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21-Diciembre-2024 (Sábado por la mañana).

Despertó suavemente al escuchar el sonido de la puerta de la habitación abriéndose, soltó un gran bostezo mientras estiraba los brazos y le regaló una encantadora sonrisa a su esposo, quien la observaba con diversión. Habían llegado a pasar fin de año en la Base de los Vengadores y ahora estaban ocupando su antiguo cuarto.

—¿Tomaste una siesta, guapa?

—La maternidad es agotadora, Rogers—. Respondió, al mismo tiempo que le echaba un vistazo a la pantalla holográfica que tenía en la mesa de noche, la cual mostraba a su hija durmiendo en el cuarto de al lado, junto a Tyler.

Steve rió levemente y se acercó al escritorio que tenía a la derecha para dejar su celular. Sin embargo, algo allí llamó su atención.

—¿Qué es esto, Sharon?— Preguntó, levantando los papeles. La rubia cerró los ojos con fuerza y apretó los labios, recriminándose a sí misma el error de dejarlos a la vista.

—Iba a decírtelo.

—¿Cuándo? Son archivos para una misión en dos días. Creí que ya habíamos llegado a un acuerdo con este tema.

—Sí, cuando quedé embarazada de Maggie—. Contestó con cierto deje de sarcasmo en su voz—. Ahora ella ya tiene cuatro meses y tú estás más tiempo en la casa, puedo dejar el trabajo de escritorio y regresar al campo sin problemas.

—Sabes que no me gusta la idea de que la bebé esté tanto tiempo alejada de ti—. Explicó el rubio, pero su mujer sabía que esa no era la razón principal de su negación.

—¡Santo Dios, Steven! No voy a irme por un año, solo serán tres días, máximo cuatro.

—¡En Madripoor! ¿Tienes idea de lo peligroso que es ese lugar?

—¡Sí, lo sé! ¡Estuve viviendo ahí después de salvarte el trasero a ti y a tus amigos!

—Podrías haber escapado con nosotros.

—¿Ahora me lo dices? ¿Es broma?— Quería gritarle y arrojarle un librero en la cabeza, pero trató de mantenerse calmada.

—El punto es que deberías considerarlo de nuevo. Hay gente cada vez más peligrosa ahí afuera, y aquí están los niños, tal vez es hora de poner en primer lugar a tu familia y...

Eso era todo. A la mierda la calma.

—¿Poner en primer lugar a mi familia? ¡Desde que nos conocimos te he puesto en primer lugar en mi vida!— Exclamó, mientras comenzaba a caminar de un lado a otro en la habitación—. Tuve que mudarme a ese edificio en el que te escondías cuando aún te adaptabas a esta época, para poder cuidarte de Hydra y estuve de tu lado cuando Shield cayó. Después fui declarada enemiga del Estado por ayudarte cuando Bucky reapareció y tuve que escapar a Madripoor durante un mes hasta que Tony me encontró y me ofreció ayuda ¡pasé seis meses viviendo en su sótano para que el gobierno no me enviara a La Balsa! ¡¿quieres que continúe?!

La rubia se acercó a él bruscamente, levantó la cabeza para poder quedar cara a cara y lo miró directamente, con los ojos inyectados en rabia.

—Te amo, a ti y a nuestros dos hijos. Y sé que tú me amas al punto de no querer que me suceda nada malo, pero eso no te da derecho a arrebatar mi libertad. Soy una agente de Shield—, declaró—, toda mi vida lo he sido y lo seré hasta el día en que muera. Y jamás podrás cambiar eso.

Las frías miradas celestes de ambos se mantuvieron conectadas, pero no de la manera habitual en que solían hacerlo. Más bien, ahora parecía que estaban peleando una silenciosa batalla para ver quién de los dos continuaba en voz alta.

Avengers: Social Media 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora