Pretty boy - Zouis Malikson

Capitulo 22

Ceno con mi madre, mis hermanas y el abuelo en la nueva casa Tomlinson, pero esa noche vuelvo a sufrir migraña. Es peor que la vez anterior. Me echo a oscuras en mi cuarto. Abro los ojos y Zayn está junto a mí. Lo veo a través de una neblina. El brillo de la luz se filtra por las cortinas, así que debe de ser de día.

Hace mucho tiempo que Zayn no venía. Pero aquí está. Está mirando el papel cuadriculado de la pared. Las notas adhesivas. Los nuevos recuerdos y la información que he añadido desde que vine aquí.

—No leas mis papeles —gimo—. No lo hagas.

Él retrocede.

—Están a la vista. Lo siento.

Me pongo de lado para apoyar la mejilla contra la almohada caliente.

—No sabía que estabas recopilando historias.

Zayn se sienta en la cama. Alarga el brazo y me toma la mano. Apenas siento su piel.

—Estoy intentando recordar qué ocurrió, ya que nadie quiere hablar de ello —digo—. Incluido tú.

—Yo quiero hablar de ello.

—¿Ah, sí?

Tiene la mirada clavada en el suelo.

—Me enamoré profundamente de ti, Louis. No hubo forma de evitarlo. Pero fui un cobarde —dice Zayn.

—Sí.

—Fue cruel desaparecer. Lo siento, Louis —continúa diciendo—. Hice las cosas mal y lo lamento.

Hago un gesto de asentimiento con la cabeza. Me hace bien oírle decir eso. Ojalá no estuviera tan drogado por el medicamento.

—La mitad del tiempo me odio —continúa Zayn—. Pero lo que más me confunde es la contradicción: cuando no me odio a mí mismo, me siento como una víctima. Como si el mundo fuera muy injusto.

—¿Por querer te odias?

Y, antes de que me dé cuenta, Zayn está tumbado en la cama a mi lado. Sus dedos cálidos envuelven los míos y su cara queda cerca de la mía. Me besa.

—Porque quiero cosas que no puedo tener —susurra.

Pero a mí me tiene. ¿No sabe que ya me tiene? ¿O es que Zayn está hablando de otra cosa, de algo que no puede tener? ¿Algo material, algún sueño?

Estoy sudoroso, me duele la cabeza y no puedo pensar con claridad.

—Harry dice que esto acabará mal y que debería olvidarme de ti —le digo.

Él me besa otra vez.

—Te quiero —dice.

Nos abrazamos y nos besamos un largo rato.
El dolor de cabeza se calma, un poco. Pero no del todo.

Abro los ojos y el reloj señala la medianoche. Zayn se ha ido.

La tarde del día siguiente, los chicos sacan los kayaks.

—¿Qué hacen? —pregunto.

—Vamos a rodear el cabo hasta un lugar que conocemos... —contesta Harry—. Ya lo hemos hecho en otras ocasiones.

—Louis no debería venir —dice Liam.

—¿Por qué no? —pregunta Niall.

—¡Por su cabeza! —grita Liam—. ¿Y si vuelve a hacerse daño en la cabeza y luego tiene migrañas aún peores? ¡Madre mía!

—¡¿Por qué gritas?! —vocifera Niall—. No seas tan sobreprotector.

¿Por qué no quieren que vaya?