Tuyo 2 (Intenabo) FINALIZADA

Amigo y recuerdos

Hace tiempo que el no aparecía, recuerdo el primer día que lo vi por primera vez. Era tan solo un pequeño en medio de tanto peligro, el fue mi amigo primero que Horacio, talvez solo mi subconsciente lo invento para no sentirme tan solo, el siempre se sentaba a mi lado cuando necesitaba compañía. Aquel show de circo que presencié al trabajar tan niño, me había dejado impactado, solo quería volver a sentir aquella felicidad que tuve cuando el espectáculo de payasos comenzó.

⟨-¡Con ustedes, el siguiente espectáculo! El magnífico, gracioso y amistoso, payasito, ¡Pogo!-.

Los veía salir con tanta admiración, sus vestuarios coloridos me habían deslumbrado. Pero solo uno resaltaba entre tantas pelucas coloridas, era el más alegre y emocionado.

-¡Hey tú, mocoso! Ve a limpiar los camerinos de los payasos, pronto terminarán-.

Simplemente salí, no sin antes dirigirle mi mirada por última vez a un colorido traje rosa. Días después, no volví a ver Pogo, ni al circo. Regrese a la cruel realidad que me atormentaba, las calles siempre fueron frías y entonces el apareció...⟩

Desperté bajo el cantar de los pajarillos, tuve ese sueño de nuevo, Pero esta vez, no desperté exaltado, supongo que... Comienzo aceptar mi realidad, no podría hacer nada, me encuentro como en aquel callejón donde lo vi despues de tanto tiempo, supongo que el dolor me acompañará por toda la vida, la inquietud y la soledad permanecerán por siempre. Me levanté por fin, camine hacia el baño y miré por el espejo, ese maquillaje...

-¿Gustabo necesita ayuda?-.

-Sí, pero no necesito de la tuya-.

-¿Ya no me quieres, Gustabo?-.

-¡No estúpido payaso! Jugaste conmigo mucho tiempo-.

-¡Pogo indignado!-.

-No se porque hablo contigo, ni siquiera existes-.

-Tu no puedes olvidarme...-.

El se había ido y tenía razón, jamás podría olvidarlo, es parte de mi. Salí del baño, me dirigí a la ventana y el cielo estaba nublado, mi pecho se sentía vacío, era como si alguien me hubiera apuñalado, ni siquiera sangraba, pero dolía terrible. Sin darme cuenta, comencé a llorar, un sentimiento que no había experimentado por tanto tiempo y vaya que es irritable. Mis lágrimas eran gruesas, resbalaban por mis mejillas y yo ni siquiera musite.

Seguían saliendo, no me importó, realmente no sé porque lloro, tal vez es por lo cobarde que soy, por dejarme llevar por las palabras de ese Alfa. El no quería pederme, pero jamás hizo algo para que me acercara a el con buenas intenciones y ahora lloro bajo el nublado cielo que representa mi mundo, sin color, amargo y sin vida, solía ser un Omega extravagante, gritar a las personas desde autos robados, bailar toda la noche sobre un escenario rodeado por Alfas, probar estupefactos hasta caer rendido en alguna banca de parque y después sumergirme a extrañar a mamá y papá.

Conway, si supieras que a veces te pienso, mi Omega te reclama cuando no estás, mi corazón late profundamente cuando estás cerca y tú aroma que antes me revolvía el estómago, me embriaga lentamente hasta gustarme. Te odio, quiero acabar contigo, no quiero escucharte hablar, no quiero mirarte a los ojos, no quiero dormir en tu cama y no quiero volver ser tuyo.

-Yo puedo ayudarte-.

-Sí claro, como todas aquellas veces que intentaste hacerlo y acabamos en problemas-.

-Yo se quién es, está en tus recuerdos, están en mi, tu y yo conocemos ese aroma, esa voz, esos ojos, estuvieron presentes tanto tiempo en nuestras narices, yo sé quién tiene a Horacio y Segismundo, yo estuve presente cuando ellos aparecieron. Déjame salir, tomar el control de la situación y te ayudaré a encontrarlos, no podrás solo, porque Gustabo... Jamás estuvo presente cuando trabajamos para la mafia-...

-Yo estuve allí, estás muy equivocado-.

-¿Entonces porqué despertamos en el hospital? ¿Por qué yo si recuerdo a Jack Conway y tú no?-.

-Y-Yo lo averiguaré, no necesito de ti-.

-Pierdes tu tiempo y Horacio podría estar en problemas...-.

-No me dejaré chantajear por ti, yo sé que he visto a Conway, solo debo concentrarme-.

-Solo un momento y estarás agradecido conmigo después, ¡Pogo quiere a Gustabo!-.

¿lo haré?

¿Realmente el tendrá razón?

No puedo pensar, tengo hambre y ha comenzado a llover, el ruido de mi estómago, las gotas cayendo y el hablando, comienzan a alterarme. Estoy perdiendo la noción de mi, no respiro, todo comienza a verse borroso, el viene, se acerca, el está aquí...

Gustabo debe dormir, Pogo se encargará.

Shhh...

⟨-Yo soy Wilson y el es Taco, queremos trabajar con ustedes-.

-Primero tienen que conocer al jefe-.⟩

Recuerdas que estábamos en el puerto más alejado de la ciudad, un hombre con máscara de calavera llegó, su voz era gruesa, el vino asustaba a los presentes, el portaba arma larga, usaba un traje negro sin ninguna arruga.

⟨-Antes de trabajar aquí, deberán estar aprueba. Uno de mis hombres los estará vigilando-.

-Usted déjelo en nuestras manos, venderemos todo-.⟩

Ambos subieron a una lancha junto a un sujeto de máscara de diablo, ¿recuerdas a Pablo Escobilla? Nos hablo de su hermano Emilio, a quien apodaban El Diablo y trabaja con la misma mafia en la estábamos, después escapó de Los Santos y regreso a su país, fue entonces cuando conociste a Segismundo.

⟨-Hey Horacio he visto a ese sin máscara, tiene cara de niño asustado-.

-¿Pero que dices Gustabo? Porque no me llamaste-.⟩

Tomamos un arma y disparamos al ruso, Conway nos busco por todos lados por disparar a su amigo Volkov, tuvimos a Jack frente a nuestras narices siempre, Horacio escapó, el nos busco pero fue demasiado tarde, yo me había ido.

⟨¿C-Conway?-.

-Tranquilo, ya estoy aquí-.

-N-No te vayas-. ⟩

Aquí lo tienes, ojos negros, cabello negro, esos labios que disfrutabas sobre ti los tuviste ante tus ojos, pediste por el, por el mismo hombre que te alejó de tu hermano. El siempre fue el Calavera, el siempre te dio órdenes aún sin conocerlo, escapemos Gustabo, el no es tu Alfa, tu no eres su Omega...

Ni siquiera sentí el momento en el que caí al suelo, mi cabeza dolía y no sólo eso, ardía de rabia, mi cuerpo estaba tan caliente y mis piernas temblaban.

Remin