𝐂𝐡¹²

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A 20 días de iniciado el intercambio de vicecapitanes, Nozel se encontraba bastante confundido respecto a su situación. Trataba de comprender cómo había llegado al punto en el que estaba y de cierta forma entender sus propios sentimientos, el recuento en su cabeza era más o menos algo así: "Conocí a un chico siniestro, nos encontramos repetidas veces, me llevó ebrio a mi casa, luego se mudó a mi orden, me besó, terminamos siendo... ¿Qué es exactamente lo que somos? No somos pareja obviamente, pero tampoco podría reducirlo únicamente a ser compañeros sexuales, yo realmente siento algo por él, sí lo quiero, pero ¿Qué pensará él respecto a nosotros?" El peliplateado daba vueltas por su oficina pensando en ello, preguntándose si debía hablarlo con él o simplemente dejar que las cosas fueran como habían sido hasta ahora. Lo cierto es que debía tomar una decisión con respecto a ello porque quedaban 10 días del intercambio y después de ello seguramente sus caminos serían separados.

— ¡CAPITÁN! — gritó de repente un caballero que llevaba un buen rato hablando con él sin darse cuenta que no estaba siendo escuchado. 

— Oh, disculpe, tengo bastantes cosas en que enfocarme. 

— Lo sé, por eso no quiero quitarle mucho tiempo — le extendió una documento — al parecer para finalizar el intercambio de vicecapitanes, se hará una especie de reunión amplia y se espera que algunos de lo capitanes cuenten sobre su experiencia, dado que usted fue el único capitán que eligió al vice-capitán con el que se quedaría, el rey mago espera que sea uno de los que hable. 

— Ya veo ¿Debo dar una respuesta o es una de esas peticiones obligatorias? 

— Se supone que es opcional, pero usted conoce al rey mago, no creo que acepte un no como respuesta. 

— Es cierto — sonrió discretamente —por favor escriba y diga que lo haré ¿Hay algo más que revisar? 

— No señor, con permiso, — se acercó a la puerta para irse —iré a repartir las misiones asignadas.

Nozel hizo un gesto de aprobación y despedida con la mano mientras se dirigía hacia su escritorio, ahora tenía una preocupación más y algo en su interior le decía que no iba a ser nada fácil hablar acerca de esa experiencia. 

Mientras tanto Nacht se encontraba en la zona fronteriza del reino haciendo una investigación respecto a una serie de desapariciones junto con 2 caballeros de la orden, era bastante eficaz en el trabajo y ya tenía suficientes pistas por lo que parecía que ese día también terminaría temprano y regresaría a la sede. 

A diferencia de Nozel, Nacht no solía pensar mucho en lo que sucedía entre ambos, se limitaba a disfrutar de ello mientras lo tuviera pues era consciente que acabaría pronto y no se permitía distracciones durante sus misiones, debía mostrarse como un gran vice-capitán, no es que alguien lo presionara para ello, pero sentía que tenía que ser así, en parte por lo mucho que le molestaba la mala opinión que tenían todos sobre su orden, pero sabía que había algo más en su impulso, de todos modos no se pondría a perder tiempo pensando en ello. 

Llegó a la base entrada la tarde, por costumbre caminó hacia la oficina de Nozel a informar de lo ocurrido. Al entrar no había nadie, pero se sintió en la suficiente confianza como para pasar y sentarse a esperar al Capitán que llegó uno pocos minutos después. 

— Buenas tardes, Capitán —decía sonriendo mientras el contrario entraba. 

— ¿Qué tal estuvo la misión? — preguntaba el peliplateado sin levantar la vista de lo que venía leyendo, no es que fuera algo muy importante, pero su mente lo había estado atormentando todo el día y no quería mirar al contrario. 

— Estuvo bien, sin complicaciones, como siempre. 

— Qué bueno. — caminaba hacia su escritorio. 

— ¿Y tú, cómo estuvo todo por aquí? — preguntó Nacht mirándolo fijamente. 

— Bien, no hubo mucho que hacer, terminé algunos pendientes y recibí una comunicación sobre un evento por la finalización del intercambio. 

— Ya veo, un mes pasó más rápido de lo que creí 

— Ciertamente así fue, ahora debo hablar acerca de la experiencia y no estoy muy seguro qué decir. — se recostó en la silla mirando al techo. 

— Pues fue bueno ¿no? Creo que congeniamos bien como capitán y vice-capitán, tus caballeros aprendieron un par de cosas conmigo  y yo tuve la oportunidad de estar en una orden que no causa un problema cada que va a algún lugar, mi recuento al respecto es bastante positivo. 

— Tienes razón, es bastante positivo, creo que diré algo de lo que dijiste, espero que Julius no pretenda que hable demasiado. 

Nacht, cansado de no recibir siquiera una mirada de reojo de parte del contrario, se levantó del sofá y se dirigió hacia el escritorio

— ¿Sucede algo? —  preguntó el azabache sentándose sobre la mesa. 

— ¿Porqué preguntas? 

— Eso es un sí — perdiendo un poco la paciencia se acercó aún más y tomó el mentón del capitán acercándolo a su cara y obligándolo a mirarle. — ¿Qué sucede, Nozel?

— No es nada — el peliplateado rápidamente se sonrojó bastante, pero no trató de huir del agarre del contrario — en verdad... —suspiró suavemente relajando por completo su cuerpo — no pasa nada, no te preocupes. — hizo un mal intento por sonreír y acarició brevemente la mejilla del azabache.

— La verdad es que no me gusta que me mientan — soltó al peliplateado y se sentó mirándolo, no sonreía como habitualmente lo hacía, su expresión era seria y sus ojos estaban clavados en el otro hombre. 

 — Yo, lo siento mucho —se levantó de la silla y se sentó sobre la mesa con el muchacho — pero realmente no es nada de lo que necesites preocuparte. 

Como buscando escapar Nozel besó a Nacht fuertemente y aunque una pequeña lágrima caía por la mejilla del capitán, el vice-capitán se vio obligado a ignorarla pues el otro no estaba dispuesto a hablar al respecto, por lo que simplemente lo abrazó y le permitió esconderse allí: en sus labios y en su cuello, todo el tiempo que fuera necesario. 

Estrictamente Laboral.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora