Jinx comenzó a acariciar mi cintura, me apoyé en la encimera soltando el cuchillo que tenía encima de la mano y sentí sus manos, su cuerpo cerca de mi. No se qué es lo que pretendía pero no hacía nada más, se le veía... ¿insegura? No, eso era imposible, es una delincuente sin corazón, que no duda ni un momento en hacer lo que quiere cuando quiere, por qué iba a estar insegura, lo más probable es que mi mente empezase a delirar, sobre todo recordando aquella vez en la celda. Una parte de mi subconsciente quería repetirlo, quería volver a sentir a esa peliazul. Sacudí la cabeza para alejar esos pensamientos y aparté las manos de Jinx -Jinx no...- Me giré y vi su cara, estaba tan cerca de la mía que podía sentir su aliento. Entonces mi mente volvió a quedarse en blanco e instintivamente me acerqué a sus labios. Nos besamos durante unos segundos, entonces Jinx posó sus manos entre mis glúteos y mis piernas, me levantó mientras me devolvía el beso y me acercó al sofá turbándome y colocándose ella encima. -Jinx yo...- No era capaz de articular ni una sola frase.
Jinx me besaba el cuello, desde el comienzo de la oreja hasta mis hombros, recorría cada centímetro de mi piel con sus labios. Eso consiguió que definitivamente dejase de pensar. -Ahora eres mía- Me susurró Jinx con picardía mientras mordía con suavidad el lóbulo de la oreja. Sus manos jugaban con mi ropa, buscando la cremallera que desabrochaba mi vestido, y a lo que quise darme cuenta me encontraba en ropa interior. -Las chicas buenas me ponen mucho, ¿sabes?- Me dijo Jinx al oído justo antes de que sonase el timbre.
Me levanté a toda velocidad ¿quién sería a estas horas? Escuché golpes en la puerta, tan fuertes que pensé que se vendría abajo -Caitlyn abre o tiro la puerta- sonaba como la voz de mi compañera. -Como la desgraciada de mi hermana te haya hecho algo juro que la mato- Volví a escuchar mientras me vestía rápidamente. Corrí hacia la puerta, con el vestido mal puesto y abrí antes de que Vi tirase la puerta.
-Vi... ¿qué haces aquí?- Saludé intentando disimular lo nerviosa que estaba, si Vi nos hubiese visto hace a penas unos minutos... -No tienes por qué preocuparte, estoy bien- Le acaricié la mejilla y le di un beso.
-¿Segura? ¿Dónde está esa peliazul? Quiero tener una charla con ella- Dijo golpeándose los puños.
-Está ahí- Dije señalando el sofá donde se encontraba Jinx tirada observando la escena y riendo por lo bajo. -Eh Jinx, quita los pies de sofá, te lo he dicho antes- La amenacé, y acto seguido agarré a Vi que iba directa hacia ella. -Vi ya está bien, está bajo mi cuidado ¿Qué clase de sheriff sería si dejase que le pasase algo? No se podría confiar en mi palabra- Sermonee a Vi esperando que se calmase.
-Está bien, pero quiero hablar con ella- Vi se sentó en el sofá retirando los pies de la peliazul bruscamente para hacerse un sitio. -Como toques un solo pelo a Caitlyn vendré y te arrancaré esas coletas que tienes, ¿está claro?- Decía mientras señalaba amenazantemente a Jinx con el gran dedazo de sus puños de metal. A pesar de esto Jinx, como siempre, ignoraba cualquier tipo de amenaza, incluso llegó a reír ligeramente, en su cara pude adivinar que estaba pensando algo como "No solo he tocado un pelo de su cabeza, mis manos han pasado ya por todo su cuerpo" pero por suerte Vi no sospechó nada.
-Venga Vi, ya está bien, Jinx se va a re-insertar en la sociedad, incluso puede que algún día quiera trabajar contigo en favor de la justicia- Comenté muy convencida de mis palabras mientras la invitaba delicadamente a marcharse. -Mañana nos vemos en la oficina Vi- Le di otro beso en la mejilla en forma de despedida y esta se marchó algo más tranquila. Vi era sobreprotectora conmigo, yo le gusto, lo se desde hace mucho, y se que ella solo quiere protegerme, pero ya soy mayorcita para saber defenderme sola...
Después de esto Jinx y yo cenamos en silencio, mientras yo recogía todo la peliazul se tiró en el sofá a ver películas de esas de tiros y explosiones que tanto le gustan. -Jinx, me voy a dormir, mañana tengo que ir a la oficina temprano así que por favor no hagas mucho ruido y baja el volumen de la tele- Le dije mientras entraba a mi cuarto. -Ah, y tu puedes dormir en el sofá- le tiré desde la puerta un viejo pijama para que durmiese esa noche. -Pontelo, mañana quizá vayamos de compras pero hasta entonces es lo único que hay- Ahora si, volví a mi cuarto y me metí en la cama.
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¡Hola! Siento mucho la tardanza, pero estaba bastante estancada y sin imaginación para este capítulo. Espero que el siguiente vaya mejor.
Quería hacer una pregunta a todos los lectores (se que sois pocos pero no importa): En las escenas de sexo, ¿queréis que sea de forma explícita, como en los primeros caps, o preferís que simplemente se nombre lo ocurrido pero sin especificar? Me gustaría que dejaseis la respuesta (y una opinión de cómo va la obra si os apetece ^^) en los comentarios.
Muchas gracias por leer esta pequeña historia.
Att: Kiara.
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¿Oficial o delincuente?
FanfictionHasta a la delincuente más buscada de todo Piltover tiene una debilidad, algo por lo que dejarse atrapar. Pero eso no es todo, al igual que ella, la sheriff más respetable de la ciudad es capaz de caer en las garras del corazón más frío y vandálico...