– ¿Ya son todas?
– Creo que sí.
Willy volvía a revisar las fotos en su teléfono, asegurándose de que todas ya estuvieran en la pantalla de la farmacia.
Hace unos días, Patín le había pedido de fabor sí lo podía acompañar a imprimir unas fotos, ya que su celular no era compatible con la máquina de la farmacia que hacía el trabajo.
El sonido de las fotografía comenzando a salir de la impresora llenó el ambiente, era ya de noche y el establecimiento estaba casi vacío.
– Oye, ¿Me recuerdas nuevamente para qué ocupas estas fotos?
– Es solo un regalo para Confi – Patín explicó con simpleza, como sí guera lo más obvio del mundo pero Willy se quedó con ganas de preguntar más.
– Sí pero, ¿para qué?
– Simplemente porque siento que sería un detalle bonito. ¿De qué sirve tener tantas fotos en el celular? Probablemente se van a terminar borrando y perdiendo, es muchísimo mejor tenerlas así en físico – Poco a poco, Patín comenzó a desviarse del tema, hablando sobre los inicios de la fotografía y el problema de la era digital, pero en cierto momento de la charla, Willy dió con el clavo de la situación.
– Oh por Dios, ¿Te gusta Confi?
Patín cerró la boca de inmediato, convirtiéndola en una línea recta perfecta y miró a Willy. Intentó encontrar palabras que convencieran la ex sargento de lo contrario, pero de su boca solo salió un ruidito agudo y tembloroso por los nervios de verse acorralado y Willy terminó por confirmar el asunto.
– Así que es por eso – Su voz tenía un tono burlón, aunque no irrespetuoso. Casi sonaba más aliviado, como alguién que acaba de resolver un problema de matemáticas muy complicado – Bibi me explicó que ustedes eran unidos, pero ahora comprendo que son mucho más.
Patín sentía el rostro caliente ¿Era tan obvio? Bueno, al menos no tanto, el enfermero necesitó que el peli-verde metiera la pata para que le cayera el veinte sobre sus sentimientos hacía el oji-azul, pero lo aterraba lo rápido que llegó a las conclusiones en cuanto encontró la pieza faltante.
– Sí, me gusta – Admitió por fin en voz alta Patín, y fué como sí todo alrededor se aclarara. Eso era lo que lo había impulsado todo este tiempo, le gustaba Confi y "gustar" era la manera más simple de describir todo lo que sentía cuando estaba con Confi.
Era su motor. Se sentía con fuerzas y ánimos cada vez que estaba con él o se trataba de él, quería protegerlo pero también que él lo protegiera, su mera compañía lo hacía sentir completo, de píe.
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Amortometro//Patín patán x Confi
Random(esto es una secuela, te recomiendo leer el primer tomo llamado "violentometro", puesto que se mencionaran sucesos que pasaron ahí) despues de darle el alta en el hospital, Patán se promete cuidar y proteger a Confi, quien apenas sale vivo de una r...