No sólo el cuerpo me dolía, ¿que se hace con el amor no correspondido, planeo seguir viviendo hasta averiguarlo. Pero no se si pueda llegar a cruzar la sombra. Soy una persona fuerte o así me considero... aun así, tengo que ver el lado positivo, ya no tendrá mas remedio que quedarse con el dinero de mi costilla, tal vez con eso ayude a Inej.
Me hubiera gustado hacer muchas cosas antes de morir... como lograr hacer reír a Kaz, nunca se ha reído de mis chistes o de las idioteces que hacemos yo y Jasper o lograr que me besara a voluntad, tal vez... soñar es muy hermoso.Había logrado perder a la vendaval y ahora se dirigía a una calle encontrándose solo con el General Kirigan.
Lo acusó des secuestre de la invocadora del sol, pero sus acusaciones no fueron a nada más que darse cuenta que lo que decía era verdad.Kirigan avanzó.
—Apenas puedo creer que sea usted el Silli de la Serafini... nunca dejan de sorprenderme, cada vez estoy más impresionado– comentó Kirigan viendo y analizando a Kaz.
—No se de que me habla—le dijo. Kaz mantenía su distancia.
—Simple y sensillo, usted es el dueño de la Serafini—dijo Kirigan. —¿Que pasaría si asesino al Silli de una Serafini?—mencionó.
No contó que del mismo camino que siguió Kaz lo iba a seguir Hwaxin. Vio cómo la sombra de Kirigan amenazaba a Kaz.
—Debiste quedarte en Ketterdam, señor Brekker—dijo Kirigan. El tenía un plan de escape, no noto cuando fue que Hwaxin se le puso en frente quedando en medio de ambos.
La sombra cortante de Kirigan se detuvo a pocos centimetros de la cara de Hwaxin.
—Que sorpresa—mencionó Kirigan antes de que una estampida de cuervos le negara la vista de sus dos presas.
La conmoción la aprovecharon para escapar y reunirse con los demás.Kaz puso lo único que les quedaba en una mesa improvisada hecha por Hwaxin. Todavía retenía mucho dolor en su pecho, tenía sangre en los pulmones, ignoro por completo lo que estaban hablando para concentrarse en sus cuervos que estaban vigilando. Cerro los ojos y sólo veía el panorama, era una vista hermosa.
Inej tenía su herida en el abdomen y planeaba coserlo, Jasper no tenía un estómago muy fuerte.
—A Ketterdam—dijo Kaz. Eso hizo abrir los ojos a Hwaxin para verlo. —Entre la falta de recursos y de tiempo y el conflicto de intereses. Hay que cortar por lo sano—
Hwaxin no pudo soportar más la sangre que tenía en su boca, a pesar de cubrir su boca con su mano no evitó que vieran lo que salió de su boca.
—¿Que te sucede?—pregunto alarmado Kaz acercándose a ella.
—Sangre retenida, gracias a la vendaval... ¿Que creen que estaba haciendo? Estaba sacandola—contestó Hwaxin viéndolos, Jasper estaba luchando por no vomitar.
Al ver la cara de Kaz, se notaba que no le creía.
—Bueno, hay que ver el lado bueno, esto te va a ayudar—dijo mostrando su sangre. —Me dijeron que mi sangre puede curar heridas—
Le puso un poco de su sangre en su herida, se quejo pero dejó de dolerle.
—Sirve como anestésico, gracias—agradecida, prosiguió a suturar la herida.
—Hwaxin tengo que hablar contigo—llamo Kaz, el camino fuera del granero. El trío se vieron entre sí, la chica fue tras Kaz.
Estaban a unos metros del granero, Hwaxin limpiaba la sangre de su cara mientras veía a Kaz detenerse para verla, no estaba enojado, lo notaba... su expresión era difícil de descifrar.
—Ahora me dirás que te pasa—le dijo Kaz, mientras Hwaxin descubría su cara.
—Ya lo dije, es... —
—Ya he visto sangre retenida antes Hwaxin, no me engañas. Justo ahora estoy soportando lo que te hizo Pekka, pero ahora es algo que te está pasando a ti—Kaz, no había mostrado ese tipo de interés antes. Ahora no podía ocultar su preocupación. —¿De qué hablaba Kirigan sobre eso de "Silli"? Tienes que decirme— rendida, la chica trago un montón de aire antes de verlo.
—Cuando... estábamos en el Pequeño Palacio—soltó. —Me encontré con el general Kirigan... me habló sobre mi raza, hay algo que se le llama Silli... Los Serafini suelen escoger personas a las cuales, desean proteger y amarm no se dan cuenta de cuando pasa—respondió.
—Y sobre lo otro—Kaz, aunque seguía confundido por lo que Hwaxin le había explicado, seguía firme.
—Resulta que los Serafini no tenemos una esperanza de vida muy larga—confesó, le dio una sonrisa amplia.
—¿Que quieres decir?—
—Kaz... estoy muriendo—
Kaz tenía su mirada en blanco, ¿que hacía con esa información?
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𝐒𝐄𝐑𝐀𝐅𝐈𝐍𝐈 | Kaz Brekker¹ ✔
Фанфик✒Las Serafini son la cosa más rara del mundo. Algunos los llaman amplificadores por su extenso poder mágico. Suelen venderlos y tienen gran valor, su cabello, su sangre y sus huesos son lo que más vale. Hubo una rebelión, todos los Serafini capturad...