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Observé con el ceño fruncido a Chuya y a su acompañante, y es que había sido una verdadera sorpresa lo que terminé por encontrarme por casualidad mientras volvía de una misión junto a Atsushi.

El día era agradable y soleado, el verano se hacía presente cada vez con mas fuerza, y eso también era horrible, las temperaturas aumentaban de forma considerable.

Estábamos caminando de vuelta a la agencia, por las calles concurridas, a pesar del calor. A la distancia pude distinguir de inmediato a cierto pelirrojo, tenía el don de reconocer a Chuya sin importar la distancia a la que este se encontrase.

Sin siquiera pensarlo había terminado por decirle a Atsushi que volviese solo a la agencia e inventase una excusa con respecto a mi, antes de recibir una respuesta ya me encontraba caminando de forma acelerada hacia Chuya, intentando no perderlo entre las personas.

Grande fue mi sorpresa al encontrarlo en compañía de otra persona.

Así fue como termine sentado en una cafetería junto a Chuya y Antoine, incomodo era quedarse corto con respecto a lo que sentía en ese momento, y podía darme cuenta sin problemas de que no era el único en ese estado allí.

- Antoine, Dazai te debe una disculpa

- ¿Qué? – solté de inmediato ante las palabras de Chuya – claro que no

- No es necesario, Chuya-san – dijo este con su voz suave

- No lo llames "Chuya-san" – dije de inmediato

- Bien – aceptó Antoine, su mirada era irritantemente inocente - ¿Cómo debería llamarlo?

- Dazai-san sonaría bien

- No pienso tomar tu estúpido apellido – dijo Chuya de inmediato, luego se dirigió a Antoine – ignóralo

- Lo intentare – aceptó este

Fruncí el ceño y me quedé en silenció, eso hasta sentir una patada de Chuya por debajo de la mesa, realmente hubiese preferido que me acariciase con su pie en vez de algo como eso.

Supe que realmente debía comenzar a disculparme, también era consciente de que era una disculpa merecida a ese chico, después de todo, en ese entonces estaba bastante ciego a lo que realmente sucedía, mi cerebro no funcionaba con su mayor capacidad intelectual y me volvía torpe, pero Antoine no era responsable de nada de eso.

Y le había dado un buen golpe en el hospital.

Solté un suspiro y lo miré a la cara, en parte también me encontraba algo agradecido con él, y es que Antoine fue una buena motivación, influyó bastante en la forma que tuve de volver a acercarme a Chuya, si manteníamos una relación era debido a él también.

- Antoine – comencé – lamento golpearte en el rostro

- Oh, no tiene nada de que preocuparse Dazai-san, yo entiendo que fue un malentendido – dijo

- Bien – retomó Chuya - ¿Qué tal va todo, Antoine?

- La universidad bastante bien – dijo sonriente mientras disfrutaba de un café helado – mis amigos le envían saludos, Chuya-san – pude notar como Chuya sonreía un poco ante sus palabras – siempre preguntan cuando volverá a visitar la residencia

- Pasaré por ahí en algún momento – aseguró Chuya

Entonces, Chuya conoce incluso a los amigos de Antoine y no solo eso, también había visitado la residencia donde Antoine de seguro vivía, entro a su cuarto. Y todo esto me estaba haciendo crear escenarios en mi mente que no me ayudarían para nada.

Déjalo FlorecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora