𝖘𝖆𝖓 𝖗𝖊𝖆𝖈𝖙𝖎𝖔𝖓𝖘

❝dirty game❞

san había mandado un auto hasta tu facultad para que te llevase hasta su edificio, donde momentos antes te había dicho por mensajes, te esperaba.
no tenías planeado que aquel chico que conducía fuera jongho, su amigo de san, quien descubriste tenía la misma edad que tú y los mismos intereses.
abriste tu chat con san y le pediste que estuviera abajo para recibirte, y guardaste tu celular cuando todo tornó oscuro, entendiste porqué en el momento en que la luz regresó iluminando el estacionamiento lleno de autos lujosos y de último modelo.

jongho estacionó y ambos bajaron del auto, a un lado de toda esa hilera viste a san quien te veía serio desde las puertas del elevador y caminaste hasta él con una sonrisa y los brazos estirados esperando un abrazo de su parte.

en cambio, lo único que recibiste fue un bruzco apreton en tu brazo que te obligó a bajarlo y te jalo junto a él al elevador. una vez dentro de este, jalaste de tu brazo haciendo que te soltara.

—¿qué pasa? me lastimó— tocaste donde san había apretado, dolía por la fuerza que había aplicado.

—no lo se, dime tú qué sucede, o por qué tendrías que estar sentada a lado de jongho— su semblante serio se adorno con un par se brazos cruzados, acomodaste tu mochila en uno de tus hombros.

—sólo quería conocer a su amigo— lo miraste confundida.

—podías hacerlo desde el asiento trasero— recargo su cuerpo contra una de las paredes mirando hacia el piso sonreiste al ver cómo movía molesto los cabellos que se interponian ante sus ojos.

—oh... ¿estás celoso?— te acercaste hasta estar frente a él y dejaste tu mochila a su lado para poder separar sus brazos y dejarlos al rededor de tu cintura teniendo así una excusa para estar cerca suyo.

su cabeza se ladeo ligeramente y peinaste sus cabellos destapando su rostro, diste un pequeño brinco al sentir una de sus manos chocando contra tu trasero —¿me has tuteado?

—perdón, aún no logro acostumbrarme— dejaste tus manos sobre sus hombros acariciando la parte trasera de su cabellera.

—no importa, me das una perfecta excusa para golpear ese trasero— te sonrió antes de acercase a besar tus labios, sus brazos apretaron desde tu espalda baja acercando más sus cuerpos mientras una caliente lucha de lenguas se llevaba a cabo entre ustedes dos. sentiste cómo su mano bajaba lentamente hasta tu trasero y su enorme mano varonil acaparaba gran parte de este, una sonrisa de su parte se colo a mitad de un beso separandolos así a ambos.

—¿qué pasa?— preguntaste mirándole a los ojos.

—hay que hacerlo aquí— te sonrió

—¿aquí? cualquiera puede entrar.

—no si lo paro— te sonrió mirándote con lujuria.

—mmm, no lo se, convenzame— le sonreiste antes de volver a unir sus labios.

te separaste de golpe arreglando tu ropa que san había levantado, al oír el sonido que indicaba las puertas se abrirían, él sólo rió por cómo habías actuado y recogió tu mochila para entregártela.

al abrirse las puertas, san salió del elevador dejando a tu vista un enorme piso lleno de escritorios acomodados por secciones, la gran mayoría eran mujeres y todas vestían prendas despampanantes haciéndote sentir intimidada, pues tu sólo desfilabas a lado de san con el uniforme de la escuela que parecía sacado de película porno.

san paró justo en frente de un blanco escritorio a lado una enorme puerta que suponías llevaba a su oficina —estaré trabajando, te agradecería que me digas cuando alguien llegue o quiera hablar conmigo.