Entonces, esto es el amor

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La grandeza de todo

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La grandeza de todo. La inundación de luz a través de las altas ventanas de cristal. Los extravagantes techos arqueados se cernían sobre Sunhee que se plegaban dentro y fuera de cada punto y cada inmersión, esculpido por la mano de un artista profundo. Las columnas declarativas de mármol blanco soldaban los extremos de las filas de asientos.


Era un lugar del que solo Sunhee había soñado. Uno que parecía mundos de distancia de lo que pensaba. Un lugar que sería una declaración de películas de princesas. Ella no pensaba, de ninguna manera, que un día especial como estos sería vivido con tal elegancia.


Aún había tiempo antes de que los invitados comenzaran a llegar. La estilista estaba concentrada en sus amigas, acomodando cabellos sueltos y arreglando los últimos toques de maquillaje. Con tiempo, antes de que fuera el turno de ser ella arreglada, se había escapado un poco para ver el corazón del lugar y simplemente ver cómo todo estaba resultando.


Ahora que los floristas colocaban las últimas flores y los decoradores colgaban los últimos moños, Sunhee tomó asiento en una de las sillas en el centro entre todos los detalles que ella misma había planeado. Se recargó, sus manos descansaban en sus piernas y sus ojos fueron consumidos por el cálido atardecer que se lograba apreciar por las ventanas, haciendo que combinara con la decoración de color blanco.


Pudo haber sido un poco inmaduro, pero se sentó ahí sin ningún concepto del tiempo, ninguna prisa de arreglarse y deseo de dejar el ambiente del que tanto anticipaba. El staff hablaba en voz baja entre ellos mismos en la esquina del lugar y se concentraban en sus propias cosas intentando que todo fuera acorde al plan. El arpista se sentó en la otra esquina para comenzar a calentar, y con todos los sonidos que sonaban alrededor de Sunhee sometiéndola a la fantasía de la que tanto soñaba, no podía evitar pensar que: En verdad está sucediendo.


Y Sunhee recargada con sus ojos cerrados, escuchó como las puertas se abrían y se cerraban, pensando que era el staff hasta que una sombra se posó en frente de ella. Abrió sus ojos y mirando hacia arriba, su vista se topo con el chico que después de años de estar juntos, aún la hacía sentir mariposas. Y el, mirando hacia abajo, miró a la chica con ojos enamorados.



— Hola, Baek — saludó Sunhee.


— Hola, amor — saludó de vuelta Baekhyun, riéndose.


Tomó asiento al lado de ella, para tomar su mano y recargar su cabeza arriba de la de ella.


— ¿Esto está permitido? Pensaba que el novio no podía ver a la novia antes de la boda — cuestionó Sunhee.


— Creo que es más cuando estás ya con el vestido, ¿no es así? — respondió — Honestamente, no lo sé, jamás había hecho esto de casarse antes.


Porque sí, Baekhyun y Sunhee estaban a horas de por fin... casarse.


Sunhee sonrió al sarcasmo de su prometido. Si alguien entrara en este mismo momento, sea que esté permitido verse o no, sabrían que no deberían molestarlos. Porque qué momento es descansar con tu amante horas antes de que su relación logré la conexión máxima. Tener este tiempo solos para realmente llegar a los términos de la ocasión, y tener al amor de tu vida vivir el mismo sentimiento de tranquilidad en un momento donde se siente que la vida y el tiempo se detiene.



BOYFRIEND MATERIAL; BBHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora