Estrictamente Laboral.

𝐂𝐡¹¹.

Esᴛʀɪᴄᴛᴀᴍᴇɴᴛᴇ Lᴀʙᴏʀᴀʟ
( 𝕹𝖆𝖈𝖍𝖙 𝖝 𝕹𝖔𝖟𝖊𝖑 )

Aún se encontraba preocupado por el asunto de Yami cuando se lanzó en la cama esperando que el contrario lo refugiara en sus brazos, poco a poco se iban dejando caer, se sentían tan pesados, había en el aire una especie de tristeza nostálgica de la que ninguno quería hablar, no era necesario ambos sabían de que se trataba y no estaban preparados para tratar el tema.

— Capitán... — Nacht iba a empezar a hablar pero se detuvo de golpe cuando el contrario empezó a acariciar sus cabellos, dejó salir un suspiro y le besó suavemente el pecho ya que por la forma como se habían acostado era lo que tenía más cerca.

Nozel tomó el mentón de su acompañante y lo levantó para que lo besara en la boca y mientras se fundían en ese beso solo podía pensar en lo agradable que se sentía. 

— A veces me gustaría saber si yo te gusto — dijo Nozel de repente tras terminar el beso.

— ¿Porqué dudas al respecto?

— No estoy preparado para hablar de eso, solo que tengo muchas cosas en mente justo ahora y si voy dejándolas salir poco a poco creo que pesarán menos, aunque no creo estar preparado para que me respondas a ninguna.

— Ya veo, entonces me aseguraré de tener una respuesta cuando tú la desees — susurrando esto el azabache se escondió en el cuello del contrario plantando suaves besos mientras sus manos se apresuraban a acariciarlo por completo.

Rápidamente Nozel se deja llevar por la pasión del contrario, no se encuentra bien y de alguna forma siente que necesita llenarse de aquel hombre, ser consumido; no quiere pensar en lo que pasará mañana, en los problemas que siente venir y en el montón de inseguridades que se han formado en su cabeza durante esta última semana, solo quiere quedarse en él, fundirse en su cuerpo, sentir que son uno y que al menos por un instante de eternidad: nada puede separarlos. 

Tras descargar toda su pasión y a la vez su dolor el uno en el otro, se recuestan agotados en la cama; Nozel no pretende irse de allí y Nacht tampoco quiere que se vaya, lo saben pero no se dicen nada, el peliplateado se cubre con una de las mantas acomodándose en el rincón de la cama. El azabache se levanta se pone su pantalón y se sienta en la ventana con el pecho descubierto. El contrario le mira desde la cama, pero este no le devuelve la mirada, enciende su cigarro sonriendo a la nada, aunque en el fondo Nozel sabe que esa sonrisa es para él, a pesar de todo poco a poco aprendía a diferenciar las expresiones del chico, logrando reconocer cuando significaban algo bueno y cuando no. Después de un par de minutos el silencio ya se hacía demasiado agotador, así que el Capitán se fue quedando dormido, tras esto Nacht se levantó y aseguró la puerta, se acostó al lado del capitán abrazándolo por la espalda y en esa posición durmieron toda la noche.