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Tarareaba una canción popular del momento mientras la escuchaba con mis audífonos, solo tenía uno de estos puestos y es que también me encontraba escuchando las conversaciones a mi alrededor y lo que sucedía, al parecer era un día un tanto agitado en la agencia, a pesar de que ni siquiera era mediodía.

Podía escuchar como Kyoka y Atsushi mantenían una "seria" conversación que me implicaba de forma directa, pero solo me divertía escuchándolos y es que con eso era suficiente.

Apenas llegar esa mañana se percataron de que algo había salido mal la noche anterior, ninguno quiso tocar el tema para tratar este con delicadeza, lo cual era innecesario bajo mi punto de vista, pero sinceramente no deseaba hablar sobre ello, y es que ya estaba harto de vomitar pétalos, actividad que había hecho gran parte de la noche y unas cuantas veces en la mañana antes de llegar a la agencia.

- ¿Qué tanto hablan ustedes dos? – preguntó Kunikida con papeles en sus manos, de seguro algún informe

- Me preguntaba donde podríamos poner a Dazai cuando termine por transformarse en una planta – explicó Atsushi, Kunikida lo observó como un padre ve a su hijo fallar o decir algo absurdo

- Él no se transformará en una planta, el Hanahaki no funciona así – le dijo de vuelta, controlándose, yo solamente me dedicaba a reírme

- ¡¿Qué?! - respondió el otro impresionado

La verdad es que había muy poca información sobre la naturaleza y el alcance de la enfermedad Hanahaki, sin embargo, terminar por transformarse en una planta no era uno de los trágicos finales de esta enfermedad, aunque si tenia otros finales iguales de trágicos.

- Dazai-san – se acercó Kyoka, ignorando la anterior conversación - ¿Qué macetero le gustaría mas? – me dijo levantando uno en cada mano, uno era de un color rojo llamativo, bastante elegante, el otro era simple y de color blanco

- El blanco, combinará mejor con las flores

- Dazai, no les sigas el juego – me regañó Kunikida

- Es imposible resistirse

- Si Dazai terminase como una planta, tal vez sea una buena idea regalarlo a Chuuya-san – comentó Yosano

- Yosano ¿tu también? – preguntó Kunikida

- No hablen de mi como si fuese un mueble, por favor

- Tal vez así vuelvas a ser un humano

Para esas alturas la conversación ya se había vuelto por completo una broma. Las personas comenzaban a sumarse lentamente a esa y les seguían la corriente lógica sobre los efectos finales del Hanahaki. Si terminase por transformarme en una planta al final y al cabo, entonces seria todo mucho mas fácil.

Pero entonces volvieron a cambiar sobre la conversación, lo hicieron una y otra vez hasta que alguien terminó por animarse a preguntarme como había terminado todo hace unos días, cuando me había encontrado con Chuya, el que me lo preguntaba era Ranpo, así que no era necesario el preguntarme, él había concluido aquello, y también era innecesario responder, ambos sabíamos la respuesta.

Pero el resto de las personas que disfrazaban su preocupación en la agencia no lo sabía, Ranpo solo había decidido ser el medio para obtener la información y calmarlos.

- No fue nada bien – reconocí – apenas entrar en el bar deseé marcharme y toser flores por horas completas

- ¿los viste besarse? – preguntó Kunikida, asumiendo que había encontrado a Chuya junto a su novio

Déjalo FlorecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora