Estrictamente Laboral.

𝐂𝐡².

𝕹𝖆𝖈𝖍𝖙 𝖝 𝕹𝖔𝖟𝖊𝖑

Sin querer; buscando una razón válida para verse con el azabache, Nozel estuvo pensando en él constantemente, normalmente no se complicaría tanto para solicitar una reunión, pero sentía que debía tener una excusa razonable para solicitar a ese chico. Al final inventó algo acerca de una investigación de tipos de magia y fue suficiente para que Yami aceptara y enviara al chico a reunirse con él en su orden.

El día de la reunión llegó, el pelinegro entró a la orden de la Águilas Plateadas entrada la tarde, habían ya pocos caballeros por allí y uno de ellos le hizo el favor de custodiar lo hasta la sala en donde lo esperaba el Capitán. Nacht entró con su característica expresión sonriente, sorprendiendo al peliplateado que aún creía que esa expresión había sido una forma de jugar con su mente, parecía imposible que alguien pudiese tener esa sonrisa permanentemente. Le invitó a sentarse sin saludarlo, haciendo un gesto con el brazo y entró hasta el sofá donde se encontraba el capitán. Se sentó en un sillón que había frente a este.

— Buenas tardes, Capitán. Un placer volver a verlo. — el tono de voz del azabache era grave, pero sus palabras salían suavemente de su boca.
— Buena tarde, muchas gracias por venir, lamento interrumpir su trabajo.
— No hay problema, dijeron que me necesitabas y tenía el tiempo para venir.
— En realidad había algo de lo que quería hablarle — de manera inexplicable, el peliplateado se puso algo nervioso tras decir estas palabras — Sobre el día que nos conocimos.
— ¿La reunión con Yami?
— Así es, es que no sé bien cómo preguntar esto, pero ¿Siempre tiene esa expresión?
— ¿Yo? — Nacht dejó escapar una risita que disimulo lo mejor que pudo al ver la cara seria del capitán — es una pregunta interesante y aunque creo que algunas personas también se la han hecho eres el primero que me lo pregunta directamente.
— Eso significa que siempre es así. — Nozel se encontraba irritado, pero no sabía muy bien porqué.
— Así es, esta es mi expresión todo el tiempo.
— Por un momento pensé que sería algún tipo de truco suyo y del extranjero — Se relajó recostándose en el sofá. — Me cuesta fiarme de él.
— A mí tampoco me agrada, pero es alguien de fiar, aunque su personalidad es desagradable.
— Si usted lo dice.
—  ¿Entonces eso era todo? Y yo creyendo que mi magia tenía algo de interesante para el Señor Capitán de la Realeza.
— Lo lamento por eso — por alguna razón las palabras y el tono sarcástico del muchacho hicieron que el peliplateado se sintiera mal — Puede que sea interesante, pero yo no soy del tipo investigador. Fue una mala excusa.
— Pues entonces, yo me voy. — se levantó del sillón lentamente sonriendo — La próxima vez no tienes que inventar excusas si quieres verme, simplemente avísame.

Nozel pudo notar algo diferente en la expresión del muchacho, seguía sonriendo, pero tenía algo que le causó intriga. Nacht dejó un sobre con sus datos personales en una mesa que había en la habitación y salió de allí haciendo un gesto de despedida con la mano. El peliplateado tardó en levantarse, se quedó hasta bastante tarde en la noche decidiendo que haría frente a las palabras de ese hombre que aparentemente no iba dejar de dar vueltas en su cabeza.