Después de cenar, mamá, mis hermanas y yo volvimos a la casa en silencio. En cuanto entramos y cerramos la puerta, les dijo a las niñas que se fueran a dormir y se volvió hacia mí, furiosa.—¿No entiendes lo que sucede? El abuelo quiere vender la isla. La sociedad se ha roto. Si utiliza el dinero para hacer un centro nos quedaremos sin nada, Louis. Sin nada.
—¿Oyes lo que dices? —repliqué con brusquedad—. Hay gente que no tiene nada. Nosotros lo tenemos todo. Nadie intenta utilizar su dinero para hacer el bien. Nadie intenta mejorar un poco el mundo.
Mi madre se irguió.
—Te crees superior, ¿verdad? Crees que entiendes el mundo mucho mejor que yo. He oído hablar a Zayn. Sé que tiene influencia sobre ti. Pero tú no has pagado facturas, no has tenido que llevar una familia, ni mantener propiedades, ni has visto mundo. No tienes ni idea de lo que estás diciendo, y aun así te permites juzgar a los demás.
—¿Qué tiene que ver Zayn en todo esto?
—Levántate mañana y dile al abuelo lo mucho que te gusta estar aquí —sentenció—. Dile que quieres que tus hijos también pasen los veranos aquí. Tú díselo.
Me negué.
—No. Solo quieres que lo haga porque te importa el dinero. Pero eso no lo es todo en la vida.
—Escúchame, jovencito —su tono era inflexible—. O hablas con tu abuelo o te mando a pasar el resto del verano a Colorado con tu padre. Mañana mismo. La razón por la que quiere vender la isla es porque quiere romper la asociación con los Malik, porque sospecha sobre lo que sucede entre tú y ese chico. Así que, o convences a todo el mundo de que no son más que amigos, o no vuelves a verlo nunca más. ¿Entendido?
Ahí me había pillado.
Sabía lo mío con Zayn. Y podía quitármelo.
Me lo quitaría.Yo estaba enamorado.
Le prometí todo lo que me pidió.
Cuando le dije al abuelo lo mucho que adoraba poder pasar mis veranos en la isla, él sonrió y contestó que algún día tendría unos hijos hermosos.
Un par de noches después de mi pelea con mamá, Zayn y yo fuimos a la pista de tenis al anochecer. Lanzamos pelotas por aquí y por allá en silencio.
Al final Zayn dijo:
—¿Te has fijado en que tu abuelo nunca me llama por mi nombre?
—No.
—Me llama «jovencito». Por ejemplo: «¿Qué tal te ha ido el curso, jovencito?».
—¿Por qué?
—Es como que, si me llamara «Zayn», en realidad estaría diciendo: «¿Qué tal te ha ido el curso, chico musulmán?». «¿Chico musulmán al que pillé besando a mi nieto en la cocina?».
—¿Crees que eso es lo que piensa?
—No me soporta —aseguró Zayn—. Bueno, no es que no me soporte. Puede que le caiga bien como persona, pero no es capaz de decir mi nombre, ni mirarme a los ojos.
Era cierto. Al decirlo él, me di cuenta.
—No estoy diciendo que quiera ser un tipo al que solo le gusta la gente blanca y heterosexual —continuó Zayn—. Sabe que se supone que no debe ser esa clase de persona. Es demócrata. Votó a Obama, pero eso no significa que se sienta cómodo teniendo a gente como nosotros en su hermosa isla privada —Zayn negó con la cabeza—. La única razón por la que se asoció con mi padre es porque estaba en quiebra. Lo sé porque los escuché discutir hace unas noches. Es hipócrita con nosotros. No le gusta la idea de que estemos juntos. Y aprovecha todas las ocasiones que se le presentan para dejarme claro que soy un intruso. Quiere que me aleje de ti.
Yo no lo había visto de aquella manera. Me había parecido que el abuelo se había sentido incómodo al interrumpirnos. Pero entonces, de repente, entendí lo que había ocurrido.
«Ten cuidado, jovencito —había dicho el abuelo».
Había sido otra amenaza.
Zayn suspiró. Me encantaba la curva de su mandíbula, el agujero de su camiseta, su forma de pensar, el modo en que movía las manos al hablar. Entonces imaginé que lo conocía completamente.
Me acerqué a él y lo besé. Seguía siendo tan mágico que pudiera hacerlo y que él me devolviera el beso... Era tan mágico que nos reveláramos nuestras debilidades, nuestros miedos y nuestra fragilidad...
—¿Por qué nunca habíamos hablado de esto? —susurré.
Zayn me besó otra vez.
—Me encanta estar aquí —dijo—. La isla. Liam, Niall y Harry. Las casas y el sonido del océano. Tú.
—Tú a mí también.
—Una parte de mí no quiere arruinarlo. No quiere siquiera imaginar que no es perfecto.
Yo comprendía cómo se sentía.
O pensaba que lo comprendía.
Zayn y yo bajamos hasta el perímetro y fuimos paseando hasta una roca ancha y plana desde la que se veía el puerto. El agua rompía contra el pie de la isla. Nos abrazamos, nos quedamos medio desnudos y olvidamos, tanto tiempo como nos fue posible, todos los problemas silenciosos que nos rodeaban.
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Pretty boy - Zouis Malikson
FanfictionMi nombre completo es Louis William Tomlinson. Vivo en Doncaster, con mi madre y mis hermanas. Tengo diecinueve años. Poseo una bolsa de papel con un corazón dibujado en medio, la novela de Las Aventuras de Tom Sawyer, una liga negra que llevo en l...