Trato

490 55 14
                                    

Desperté una vez más, rogando que todo fuera un sueño y en realidad estoy en ese viejo cuarto que mi hermano y yo rentamos, pero no fue así. La fragancia de ese Alfa estaba sobre el aire, mi vida dependía de el ahora y yo solo me sentía más perdido cada que el tiempo pasaba. No podía negarlo, es una linda casa, es una cama cómoda, pero aún así prefería el viejo cuarto, porque al menos vivía feliz al lado de mi amigo y hermano.

No sabía de el, yo no había comido nada y el probablemente tampoco, necesitaba saber a dónde se lo habían llevado, con quién está, como la está pasando y si ese Alfa es igual de cerdo que este.

-¿Puedo pasar?-. Escuché la voz del hombre del otro día.

-Sí-. El entro, una bandeja con comida lo acompañaba y olía tan bien.

-Su desayuno, el señor le ha dado acceso a recorrer la casa-.

-Gracias-.

-Sea un poco más respetuoso con el, es un buen sujeto, pero usted aún no se permite conocerlo a fondo-. Halo con su acento apenas entendible.

-No, ¿porque comportarme con alguien así? En unos días se cansará de mi y me arrojará a la calle como perro-.

-Porque ha encontrado algo único en usted, lleva tres días aquí, ningún Omega que ha traído ha pasado de un día-. Y salió sin decir nada.

No me importaba cual especial sea para el, me reprimía de mi libertad, mi corazón aún sigue lastimado y mi mente cada vez más perdida. Necesitaba saber más de el, se que lo he visto, se que su aroma ha estado presente en un lugar más.

-Buenos días muñeca-. Entro, un hombre venía con el.

-¿Quién es el?-.

-Un doctor, los dejaré a solas para que pueda hacer su trabajo-.

El alfa salió de la habitación, el tipo de bata blanca comenzó  a sacar sus instrumentos y entonces hablo.

-No hace falta revisarte para saber lo que sucedió-.

-¿Ah?-.

-Tu aroma es agrio, tus ojeras son más visibles, tu rostro está pálido y delgado, te apuesto a que no habías tenido tanta actividad sexual en mucho tiempo-.

-Tienes razón, ¿porque los mafioso tienen médico personal?-.

-Pues pagan mejor-. Se acercó a mí, reviso mi temperatura, mi frecuencia cardíaca y todo un chequeo médico completo.

-¿Si sabes que me tiene secuestrado?-.

-No eres el primero-.

-¿Te importa una mierda?-.

-No puedo quejarme, Conway es muy conocido en Los Santos, temido y buscado. Sera mejor que aproveches estar con el-.

-Es un asco estar aquí, ¿tu sabes algo de sus más cercanos contactos?-.

-¿Porque quieres saberlo?-.

-Solo habla-.

-¿Por qué debería decírtelo? ¿Que obtengo yo?-.

-Últimamente hago mamadas gratis-.

-¿Harías eso a cambio de información?-.

-Te mataría pero para ahorrarnos tiempo-. El se sorprendió ante mis palabras igual que yo.

-Bien, te lo diré. Sus principales contactos son en México y Rusia, hay dos tipos con los que siempre trabaja, al tipo de México le conocen como El Diablo y al otro simplemente lo apodan El ruso, eso es todo lo que se-.

-S-Supongo que a cumplir-.

-Me retiro, le daré a Conway una lista de medicamentos para que estés mejor. Suerte-.

El hombre salió de la habitación, en sus ojos podía ver la comprensión que tenía sobre mi, no solo yo sabía que estar aquí era un infierno, con toda aquella información estaba más que dispuesto a investigar sobre este cerdo. Pero, también tenía que idear un plan para obtener su confianza, talvez debía acceder, talvez entonces debo dejar que haga de mi cuerpo lo que quisiera, mis sentimientos y dolor no son válidos en esta lucha y soy consciente de ello.

-Voy a entrar-. ¿Ahora pedía permiso para pasar?

-Estos últimos días has estado entrando importandote una mierda mi privacidad y ahora lo dices así sin más-.

-Parece que ya estás mejor, te recuerdo que solo hablas cuando yo lo digo-.

Ahora entendía, seguir sus regla me llevaría a mi objetivo.

-Escucha viejo, antes de que hables necesito proponerte un trato-.

-Vaya, vaya, ¿que pedirás?-.

-Sere lo que quieras, tu estúpido sumiso, te haré caso a todo y a cambio, me dejaras ver a mi hermano-.

-Tengo una mejor idea, te pondré a prueba estos días, serán solo cinco días, si veo que has hecho un buen trabajo, podrás hablar con ellos-.

-¿Tu nunca pierdes? Está bien, trato hecho-. Ambos estrechamos nuestras manos y fue entonces cuando comprendí lo peor.

Su rostro era cubierto, pero sus ojos se posaban sobre los míos, sentí temor, la sensación de nuestras manos entrelazadas me hacía temblar, odiaba sentirme como todo un Omega, doblegado ante un Alfa, mi corazón no podía dejar de latir y yo no podía dejar de mirarlo.

-Tu prueba comienza desde ahorita-. Hablo por fin, soltando mi agarre.

-Eso no, primero necesito comer y descansar, me has destrozado-.

-Como quieras, avisaré a John-. El salió y la soledad regreso.

¿Por qué quiero llorar?

¿Por que no puedo hacerlo?

¿Por qué no puedo sonreír sinceramente por una vez en mi vida?

¿Por qué me siento tan solo?

¿Por qué me odio a mi mismo?

Quiero sentirme amado, necesito a mi familia conmigo, mi hermano y mis amigos, les he visto morir, ser encerrados en prisión, desearía no ser un Omega no tener que caer bajo el aroma amargo de el, odio sentir tanto vacío dentro de mi. No es un simple trato, es mi ruina, mi peor pesadilla. Ser tocado una vez más por un asqueroso Alfa, mi piel está marcada de heridas pasajeras y tengo tatuado el sufrimiento que he pasado, un vez más quiero llorar y mi orgullo no me permite hacerlo.

¿Gustabo necesita un amigo?

Necesito abandonarte, no regreses de nuevo, no me hagas mancharme de sangre una vez más, no necesito tu ayuda, no quiero que me digas que hacer, no quiero escucharte. No te necesito, no quiero volver a perder la razón, depender de ti...

¡No quiero usar de nuevo esa ropa!

¡No quiero ver esos horribles colores de nuevo!

-N-No... Quiero...-.

































































Remin

Tuyo 2 (Intenabo) FINALIZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora