✒Las Serafini son la cosa más rara del mundo. Algunos los llaman amplificadores por su extenso poder mágico.
Suelen venderlos y tienen gran valor, su cabello, su sangre y sus huesos son lo que más vale.
Hubo una rebelión, todos los Serafini capturad...
No fue duro acostumbrarse a caminar libre por fondo yo quisiera. En un tiempo estaba en perfecto control de mi misma. Ya casi no recordaba la última vez que me llamaron: "la Serafini" ahora solo era Hwaxin.
Aprendí a controlar mi ciencia, ahora la entiendo y puedo dejarla salir cuando quiera, se que hay más por aprender, se que no esto todo lo que puedo hacer. Mi ciencia se basa en mis huesos, puedo pulverizarlos e impregnar mi cuerpo en el para así tramitarlo. Es interesante cuando lo pienso, pero ya me sale más natural de lo que pensaba, fue duro aprender. Ahora materialiso mis plumas para usarlas como dagas, lo mejor es que depende de los nutrientes de mi cuerpo puedo crear más calcio para mis huesos y así nunca se acaban, claro, tengo que comer mucho para eso, así que gasto la mitad de mi dinero en comida, no me enorgullece.
Lo mejor del mundo es que, ahora tengo amigos.
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Camino hasta la barra para pedir un trago, apenas recordaba la última vez que pago con dinero que no fuera de ella. Escucho toda una celebración en la mesa que tenía detrás de ella, identificó a Jesper jugando. Había un hombre hablando pero, no le puso atención, no le incumbia.
Al escuchar el disparo que claramente era de Jasper, fue cuando volteo. Se acerco después de beber el trago y tomó la moneda con el agujero.
—¿Que dices, Hwaxin?—pregunto Jesper.
—Un buen tiro, sin duda—mencionó Hwaxin sonriendo.
Sacaron a la fuerza, estaba haciendo un escándalo. Jesper triunfante intenta tomar los billetes de la mesa pero Kaz lo detiene con su bastón. Ambos lo miraron.
—No quiero escándalos en la mesa, Jesper—le dice. —Asustaras a los pichones— ambos seguían viéndolo.
Hwaxin tomo la bolsa donde estaban las monedas, que estaban justo al frente de Kaz.
—Deberías estar en la puerta—le dice ignorando que Hwaxin estaba pasando frente a él. ¿Como si ella no mereciera una llamada de atención? Ella estaba haciendo el trabajo de Jasper.
—Si, jefe—le dice Jesper.
—Deja de darle tu trabajo a ella. Y tu deberías de estar con Inej— le dice a Hwaxin. Ella dejo la bolsa de monedas en la mesa.
—Solo vine por algo de beber, tenía sed—Sonriendo. Ambos caminaron juntos por el club, el se digia sus aposentos.
—Y de casualidad decidiste hacer el trabajo de Jesper— se detuvo para verla.
