Desperté cuando los rayos del sol que entraban por la ventana del salón se colaron entre las cortinas golpearon mi cara. Me encontraba tumbada encima de Caitlyn, noté como nuestras camisetas seguían algo húmedas por culpa de las lágrimas derramadas la noche anterior. Me dolían la cabeza y el pecho, también notaba mis ojos algo irritados y me costaba abrirlos por completo. No recordaba cuándo fue la última vez que había llorado así, que había sentido algo similar. No recordaba lo que era sentir. Apoyé la cabeza de nuevo en el pecho de Caitlyn escuchando el latido de su corazón, me relajaba mientras intentaba ordenar todas estas nuevas sensaciones en mi cabeza.
No es que yo esté loca como dice la mayoría de la gente. Sé que he matado a unas cuantas personas y destruido estructuras que valían millones, pero eso no me hace estar loca, simplemente aprendí a vivir así cuando era muy pequeña y luego me resultó muy complicado salir de eso. Es cierto que con los años me aparté de todo el mundo << o todo el mundo se apartó de mi>> y que por ello perdí un poco mis "habilidades sociales". Al final era más fácil vivir sola al margen de la ley, haciendo lo que quería como me apetecía y sin consecuencias, para mi la vida es un juego y esta es la forma en la que elegí pasármelo. Definitivamente me gustaba esa vida, ¡pero no estoy loca! solo soy diferente... creo. Es cierto que hablar con tus armas no es lo más normal del mundo, lo admito, pero supongo que es mi forma de mantener la cordura en un mundo solitario como el mío.
Me incorporé un poco para mirar el rostro, aun rojizo, de Caitlyn. No sé por qué permití que entrase en mi mundo pero no me arrepiento. Al final todos necesitamos algo de compañía alguna vez y estas semanas a su lado me han demostrado que ella es la mejor compañera que podría tener. Es capaz de mantener mis pies en la tierra sin robarme mi libertad. La necesidad de molestar a todo el mundo, romper cosas, simplemente hacer el mal por el mal han desaparecido de mi cabeza, me ha enseñado otra forma de jugar, igual que yo a ella y me gusta la sensación. Al final Espinas tenía razón y debía "sentar la cabeza", aunque nunca podré hacerlo del todo, eso lo tengo claro, sé que mi cabeza no funciona como la de los demás y mis sentimientos son distintos... Pero podemos pasarlo bien sin sobrepasarnos. Un punto medio entre su vida y la mía, simplemente siendo libres sin responsabilidades ni reglas, solo ella y yo.
Besé sus labios justo cuando sonó el teléfono << Oh no, Caitlyn tendría que haber ido a trabajar>> se formó un nudo en mi pecho ante esa idea y corrí a silenciar el móvil de la castaña antes de que esta se despertase.
-¿Jinx?- Sonó la voz de Caitlyn algo más ronca de lo habitual. -¿Qué hora es?
-Las 10 - Contesté mirando su móvil, al menos no se había percatado de que había sonado.
-¡Ay no! Debería estar en la oficina desde hace dos horas.
Viendo sus intenciones comencé a hacer pucheros mientras me sentaba encima de ella evitando que se levantase del sofá. Caitlyn rodó los ojos y yo intenté poner mi cara más adorable mientras me volvía a tumbar sobre su pecho.
-Cait porfa no te vayas- Susurré mientras la abrazaba.
-Jinx... - Levanté mi cara para mirarla a los ojos y ella puso uno de los mechones de pelo que caían sobre mi rostro detrás de la oreja.
-Vamos Cait, no necesitas ese trabajo - Me giré mirando hacia el techo mientras aun seguía sobre ella, lo que provocó un leve quejido. -Mira toooooooda esta casa- Dije extendiendo los brazos hacia el techo. -Tienes dinero de sobra para vivir toda la vida como quieras, al final no dejas de ser una niña pija de mamá y papá. - Intenté burlarme de ella ganándome un puñetazo en el hombro. - Y si no siempre podemos seguir mis métodos de conseguir dinero, más fácil, rápido y sobre todo divertido. Y podríamos estar siempre juntas. - Este último comentario no debió de gustarle mucho ya que me empujó hacia un lado haciendo que me cayese del sofá.
-Sabes que no me gustan tus métodos. - Dijo mientras me señalaba con el dedo.
-Bueno pero en lo demás tengo razón. - Acerqué mi cara a la suya para robarle un pequeño beso y me levanté del suelo.
Caitlyn se levantó del sofá resoplando y comenzó a dar vueltas por todo el salón sin decir nada. Una pequeña sonrisa se esbozó en mi cara y decidí dejar de presionarla. Agarré el dibujo que le había hecho la noche anterior (estoy hecha toda una artista) y lo colgué en la nevera, solo por si necesitaba recordarlo...
-Vale, imagina por un pequeño instante- dijo Caitlyn juntando el dedo gordo con el índice sin llegar a tocarlos - que no vuelvo a ir a trabajar, y luego ¿qué? ¿Qué quieres hacer?
Mis ojos se iluminaron al ver que era una posibilidad bastante real así que me acerqué a ella y le pasé el brazo por encima de sus hombros.
-Podríamos irnos de viaje, tu y yo. Imagínalo, nosotras follando por todos los rincones de Runaterra- Me gané un empujón mientras me reía a carcajadas por mi propio comentario. -No, en serio, podríamos seguir viendo mundo, ¿te ha gustado lo que te he enseñado estas semanas? - La castaña asintió levemente -Pues podría enseñarte mucho más, todos los lugares escondidos de este mundo, podría volar montañas y conocer nuevos tipos de explosivos y, y, y... -Noté que me había emocionado demasiado cuando la mirada de Caitlyn cambió mostrando desacuerdo con esto último. - Tú solo piénsalo. Podríamos fugarnos y desaparecer. Ya me imagino los titulares "Caitlyn, la Sheriff más famosa de Piltover fugada con su adorable y sexy peliazul" y luego imagina las caras que se le quedarían al tío este que se cree un héroe por llevar un martillo, y a manazas, ¡oh lo que daría por ver sus caras! Pero tu y yo estaremos lejos disfrutando de nuestra libertad.
-¿Te han dicho alguna vez que hablas demasiado?- Me contestó la morena entre risas.
-Umm... -Hice como que estaba recordando algo- Una morena sexy me lo dijo una vez, así más o menos de tu estatura y con un cuerpo de infarto como el tuyo. -Levanté una ceja y me acerqué peligrosamente a su cara viendo como se sonrojaba. - Vamos Cait, ¿no estás cansada de ser una marioneta? ¿de darlo todo por esta ciudad? ¿para qué, un par de titulares en las noticias? Se libre- Le susurré al oído dejando un beso en un mandíbula al separarme de ella.
-Supongo...- Titubeó un poco- Supongo que suena bien pero no sé si deber- corté su frase con un beso intenso que provocó que soltase un pequeño gemido. No me separé de ella mientras la empujaba hasta su habitación, más concretamente hasta su cama.
-Cait ya lo has estado haciendo estas últimas semanas, sabes perfectamente lo que quiere tu corazón- Dije uniendo de nuevo nuestros labios. Definitivamente la morena se había vuelto mi sabor favorito.
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Muchas gracias a todos los que no habíais perdido la fe en que seguiría escribiendo esta historia. De verdad me ha hecho muy feliz ver vuestros comentarios <3 Esta vez espero poder terminarla sin problemas y que no os decepcione.
También agradezco mucho si hacéis difusión de la historia por redes sociales para que llegue a más gente. Muchas gracias a todos por seguir ahí!
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¿Oficial o delincuente?
FanfictionHasta a la delincuente más buscada de todo Piltover tiene una debilidad, algo por lo que dejarse atrapar. Pero eso no es todo, al igual que ella, la sheriff más respetable de la ciudad es capaz de caer en las garras del corazón más frío y vandálico...