ayudar

146 16 15
                                    

Le hubiera encantado culpar al pánico o a la confusión del momento, pero sabía de antemano que jamás sería capáz de hacerlo, fue decisión totalmente suya

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Le hubiera encantado culpar al pánico o a la confusión del momento, pero sabía de antemano que jamás sería capáz de hacerlo, fue decisión totalmente suya.

El amarillo del compartimiento prácticamente comenzó a brillar en la oscuridad del cuarto, como llamándolo.

Con manos temblorosas lo tomó y después lo estrujó, abriéndolo.

Algunás pastillas se habían partido pero la mayoría seguían intactas y todas seguían siendo comestibles.

Las colocó en la palma de la mano, y casi juró que el contacto pastilla-piel le quemó, pero igual no soltó nada, solo examinaba en silencio.

Hasta que las metió en su boca de un solo movimiento limpio. Después de eso, apenas y recuerda todo.

•••

Dos horas después...

Aún era muy, muy temprano pero igual no tenía sueño.

Por obvias razones.

No dejaba de revisar las fotos más recientes en las redes sociales de el poeta de capa púrpura; creyó que ya lo había superado pero aquella plátida en el estudio de grabación había abierto la herida.

Ferdinand tenía pareja.

Con uno de sus compañeros poetas, o tal vez los dos al mismo tiempo; realmente no recuerda y casi le da igual. Aparecen los nombres en el perfil de facebook, abajo de las fotos de perfil se leé "Ferdinand está en una relación con..." pero se negaba rotundamente a releer y recordar todo.

Porque si recordaba el, (o los), nombre, (o nombres), de la, (O las), pareja, (O parejas), de Ferdinad, recordaría la conversación, h después sus sentimientos recluidos y entonces su mente lo guiaría a cuando su casa era un desastre y no podía separarse del celular porque esperaba urgentemente los mensajes de Ferdinand porque lo hacía sentir bien aunque no fueran los más amables.

Entonces escucha un ruido fuerte afuera de su habitación.

Lo estruendoso que fue lo asustó pero el sepulcral silencio que hubo después de este lo aterró.

Salió del cuarto con cuidado, listo para pelear con ladrones o lo que fuera, pero solo encontró a Confi en la cocina intentando limpiar unos pedazos de una taza de cristal la cuál se había roto en mil pedazos.

– Déjame ayudarte carnal – Casi de forma automática, se adentró en la cocina y se agachó junto a su hermano, este al principio no pareció haberse dado cuenta de la presencia de el rastudo al principio, pero cuando Pascua se acercó más, solo para revisar sí Confi no se había hecho daño con los cristales, el oji-azul dió un respingo.

Se le quedó mirando a Pascua con los ojos muy abiertos y fijos, como un buhó. Solo así fue que Pascua se dió cuenta de el anormal tamaño de las pupilas en sus ojos azules.

Amortometro//Patín patán x ConfiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora