Hasta Encontrarte

24. Secretos

Maison Health.

Un día ajetreado y lleno de locuras si que puede ayudar a sentirse más vivo y con las esperanzas altas.
Maya es una gran distractora en el tema de índole sentimental, gracias a ella pude  olvidar de la escena apoco gratificante que viví con Joy antes de salir. Y Vaya que esa chica si que sabe como sacar mi lado más sensible, con solo gritarme o reclamarme hace que yo babee por ella.

Pensarán que soy bastante masoquista por el simple hecho de pensar así, pero no puedo engañarme a mi mismo. Tengo una alarma en mi cabeza que me indica a toda hora que amo a Joy y aunque me la saque de la cabeza a la fuerza o pidiéndole ayuda a un Chamán, ella siempre regresará.

¿Soy una mal amigo? Joder, eso es obvio. Soy una pésima persona que solo piensa en sí mismo. No pienso en el gran dolor que le puedo causar a Braulio y en su matrimonio. Tengo que respetar la vida de ambos

Aghh pero de tan solo recordar lo que estábamos a punto de cometer Joy y yo el día de ayer me hizo preguntarme muchas cosas:¿Ella todavía me ama?, ¿Es verdad lo que dijo?, ¿Cree que yo alguna vez dejé de estar al pendiente de ella?, ¿Que la abandoné?.. Pero si jamás haría algo que pudiera lastimarla

.Braulio es el que me debe muchas explicaciones desde el día que Joy y él se hicieron novios. Si sabía que ella y yo tuvimos sentimientos mutuos, ¿Porque le pidió estar con ella?, ¿Será que Joy aceptó porque en su momento sintió una atracción mutua con él ? Eso es imposible o no.. Ella y yo tuvimos nuestra historia y hasta donde yo recuerdo.. nunca quisimos que acabe.

Una voz me saca de mis pensamientos—¿Que es todo esto idiota?—Mira toda mi ropa tirada.

—No estoy de humor Adam—farfullo.

—Woah, alguien amaneció con el pie izquierdo, no te bajes solo vine por esto—dice agarrando un polo de mi guardarropa.

—¿Porqué estás tan sudado? —cambio de posición y me siento en la cama—¿Hiciste deporte?

—Así es—dice orgulloso.

—No sabía que estabas entrenando. Me hubieras llamado, imbecil—Le arrojó la almohada que está más cerca a mis pies.

—El entrenamiento no tuvo horario. Pero me quedé con las ganas de hacer más—dice agarrando una toalla y secándose.

Aquí hay algo raro, —Adam, ¿Que hiciste?

—Nada malo, simplemente estuve haciendo ejercicio.

Suelto una carcajada. —Habla tarado.

—Ya te dije que hice ejercicio—hace una pequeña pausa y prosigue —pero Maya fue la entrenadora esta vez.—resalta lo último.

—Mierda bro—rio y lo veo sonreír— lo lograste—levanto las cejas.

—No, aún no. Solo fueron pequeños toques—dice colocándose el polo y doblando el que tenía puesto hace un minuto.

—Mjm—digo con la boca —a mi me consta que ambos salieron más manoseados que las frutas del mercado.

—Por tu culpa —rie— pero estuvo bien que aún no lo hagamos. Todavía no se si pueda controlarme a decir alguna estupidez de nuevo y llegar a  herirla otra vez.

—No lo hagas, simplemente date la oportunidad de iniciar algo lindo con ella. No la pierdas ya que sino otro te la puede quitar.

—Y tú ¿Desde cuándo tan sentimental? Das asco.

—Mi consciencia está ardiendo.

—Pues que arda en silencio, no queremos que Braulio se entere—jala la manija y sale del cuarto pero asoma su cabeza para volver a entrar—Suerte man y gracias por el polo.