pregunté.

AMOR DULCE (CORRIGIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora