Capitulo 2

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Sentí un profundo alivio en el corazón cuando me reencontré con Liam, Niall, Harry y Zayn en la isla un año después. Zayn había cumplido su promesa y no podía sentirme más feliz por ello. Aquel verano jugamos tanto que nos salieron cayos en las manos y nos dio insolación. El verano siguiente fue incluso más divertido que el anterior, y al siguiente, cuando cumplí los catorce, volvimos a encontrarnos igual que siempre, como si jamás nos hubiéramos ido.

Aquel año, notaba sutilmente pequeños cambios en cada uno. A Liam empezaban a salirle bellos en la zona de la mandíbula, Harry había doblado su estatura y todos parecían haber cambiado la voz de niño por una más grave y ronca, a excepción de mi. Mi voz siempre fue muy aguda.

Una mañana durante las vacaciones, mientras Harry y Niall jugaban en la cancha de tenis, Liam escuchaba música recostado en la arena, posiblemente pensando en la niña que le gustaba de la que nos había hablado hasta el cansancio, Zayn y yo andábamos en lancha. Nos alejamos lo suficiente de la costa como para que las personas se vieran como hormigas a la distancia. Después de un rato, Zayn apagó el motor y nos quedamos allí sentados, comiendo maní y respirando aire salado. El agua centellaba bajo la luz del sol.

—¿Qué haces? —inquirió, cuando me puse de pie.

No respondí. Me sumergí en el agua de un clavado. Cuando salí de nuevo a la superficie, respiré profundamente y vi que Zayn me miraba con recelo.

—¡Salta! ¡Vamos!

Él titubeó y una mueca surcó su rostro.

—¿Qué pasa? ¿Te dan miedo los tiburones, Zayn?

—No...

—¡Entonces salta!

Permaneció dudoso unos segundos más pero terminó por saltar de la lancha.

Nadamos, nos arrojamos agua salada en la cara y reímos a carcajadas hasta que el sol se ocultó tras una nube y el agua comenzó a sentirse más fría. Entonces volvimos a la lancha, empujándonos el uno al otro y peleándonos por ser el primero en subir. Tiritábamos de frío y no habíamos llevado toallas, por lo que nos acurrucamos juntos, nuestros hombros desnudos tocándose y los pies fríos, unos encima de otros.

Hablamos sobre hacer una pijamada aquella noche en su casa, ya que todos los adultos cenarían carne asada al aire libre, algo que se había convertido ya en una tradición. Discutimos un rato sobre qué película escoger y finalmente regresamos en la lancha hasta la costa.

Terminamos decidiéndonos por una película de terror y la miramos con las luces apagadas. Después de comer todas las cosas dulces y snaks que había en la casa de los Malik, apagamos las luces y nos tiramos al sofá a ver la película. Niall se había cubierto completamente con una manta azul oscuro y se tapaba los ojos cada vez que una escena nos hacía saltar de miedo. Harry se había acostado sobre un par de almohadones en el suelo y Liam se había quedado profundamente dormido en una esquina del sofá apenas había empezado la película.

Yo estaba sentado al lado de Zayn. Estábamos tan apretados que sentía su respiración en la piel. Aunque la película era entretenida y daba miedo, mi cabeza parecía solo poder concentrarse en las sensaciones que azotaban mi cuerpo. Los latido acelerados, la respiración profunda, el calor que emanaba la piel de Zayn hacia la mía.

Era extraño. No había persona en el mundo con la que me sintiera más cómodo que con él. Con el tiempo, y a pesar de que sólo nos veíamos durante las vacaciones de verano, se había convertido en algo así como mi mejor amigo. Después del primer verano que nos escapamos de noche a la playa, volvimos a hacerlo al año siguiente, casi todas las noches. A veces nadábamos, a veces jugábamos y otras simplemente nos quedábamos tumbados sobre la arena charlando sobre cualquier cosa que nos viniera a la cabeza.

Pretty boy - Zouis MaliksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora