Tras tres horas de viaje, Hayden y yo nos dormimos, llegamos a la casa de la playa y Ryan me despertó acariciándome la mejilla.
-Peque, hemos llegado.- susurró Ryan.
-¡Mmmmhhhh, cinco minutos más!- dije con los ojos cerrados.
-Cariño ya hemos llegado.- dijo un poco más fuerte. Me desperté de golpe.
-¿Qué?- dije un poco desorientada. Salí del coche y me estiré.
-¿Te has dormido todo el viaje?- preguntó mi padre riendo.
-Sí.- contesté somnolienta.
-Tu madre y tú os habéis perdido todo el paisaje.- dijo mi padre riendo. Mi madre y yo nos miramos y nos reímos.
-Bueno entremos y acostamos a Hayden antes de que se despierte de hambre.- dije cogiendo al niño en brazos con cuidado para no despertarle.
Entramos a la casa y dejé a Hayden a la habitación dónde nos alojamos Ryan y yo, en una cuna de viaje, cogí el vigila-bebés. Mis padres y varios empleados estaban preparando la comida y el banquete para la boda. Ryan me abrazó por detrás y me susurró al oído.
-¿Y si vamos a dar un paseo por la playa?- preguntó Ryan susurrándome en mi oído.
-No sería mala idea pero ahora mis padres están ocupados, no quiero que dejen lo que están haciendo cuándo Hayden se despierte.- le contesté susurrando.
-¿Por qué no vais a dar un paseo por la playa?- preguntó mi padre acercándose a nosotros.
-No sé.- dije dubitativa. -¿Y sí se despierta el niño?- pregunté.
-Nos encargamos nosotros.- dijo mi madre sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.
-Pero estáis ocupados con la comida.- dije.
-Cariño por eso no te preocupes.- dijo mi madre.
-¡Venga, por favor!- suplicó Ryan.
-¡Está bien!- dije resignada. -Pero sólo será un rato.- dije.
-Hecho.- dijo Ryan sonriendo. -Vamos a ponernos el bañador.- dijo Ryan y cogiéndome de la mano.
-¿Qué?- pregunté confusa.
-Hace calor y así nos refrescamos un ratito hasta la hora de la comida.- dijo Ryan arrastrándome hacia la habitación.
-No vais a parar hasta que diga que sí ¿verdad?- pregunté resignada.
-Sí.- dijeron los tres a la vez.
-Está bien.- dije soplando.
Ryan y yo volvimos a subir y nos pusimos los bañadores. Justo saliendo del dormitorio se despertó Jayden.
-Ma-ma, pa-pa.- empezó Hayden a decir sin parar. Ryan le cogió y le cambió el pañal. Cuándo estábamos a punto de vestirle, Ryan preguntó.
-¿Nos lo llevamos a la playa?- pregunté.
-Claro.- contestó Ryan, le puso el bañador, cogimos las toallas y bajamos a la cocina.
-Al final nos llevamos a Hayden a la playa.- dije entrando en la cocina. Cogí el puré de verduras para el niño y lo puse en la bolsa de la playa que habíamos preparado anteriormente.
Salimos de la casa por la parte trasera y nos dirigimos hacia la playa. Tendimos una toalla grande y nos sentamos, jugamos un rato con el niño, al cabo de un rato nos metimos los tres al agua y jugamos un rato hasta que a Hayden le entró hambre.
Sequé a Hayden y le di de comer mientras Ryan y yo hablábamos. Después de comer jugamos otro rato más y el niño terminó durmiéndose en mis piernas y apoyando su cabecita en mi pecho. Media hora después recibí un mensaje de mi padre, diciendo que la comida estaba lista.
-Tenemos que irnos.- le dije a Ryan.
Recogimos todo y volvimos a casa. Entramos en la casa y la mesa del comedor estaba preparada.
-Vamos a darnos una ducha rápida y bajamos.- dije entrando y con el niño en brazos.
-¿Y el niño?- preguntó mi padre.
-Se ha dormido, después le bañaremos.- contestó Ryan.
Subimos a darnos una ducha rápida, nos duchamos juntos y nos vestimos. Bajamos y comimos los cuatro. Pasamos la comida charlando y riéndonos, a la hora del postre Hayden se despertó. Mi madre se levantó y fue a buscarle, jugamos un rato con él toda la tarde. Mis padres bañaron a Jayden.
Esa noche teníamos una cena con los amigos muy cercanos y la familia, nos preparamos juntos antes de que llegaran los invitados para la cena. Bajamos todos hacia el salón donde nos estaban esperando. Estaban Emily, Layla, Michelle, Mark, Noah, Alex, el padre de Ryan y los abuelos maternos de él. Eran los más cercanos a nosotros.
-KATE.- gritaron Layla, Michelle y Emily eufóricas. Se acercaron a mí corriendo y gritando.
-Hola chicas.- dije sonriendo y nos abrazos las tres, los chicos abrazaron a Ryan. Cuando las chicas me soltaron, los chicos hicieron lo mismo conmigo.
-La cena está servida.- anunció mi padre. Salimos a la terraza del primer piso dónde estaba la mesa preparada y nos sentamos.
A Hayden le pusimos entre Ryan y yo en su trona, empezamos a cenar, hablamos, reímos y comimos. Hayden iba de brazo en brazo de los invitados y terminó durmiéndose en brazos de la abuela de Ryan, después de la cena nos pusimos a bailar y beber. Eran las tres de la madrugada y nos fuimos a dormir, Ryan y yo tuvimos que dormir separados.
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