Estrictamente Laboral.

𝐂𝐡¹⁴.

Al despertar Nacht ya no se encontraba en la cama del capitán, pero el peliplateado de alguna forma sabía que se había quedado hasta hace poco, sentía como toda la energía de ese hombre inundaba su habitación y quería quedarse allí, acostado en esa cama que aún olía a él. Terminó dando vueltas en la cama cerca de una hora antes de levantarse y estando ya de pie notó un par de folios puestos sobre su mesa: el primero de ellos era un buen boceto de discurso para el día en que terminara el intercambio, suponía que Nacht lo había dejado para él así que no dudo en que podría usarlo; era la primera vez que la veía, pero le parecía que la caligrafía del azabache era bastante bonita. Por alguna razón, esa mañana se encontraba bastante feliz, a pesar de lo ocurrido en la noche anterior sentía que respiraba mejor ese día. Leyó con detenimiento el segundo folio, con una gran sonrisa en el rostro y lo guardó en su caja fuerte.

Salió a revisar los pendientes en su orden, pero las tareas del día ya habían sido asignadas por el vicecapitan, así que él podía encargarse de sus propios asuntos desde temprano en la mañana.

 Decidió encargarse personalmente de un incidente con magos bandidos en una ciudad cercana, estaría fuera esa noche y esperaba regresar al siguiente día. No era muy común que el capitán se encargase de ese tipo de misiones sin la orden directa del Rey Mago, pero Nozel sabía que eso era exactamente lo que necesitaba, estar lejos, no tener la opción de regresar corriendo a refugiarse en los brazos de azabache y pasar, al menos esa noche consigo mismo.

Como el mago habilidoso que era, terminó con el incidente bastante pronto, pero ya que había decidido estar fuera ese día se quedó "vigilando" la ciudad a la que había viajado, alquiló una habitación en un buen hostal y cerca de la media noche se encerró allí con la intención de descansar. Rápidamente se dio cuenta que por más que tratara de ignorarlo, tanto su cabeza como su cuerpo se encontraban buscando a Nacht, habían sido solo unas horas y ya le extrañaba con cada milimetro de su ser, ciertamente eso significaba un problema, tenía muy poco tiempo antes de despedirse definitivamente de él y sabía que se iría aún si le pedía quedarse, Nozel era consciente que el sombrío muchacho partiría según lo planeado, sin importar lo que él o incluso lo que ambos deseasen.

En esa oscura habitación, el águila se preguntaba porqué resultaban las cosas así, se negaba a creer que los sentimientos de Nacht habían sido solo producto de su imaginación, sabía que era correspondido, que el azabache también estaba enamorado de él, pero entonces ¿Porqué no se quedaba a su lado? ¿Porqué no aceptaba su amor? Si alguien de la realeza y lider de la segunda mejor orden de caballería, estaba dispuesto a arriesgarse por quererlo a sabiendas de todos los problemas que podía conllevar ¿Qué carga o miedo podría tener el otro chico que le impedía aceptarlo?

Estuvo un par de horas dando vueltas en aquella habitación, mientras repasaba todo lo que conocía sobre ese chico buscando la más mínima esperanza de hacer que se quedara, no se le ocurrió nada; al final se acostó derrotado y decaído, sabiendo que por los pocos días que quedaban lo mejor que podía hacer era mantener la distancia, pues no soportaría la ausencia de ese chico si seguía disfrutando de la dicha de tenerlo cada noche solo para él.