– ¿Nos plantaron?– Sip, nos plantaron.
Toto bufó, Willy se recargó en la silla, Patín Patán volvió a revisar su celular para revisar si había algún mensaje o llamada (llevandose el mismo resultado que las 9 veces anteriores, 0) y Tocino empezó un nuevo origami con las servilletas.
– No puedo creer que nos hayan dejado aquí colgados con la cuenta. Sobretodo no se lo puedo creer a Bibi, ella no hace eso – Toto no dejaba y mover sus manos nervioso.
– ¿Y si pasó algo? – Willy se mostró genuinamente preocupado ante este catastrófico pensamiento y miró a sus compañeros.
– Nah, Bibi es inteligente. No se dejaría. Va a reportarse en cualquier momento – Dijo Patín Patán, volviendo a guardar su celular en los bolsillos, no sin antes asegurarse de que estuviera el sonido activado.
Un silencio que ya los tenía acostumbrados volvió a caer sobre sus hombros, unicamente quedandose el leve ruido de las servilletas siendo dobladas por las manos de Tocino, ajeno totalmente a todas las situaciones a su alrededor.
Era cierto que Patín confiaba en el criterío de la acróbata y que preocuparse por su seguridad era un desgaste mental pero igual le preocupaba la rapidez con la que habían desaparecido ella y Confi.
No iba a mentir, le preocupaba un poco más el oji-azul que la acróbata.
– ¿Y? ¿Cómo has estado?
Patín se sobresaltó un poco ante la voz del enfermero, despertandolo de sus pensamientos.
– Con madre mi Willy – Patín se recargó en la silla y sonrió tranquilo – ¿Y tú?
Era un poco raro que se preocupara por él ahora, pero viendo la escases de temas de conversación, Patín decidio seguirle el juego.
– ¿También de lo otro? – Willy habló mucho más bajo y de un movimiento tan sutil que fue casi invisible para el oji-ambar, tomó un pedacito de su manga y lo jaló. Patín sintió un sudor frío bajandole por la nuca pero sacó su mejor sonrisa a relucir y prosiguió.
– Simonetas, todo bien.
– ¿De qué están hablando ustedes dos?
Toto miraba al enfermero y a su entrenador con la ceja levantada, lo que provocó que Patín carraspeara un poco.
– Patín nunca se sacó los muelas del juicio y tuve que mover hilos para que le dieran una cita.
– ¡Te dije que era un secreto!
A pesar del gesto brusco y el tono de reproche, Patín agradeció silenciosamente la astuta mentira de Willy y pronto la plática se desvió a otro tema, sin embargo, la memoria de Patín lo empujó a ese recuerdo, apenas unos días después de rescatar a Confi de la casa de Huevay.
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Amortometro//Patín patán x Confi
Random(esto es una secuela, te recomiendo leer el primer tomo llamado "violentometro", puesto que se mencionaran sucesos que pasaron ahí) despues de darle el alta en el hospital, Patán se promete cuidar y proteger a Confi, quien apenas sale vivo de una r...