Hasta Encontrarte

2.Nuevo Comienzo

Maya Hunter.

‒ ¿Dónde te metiste?, ¡sal descarado! ‒busco debajo de mi cama, tratando de tomar esa pequeña bolita de pelos que amo.

‒Ridícula-menciona mi hermano ‒baja, mamá dice que el desayuno está servido.

‒Ya voy William‒veo detrás de mi cortina y lo encuentro jugando con mi zapato-Gus, Detente

Este solo me mira y suelta mi zapato, por suerte no estaba mordiéndolo, seguro me extrañará, cuando me vaya.

‒Maya y esto, ¿Por qué todo está desordenado? ‒me regaña mamá parada en el marco de la puerta.

‒Gus‒lo llamo y él se sienta en mi‒me extrañará demasiado.

‒ ¿Podrías ser más ordenada con respecto a tu habitación? ‒ hace un pequeño sonido con su boca.

‒Te doy la razón ‒acaricio el pelaje del pequeño loco que tengo fundido entre mis brazos.

Gus no tiene amigos principalmente porque no lo saco mucho. Lo adopte porque se me hizo muy lindo, cuando lo traje a casa mi madre me dio el regaño de mi vida e incluso me pidió que lo devolviera, Sin embargo, con el paso del tiempo también se encariño con él, ahora dejarlo solo... será muy duro para mí.

‒ ¿Es completamente necesario que tú te vayas?, pensábamos ir con tu padre al paseo familiar.

Meneo la cabeza -Sabes que trabajo es trabajo‒me paro de un solo impulso‒mamá por fin después de tiempo puedo decir que me han llamado para que investigue un caso yo misma.

Sé que mamá en el fondo se siente mal porque me voy, pero a la vez feliz porque su pequeña está creciendo, así tenga que tenerme a kilómetros de distancia.

Muestra una sonrisa honesta ‒Te esperamos abajo de acuerdo‒asiento y ella se coloca firme para bajar las escaleras. Pocas son las veces que la había visto llorar y esta es una de ellas, yo también los extrañaré.

Después de indagar en mi cabeza por fin vuelvo a tierra‒ ¿Que me falta? ‒me rasco la cabeza dejando que mi cabello se enrede un poco-pasaporte, ya tengo. Ropa, ya está, siento que algo me falta.

Suspiro tratando de acordarme, ‒ ¡oh sí! Mi celular‒voy al muro donde lo deje cargando. Le quito el cable y lo enrollo para después meter ambos en la mochila que llevaré

Observo detalladamente como Gus entra con cuidado dentro pensando que no lo noté cuando en realidad estoy mirándolo en vivo y en directo.

‒Lo siento, así quisiera llevarte, no puedo ‒lo saco con delicadeza, pero este mueve sus patitas luchando por entrar y esconderse en mi ropa.

Intenta tentarme con sus ojitos y su lindo pelaje, sus pequeñas orejitas., sus lindas patitas... ¡Odio ser débil! Si emprender que intento no hacerle caso, pero yo como la débil y estúpida que soy, caigo.

‒Bien te llevaré, pero no en la maleta-la cierro colocándole los seguros que se encuentran a un lado‒Coloco a Gus encima de mi cama y saco del último cajón de mi mesita de noche un paquete de arándanos y le doy uno‒espérame aquí mientras voy a comer y te lo digo de esta manera, aunque tú no entiendas mi idioma.

Bajo, ahí están todos sentados esperándome.

‒Y esa mancha, ¿nueva moda? Se ve fabulosa ‒agrega papá burlándose y mirando mi camisa.

‒ ¿Qué? -murmuro tocando mi camisa, eso es ¿orina? O, no, no, no, no, no, no-Gus. ‒dije entre dientes.

Bueno seguro por la tristeza de que me iría se hizo pis en mi o eso quiero pensar.