El Claxon del Chantaje

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Alison

Me encontraba terminando mi desayuno cuando escuché un claxon. Reconocería ese claxon en cualquier lugar, esa debía ser nada más y nada menos que Gillian.

Me levanté del banquito. Deje mi plato en la isla de la cocina, ya tendría tiempo para recoger las cosas después. Tome mi mochila del sofá, y me encamine hacia la puerta, cuando estaba a punto de tomar el pomo de esta, escuche pasos bajando de la escalera. Giré y me encontré a mi madre con su impecable traje y su portafolio. Lista para trabajar en el mejor buffet de abogados del Condado de Bastrop.

—Buenos días, cariño. — saludo y se movió en dirección hacia la cafetera. — Estaré fuera todo el fin de semana, así que puedes invitar a Oren a quedarse en casa.

Bien, hora de fingir ser una buena chica. —Está bien madre, hoy iré a una reunión con mis amigos, en casa de Blake.

Me respondió con la vista fija en su Tablet, como siempre —Mmm, iras con los Foster. Deberías tratar a ese chico, ¿Cómo se llama?, Ah Blake, es un muy buen partido, tal vez en un futuro se casen y nuestro status continúe con una muy buena fortuna de por medio. — vire los ojos. Desde que mi padre falleció mi madre y yo nos las arreglamos para salir adelante, con ayuda de la fortuna que él nos había dejado, obtuvimos todo lo que teníamos. Pero mi madre quería más así que ahora a ella lo único que le importaba era mantener su estatus, su reputación y el dinero.

—Me tengo que ir. Cuídate, espero que te vaya bien en tus proyectos, nos vemos el lunes. — me despedí amablemente, a pesar de todo, era mi madre y la quería.

—Adiós Ali, toma, para comprar lo que necesites. —tomé el dinero y salí de la casa.

Salí, como predije Gillian se encontraba manejando la camioneta de su hermano, Oren estaba dentro del vehículo en los asientos traseros y Connor admiraba desde fuera la imponente camioneta negra.

Me subí en los asientos traseros junto a Oren y esperamos a que Connor terminara de admirar el auto y se subiera en el copiloto, cuando estuvo dentro, la rubia arranco la camioneta y el chico de peculiares ojos grises indago en dirección a Gillian.

— ¿Qué hiciste para que te prestara el auto?, ¿Acaso lo mataste?, ¿Debemos esconder un cadáver? — reí ante su comentario, era ridículo, aunque extraño que siempre bromeara respecto a asesinatos, lo deje pasar de lado, así era Connor.

—Nada de eso, un pequeño chantaje y eso arregla todo. —respondió la rubia conduciendo con tranquilidad.

—Y ahora ¿Qué hizo el idiota? —añadió Oren con cierta curiosidad.

—Digamos que se revolcó con cierta señorita y lo descubrí en el acto.

— ¿Y quién fue la desafortunada esta vez? — cuestione con un ápice de curiosidad.

—Nada más y nada menos que la prestigiada señorita Hastings. — respondió Gillian, riendo socarronamente.

— ¡Oh por Dios! — respondí totalmente sorprendida.

Tras el silencio que se instó en la camioneta, Gillian continuo— Así es, fue repugnante saber que Hunter desea a personas mayores, y mucho más que la señorita Hastings busca alumnos para involucrarse con ellos. Así que chicos — giro mirando a Oren y Connor, con un poco de insinuación bajo su vista hacia sus piernas y agrego. — cuiden sus cositas si no quieren terminar como el baboso que dice ser mi hermano.

—¿Por quién nos tomas Gillian? No somos unos desesperados. O al menos yo no. — trato de defenderse Oren.

—Solo decía. Más vale prevenir. — respondió Gillian.

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