ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ :
ʟᴀɢʀɪᴍᴀs ᴅᴇ sᴀɴɢʀᴇAhí en un cuarto de baño de azulejos negros y blancos, donde el olor a vainilla reina, donde las cortinas son finas y caras, donde las luces parpadean, como si existiese la presencia de algún fantasma. Aunque los fantasmas no existen, solo son problemas debido la antigüedad de la casa y del sistema eléctrico. Bastante realista.
Una casa que a pesar de los años se han mantenido hermosa, que a pesar de la ausencia de sus dueños, se ha mantenido fuerte, una casa donde la historia está más viva que su propio dueño, una casa que no es mía. Pero que ahora en medio del bosque, rodeada de árboles que solo la ayudan a lucir más misteriosa, está tan sola como yo. Pero no es su culpa estar sola, en cuanto a mi... No puedo decir lo mismo.
Ahí en aquella bañera, que fue testigos de tantos momentos de lujuria y pasión... De tanto amor, tantas confesiones y consolaciones, ahí donde se derritió el hielo, dónde el me contó sus miedos.
Estaba yo.
La ducha fue abierta.
El agua fría comenzó a recorrer mi cuerpo, limpiando la tierra en mi cabello, llevándose con ella las lágrimas de mi rostro que en este momento salían más fuertes que nunca aunque me negaba a hacer algún ruido que indicara mis sentimientos. Pero eso no era lo único que se llevaba el agua, el agua limpiaba la suciedad y la mugre... Pero no las culpas.
Mi mirada fue al tragante , ahí veía como el agua desaparecía, el agua tintada de marón, con tonos de rojo. Rojo como la sangre que cubría mi cuerpo, que tanto trabajo me costaba quitar, es como si fuera un recordatorio de todo lo que he perdido, en es parte mía por las heridas provocadas en una feroz batalla, una que se llevó un trozo de mi corazón, pero la mayoría no, era su sangre, lo ultimo que quedaba de esa persona, esa que fue tan importante para mi, pero que tuve matar, tuve que asesinarla. Por que era lo mejor para todos.
Es curioso como la sangre y la tierra junto al agua desaparecen por el tragante sin dejar rastro. Ojalá la culpa también desapareciera de esa forma. Pero no, ahí está ella consumiéndome poco a poco.
He matado.
He matado a alguien que ya estaba muerto.
He matado a un vampiro.
Si, los fantasmas no son reales, tampoco las hadas madrinas o los hombres lobo, pero la raza vampira es real. Tan real que entraron en mi vida para nunca salir.
Siempre estarán ahí como recordatorio de lo que soy.
Ahora mi cuerpo llora lágrimas de sangre por esos ojos azules que jamás volveré a ver.
Los ojos de mi tía.
El fuego no alcanzó la totalidad de la casa, el baño de mi habitación junto con esta quedaron intactos. Aún así no pienso llevarme nada.
Si, llevarme, porque ahora definitivamente me he quedado sola. Mi madre me abandonó porque no queria estar cerca de vampiros, no me recivirá al saver que me convertí en uno.Mi prima ha muerto, he asesinado a mi tía. Soy la personificada de la palabra soledad.
Miro mi imagen en el espejo, no noto nada diferente, solo la mirada apagada y la ausencia de las heridas causada en el bosque.
La chaqueta de cuero me espera sobre el estante junto con mi ropa que o tardo en colocarme. Veo el látigo de reojo y me lo coloco como cinturón aunque ya no será necesario usarlo. También me coloco unas guantillas y unaa botas de tacón junto a los vaqueros. Sobre la mesa me esperan las llaves de una de las motos de Grecia.
Llaves que tomo antes de exparsir gasolina por lo que queda de la casa, es hora de desaprecer como si debe. Quedando muerta para el mundo.
Tomo a Suggar que me espera sobre mi cama y lo meto dentro de la mochila.El será mi única compañía por los próximos años al parecer. Le doy in último vistazo a todo. A mi cámara sobre la cama junto a mis fotos que se encuentran exparsidas.
-Es hora de comenzar una nueva vida.
Dejo caer un cerillo prendido al suelo y salgo brincado por la ventana. Aparto el cabello de mi rostro antes de avanzar hacia la moto negra de mi prima. La enciendo y le doy un ultimo vistazo a la casa en llamas. El sol está por salir y la sirena de los bomberos no tarda en sonar.
-Hasta nunca -Le digo a no se que y arranco hacia no se donde.
...
El aire golpea mi rostro y mi estomago ruge necesitado, no es una hambuerguesa lo que necesito y lo se muy bien cuando mis propios colmillos se clavan en la piel de mis labios. Afortunadamente veo a un hombre haciendo autoestop a mitad de la autopista.
Detengo la mito junto a él no me pierdo la mirada lasiva que me da. Tiene pinta de camilnero, y olor a alchol miro detenidamente su vestiario y co sigo ver tela anaranjada bajo el mono azul que lleva.
Algún recluso que se ha escaoado de la prisión sin duda.
-¿Te llevo?-Le sonrío con coquetería quitandime el casco.
- A la luna mi reina.
Se acerca a mi y trata de colocar su mano en mi cintura cuando usando mi nueva e inexplorada fuerza lo lanzo hacia adelante.
-Mmm soy nueva en esto -Le sonrío cuando veo el terror en sus ojos.-Perp estoy segura de que finciona así-Llevo mis lavios hacia su muñeca y clavo los colmillos.
Es como si me sumaran mil años de un tirón, me siento eufórica, más vital, más feliz incluso. La sangre se me antoja como algo extremadamente deli9so au que Laex me aseguró en su momento que no le parecía así.No quiero detenerme pero sé que si no lo hago llevaré otra vida sobre mis hombros. Así que de mala gana me aparto.
Me ha visto a los ojos y sorprendente consigo entrar a su cabeza sin mucho esfuerzo, veo mi rostro en sus recuerdos y me deshago de ellos , veo que efectivamente ha escapado de la prisión y sonrió al cambiarle las imágenes y la orientación. Haciendolo tomar el camino a ella cuando me alejo.
Creo que le estoy tomando el gusto a esto de ser yna vampiresa.
...
El sol comienza a desaprecern en el horizonete mienstras yo manejo esta vez por una carretera secundaria sobre un acantilado. Mirando el ocaso. Me veo en la necesidad de detenerme cuando siento que la escena es demasiado bella. Instintivamente busco mi cámara, pero recuerdo que ardió.
En el horizonte veo a una encantadora pareja en un bote, un chico de cabello oscuro remando mientras una joven de cabello rojo lo mira como el centro de su mundo. Y por un momento quisiera ser ellos, quisera esta así, con él.
Si de algo me arrepiento es de no haberlo escuchado porque sacando unas cuantas cuentas Alex fue quien menos me mintió y lo peor es que lo alejé para siempre.
Una solitaria lágrima cae por mi mejilla mientras pienso en él. Después de todo estaba enmaorada y solo lo arruiné .
Me volteo para caminar hacia la moto cuando doy un respingo por la sorpresa. Junto a la moto hay otra, una de color azul y recostado en la mía está él. Su cabello rubio perfectamente despeinado y su mirada en el mar.
Por un momento pienso que es una visión pero luego recuerdo que ya no puedo tener visones.
-¿Alex?
-Cookie -Quiero llorar con el simple hecho de escuchar mi apodo en sus labios.
-¿Qué haces aquí?
-Enserio pendaste que te dejaria sola en esta nueva estapa.-Sonríe de lado jugando con mi casco.-¿Qué poco me conoces Cookie?
-Pero yo...tú.
-Hay cosas que debemos hablar pero lo importante es que ambos estamos aquí.
-¿Dónde?
-En el inicio del camino hacia una nueva vida.-Me mira directamente. -Una juntos.
Más lágrimas corren por mis mejillas manchando de rojo mi blusa, después de todos los vampiros lloramos sangre.
Se acerca a mi como ha hecho mil veces, hipnotizadome con su andar.
-Una con lágrimas de sangre.
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Lágrimas de Sangre ©✔
Romance𝖍𝖎𝖘𝖙𝖔𝖗𝖎𝖆 𝖉𝖊 𝖛𝖆𝖒𝖕𝖎𝖗𝖔𝖘 Fabulosa portada por la fabulosa @DreamsGraphics Para Leah Barnes mudarse a casa de su tía, era una total locura. Perdería su vida perfecta en Paris, perdería sus amistades, pero nada de eso era relevante cuan...