2

1.7K 191 160
                                    


Fruncí el ceño observando la pantalla frente a mi, sin embargo, no me encontraba realmente observando esta. Simplemente estaba fingiendo trabajar, no es como si realmente desease hacerlo, simplemente mi mente estaba ocupada en otra cosa, en el virus pelirrojo y en el virus normal que me encontraba visitando.

Y es que comenzaba a doler mi pecho y garganta, provocando una pequeña tos incomoda que nadie había pasado por alto en la agencia. Había asegurado que tomaba cuidado de mi estado, pero realmente ya ni lo hacía, estaba cansado de ello y había terminado por rendirme, además, me interesaba mas otro tema en ese momento, un tema que tenia que ver con Chuya.

Estúpido y patético, había sido todo eso hace unas noches atrás.

Culpar al alcohol no sería algo del todo cierto, simplemente había actuado de forma bastante involuntaria, como un impulso. Y eso solo me hacia sentir aún mas irritado, no actuaba por impulso desde que tenia quince años, eso fue hace bastante tiempo, sin embargo, sentía que me encontraba nuevamente actuando como un niño.

Terminé por soltar un suspiro e intentar aliviar la tensión de mi cuerpo, no había silencio a mi alrededor, pero tampoco me encontraba del todo consciente y al tanto de lo que hablaban mis compañeros. Fue luego de soltar mi suspiro que capté algo de su conversación.

- ¿creen que está realmente bien?

- ¿su resfrío? Claro que no, ahora tiene tos y esta no hace mas que empeorar

Si, eso era verdad, el dolor de mi pecho no hacia mas que empeorar con el pasar de los días. Y me sentía algo aliviado de que en la agencia creyesen que me encontraba en ese estado patético debido a mi salud y no debido a algo que había terminado por presenciar en las calles hace unos días.

"ya supéralo, no es de tu incumbencia, además, odias a Chuya" me dije a mi mismo, había perdido la cuenta del numero de veces que me había repetido esa misma frase, como si intentase convencerme.

Lo odio y por eso siento la necesidad de llegar al fondo del asunto, sería agradable terminar por actuar de forma burlona y hacerlo explotar como siempre. Pero no me había visto a Chuya desde el día en que nos habíamos encontrado en el bar.

Una parte de mi temía lo que hubiese terminado por decirle Hirtotsu, aunque sabía que él nunca me traicionaría de esa forma, al menos no cuando se trataba de asuntos fuera de la mafia y los negocios, era un buen oyente y una persona sumamente prudente, no hablaría con Chuya sobre mi actitud extraña durante esa noche y mis preguntas. O eso esperaba sinceramente.

- Realmente esta mal – comento Kunikida mientras me observaba

Y es que tenia una audiencia completa observándome como un experimento extraño, del otro lado del vidrio analizaban mis avances y mi estado, Yosano en especial estaría feliz con la idea.

Terminé por dirigir la mirada hacia ellos, se sobresaltaron un poco en respuesta, algunos retomaron su trabajo, como si nada sucediese, algunos se quedaron en su lugar y me devolvieron la mirada, Yosano, Kunikida y Kenji.

Sabía lo que venía ahora, una conversación "seria" o al menos el intento de una, esa era una alternativa, o podían terminar por amenazarme con que comenzase a ser mas productivo en el trabajo, Kunikida fue por esa opción, los otros dos intentaron mantener la conversación, cuando esto sucedió, Atsushi no dudó en participar.

- Ya escúpelo – ordeno Yosano, no tenía idea de como, pero ella sospechaba algo, y yo me había ocupado de al menos ocultar un poco que no se tratase necesariamente sobre algo en particular, solo culpar mi salud

Déjalo FlorecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora