¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
2018.04.27
Un domingo de primavera, la brisa entraba por la ventana abierta mientras que las cortinas se movían a la fuerza del poco viento que había. Mientras tanto, Sunhee y Baekhyun dormían tranquilamente, no alarmas, no prisas, no universidad ni trabajo. Todo era perfecto.
Sunhee fue despertando lentamente, y volteó hacia el otro lado para poder mirar a Baekhyun. Baekhyun despertó también, y sonrió sin todavía abrir los ojos.
— Buenos días — Baekhyun puso sus brazos atrás de su cabeza para ponerse más cómodo, aún sonriendo.
— Buenos días — contestó de vuelta Sunhee, depositando un beso sobre la mejilla del chico.
Sunhee se levantó de la cama pero Baekhyun la tomó del brazo y la empujó de nuevo hacia la cama para abrazarla.
— No te vayas todavía.
— Tengo que ir a la universidad, Byun — la voz de Sunhee era retenida por el pecho de Baekhyun, haciendo reír al castaño.
— Tonta, ahora es domingo — Baekhyun la soltó un poco para poder ver su rostro, sonrió para después irse acercando para darle un beso.
Pero Sunhee apartó su rostro lo más posible y habló:
— No te puedo besar, me apesta la boca.
— Oh, cariño, ¿Quieres que te recuerde de otras noches? — Baekhyun sonrió burlescamente.
— ¡Byun Baekhyun! — Sunhee soltó un golpe en el brazo de Baekhyun, que este no tardó en quejarse rápidamente y sobar la parte lastimada.
— Que amor — Baekhyun dijo con tono sarcástico.
— Sueltame mejor.
Baekhyun negó con la cabeza, aunque Sunhee había tratado de apartarse, Baekhyun aún la tenía en sus brazos.
Sunhee se volvió a recostar en el pecho de su novio, casi su brazo, para poder admirar su rostro. Baekhyun la miraba a las ojos, con una mirada enamoradiza, de esas miradas que un príncipe le da a su princesa.
Los dos estaban tan enamorados del uno al otro. La madre de Sunhee decía que era imposible vivir un cuento de hadas al menos que tuvieras suerte en encontrar al chico correcto a la primera, y Sunhee tenía que admitir que tuvo demasiada suerte, excesivamente le fue bien. Baekhyun pensaba lo mismo, jamás pensó que encontraría a una chica de la cual se enamoraría perdidamente.
— Baekhyun.
— Dime — el chico dijo con tranquilidad, poniendo un mechón de cabello atrás de la oreja de la pelinegra, mirando sus ojos con una sonrisa ligera.
— Te amo, en serio, nunca lo dudes.
Baekhyun sonrió, y la atrajo rápidamente de vuelta a su pecho.
— Yo te amo más de lo que te imaginas, Min Sunhee.
Sunhee sonrió al escuchar sus palabras, y dejó un beso en el desnudo pecho de Baekhyun.
— ¿Tienes hambre? — cuestionó Baekhyun.
— En realidad tengo mucha. No cené ayer.
Sunhee ahora por fin se pudo levantar de la cama y nunca faltan los comentarios de Baekhyun.
— ¿Sabes lo bien que te vez con mis camisetas y sin nada por debajo?
Sunhee levantó su dedo medio y salió por la puerta de la recámara. Baekhyun no tardó en alcanzarla para comenzar a hacer el desayuno.
— ¿Puedes hacer hot cakes? — gritó Sunhee desde la cocina.
— ¡Si! — respondió Baekhyun.
Dato curioso: Baekhyun aprendió a hacer repostería gracias a la mamá de Sunhee.
Cuando los dos se encontraban en la cocina, Baekhyun comenzó a hacer la mezcla para los panqueques y empezar a hacerlos en el sartén.
Sunhee por mientras, estaba sentada en una de las sillas de la barra. Dejo de mirar su teléfono para apreciar a Baekhyun, los pequeños gestos que hacía, como los músculos de su espalda se movían al mismo tiempo que movía sus brazos, su cabello, su perfil de vez en cuando. Todo el era perfecto.
— Deja de mirarme.
— No te miro.
— ¿Entonces por qué babeas tanto?
Sunhee rodó sus ojos y se levantó de su asiento para ir hasta donde Baekhyun estaba. Sunhee lo abrazó por detrás, y el chico sonrió al sentir los brazos de su novia. Le encantaba esa sensación. Sunhee no era de ser melosa y decirle apodos bonitos, pero sus acciones le hacían ver a Baekhyun lo mucho que ella lo amaba.
— Listo — dijo Baekhyun al apagar la estufa.
Sunhee depósito un beso en la espalda de Baekhyun, y se separó para ayudarle a su novio y sacar la miel y mantequilla del refrigerador.
Los dos comieron amenamente, hablando de cosas triviales, las cuentas por pagar, y a veces había silencio, pero un silencio cómodo que los dos disfrutaban.
Sunhee debía de admitir que la compañía de Baekhyun le venía de maravilla, y vice versa con Baekhyun a Sunhee. Desde que se conocieron, sabían que habría algo en el futuro entre ellos dos, todos lo sabían, su química era increíble.
Y vivir juntos, y despertar todos los días al lado del uno al otro, hacía de esta aventura más increíble.
