ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ :
ᴀʟɢᴏ ᴍᴀʟᴏ ᴅᴇ ᴍɪʀᴀʀColoco mis audífonos en mis oídos mientras se reproduce Falling de Harry Styles, mi tía me sonríe antes de cerrar las pertas a mis espaldas y yo le devuelvo la sonrisa antes de empezar a correr, prácticamente no he dormido nada, pero aún así no puedo evitar correr.Ejercitarme cada mañana se ha vuelto adictivo. Sin contar de que estoy demasiado emocionada por conocer el bosque.
Corro por todo el camino de tierra mirando a los árboles a mis lados, no evito pensar entre la diferencia del paisaje, antes solo veía edificios y gente, ahora solo veo árboles. No pude presenciar el amanecer porque llegué casi a esa hora, pero la mañana no es menos hermosa. Y el factor de desconocer el lugar solo me anima a ir más lejos, a grabar en mi mente cuantas imágenes sean posibles.
Es curioso como los lugares pegan con las circunstancias, en París todo era actuar de una forma determinada, con límites justo como con mis padres, mientras que aquí puedo ir a donde quiera, no hay limites, todo es alocado, como mi tía y mi prima.
Sin darme cuenta me estoy alejando del camino, adentrándome entre los gigantescos arboles, pero la verdad no me asusta ni un poco, estoy emocionada por conocer lugares nuevos, la canción cambia por novena vez y comienza a sonda Don't You worry child. Es como activar los pensamientos sobre mi padre.
Y aumento la velocidad de mis pasos, trato de no pensar, de poner mi mente en blanco, pero seamos sinceros, ni siquiera han pasado cuarenta y ocho horas desde que me expulsaron y claro que pensar en mi padre, que aunque no fue el mejor, sigue siendo mi padre y que me echara de casa duele.
Recuerdo como anoche la tía Rosalind esperaba pacientemente sentada en el sofá de su casa a que llegásemos, mis padres nunca hicieron eso, creo que secretamente esperaban que no volviera.
Ayer Grecia me preguntó por mis amigos en París, amigos que no tengo, nunca me dejaron apegarme a nadie, pensé que me protegían y solo se aseguraban de que nada me atara a casa.
Algo sujeta mi pie y caigo al suelo dándome un fuerte golpe en la rodilla.
—Mierda. —Veo como comienza a brotar sangre de mi rodilla y joder arde mucho. —Maldita sea.
Trato de moverme pero me duele muchísimo, y no solo la rodilla que sangra, creo que me torcí el tobillo.
Tomo mi móvil para llamar a Grecia o a mi tía por ayuda, pero ¡Sorpresa! En el bosque no hay cobertura.
—Joder. —Grito de frustración y las lágrimas comienzan a salir sin control por mi rostro.
Estoy en un punto en el que no sé porque lloro, si por el dolor que recorre mi pierna derecha, si es por no poder pedir ayuda, o por mis padres, esos que criaron a una hija para sacarla de la casa.
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Lágrimas de Sangre ©✔
Romance𝖍𝖎𝖘𝖙𝖔𝖗𝖎𝖆 𝖉𝖊 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔𝖘 Fabulosa portada por la fabulosa @DreamsGraphics Para Leah Barnes mudarse a casa de su tía, era una total locura. Perdería su vida perfecta en Paris, perdería sus amistades, pero nada de eso era relevante cuan...