𝐂𝐡⁵.

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     ( 𝕹𝖆𝖈𝖍𝖙 𝖝 𝕹𝖔𝖟𝖊𝖑 )

Finalmente Nacht terminó el beso e inmediatamente Nozel saltó hacia atrás alejándose lo más posible del azabache, se encontraba completamente sonrojado y no decía ninguna palabra, sólo miraba al piso tapando su boca con sus manos.

— Lo siento mucho, Capitán. — Dijo Nacht poniéndose de pie y caminando hacia la salida — con permi...
— Alto ahí — habló fuertemente, sin dejarlo salir y sosteniendo con magia la puerta cerrada el peliplateado se acercó a Nacht con ojos que parecían querer matarlo — Nadie puede saber de esto.

Nozel se acercó lentamente al azabache, sus pasos eran más firmes que nunca, pero su cara seguía sonrojada y al hablar su voz temblaba un poco. Nacht pensó que se veía bastante guapo en ese estado, pero decidió no decir nada porque eso seguro enojaría más al contrario. No dejaba de sonreír y eso que también se encontraba un poco ruborizado por la situación anterior, su inquietante expresión seguía siendo irritante para el peliplateado.

— No se preocupe, nadie tiene por que saberlo — Suavizó su sonrisa y miró fijamente los ojos del capitán.

— Eso espero — desvió mirada inmediatamente.

— Así será capitán. — Le organizó tras la oreja un cabello que se le había soltado.

— Y tampoco quiero que vuelva a suceder — golpeó suavemente la mano del chico alejándose de él.

— Como usted mande. — se acercó a él por la espalda, lo rodeo con los brazos pero no llegó a hacer contacto físico y se alejó — Hasta mañana Capitán.

Nacht salió de allí y suspiró fuertemente, no tenía arrepentimiento alguno por haber besado a aquel hombre, además no consideraba que hubiera salido mal, seguía trabajando allí y no había sido atacado ni rechazado, era su definición de un resultado positivo, aunque tendría que cumplir su deseo y no volver a hacerlo. Llegó a su habitación sin muchas ganas de dormir, se sentó en el marco de la ventana y se puso a fumar un cigarrillo; la verdad es que sí sentía un poco de alivio dejando salir el humo por su boca junto con sus pensamientos, su sonrisa de siempre era ahora una expresión seria que solo tenía en mente unos brillantes ojos púrpuras.

Por su parte Nozel estaba un poco más inquieto, tras la salida del chico de su oficina se tardó en comprender del todo lo que había sucedido. Aún sentía en sus labios el sabor de los del chico y su cuerpo no reaccionaba, se encontraba allí de pie justo en donde estaba cuando el muchacho atravesó la puerta, pensando en ese beso, analizando detalladamente cada segundo antes y después de este, preguntándose porqué sentía una extraña sensación de calor en los lugares donde el azabache lo había rozado antes de salir de su oficina. Al cabo de un rato se movió y se sentó en el sofá, notando que aún tenía rastros del olor del chico, quería y debía enfocarse en el trabajo, en todo lo que tenía pendiente para hacer esa semana, pero simplemente no podía mantener la imagen de Nacht fuera de su cabeza por más de 5 minutos.

Pasada la media noche, Nozel terminó por caer rendido sobre su escritorio sin haber avanzado mucho en el trabajo que pretendía hacer, mientras Nacht seguía sentado en la ventana viendo la oscuridad de la noche y esperando que el viento le trajera respuestas sobre cómo debía comportarse a partir de ese momento.

El día llegó como si nada, Nozel se despertó con el bullicio de los caballeros de su orden yendo de un lado a otro, se lavó la cara y se organizó la ropa y el manto para salir a asignar misiones, por su parte Nacht que no había dormido en toda la noche se encontraba en el jardín hablando con algunos caballeros que recién llegaban de misiones en lugares lejanos. Cuando Nozel salió se miraron fijamente y el peliplateado fue el primero en romper el contacto visual, después se saludaron de forma corta y siguieron cada uno en lo que estaba haciendo, parecía que podían actuar con naturalidad, aunque como vicecapitan, después de saludar y despedir a los caballeros que trabajarían ese día, debía pasar gran parte de su tiempo cerca a Nozel, cuidando sus espaldas y acompañándolo allí donde debiera ir.

Estrictamente Laboral.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora