Le couple heureux qui se reconnaît dans l'amour défie l'univers et le temps, il se suffit, il réalise l'absolu. 💜_____
Sergio estaba del color de las paredes del hospital, muy pálido, caminando en círculos en la espera sobre alguna noticia de su esposa. El médico, Eduardo, apareció.
-¿Está bien mi esposa?, Eduardo- preguntó el angustiado Sergio.
-Está bien, hermano y mi sobrino también- Le respondió con una reconfortante expresión en su rostro- Ella tiene aproximadamente 17 semanas de embarazo, está en el segundo trimestre, donde no hay un alto riesgo como en el primero que es donde ocurren los abortos espontáneos, lo más probable es que en semanas este en perfecto estado. Aunque al principio la hemorragia no quería cesar, llegue a temer por la vida de ambos, pero de un momento a otro dejo de sangrar, siendo un total alivio.
-¿Pero si están bien?- Decía el incrédulo Sergio.
-Se pondrá bien, solo recomiendo un descanso por unas cuantas semanas. Hermano, ¿tú estás bien?, parece que te fueras desmayar.
Él guardo silencio y llevó su mirada al suelo- Es que pensé que estaba de unos tres meses, mejor no llevaba la cuenta, que mal.
-Es normal no llevar una cuenta exacta.
-¿Ya puedo pasar a verla?
-Claro, aunque esta bajo los efectos de un sedante.
-No importa.
-A veces te juzgo mal por tu profesión de músico pero no cabe duda que eres un excelente hombre, que orgullo siento, eres muy buen esposo y padre, mira no has descuidado a tu mujer desde que llegaste y me imagino que ha de ser así siempre.
-Créeme no todo es como parece- le dijo el apenado Sergio, no merecía esas palabras de halago de parte de su hermano.
-¿Ella ha tenido emociones fuertes estos días?
-Tuvimos una discusión tonta.
-A veces esas discusiones tontas suelen alterarlas, recuerda que es una etapa donde tienen sus sentidos a flor de piel, todo les afecta, y afecta al punto de ocasionarles problemas físicos.
Sergio se sentía avergonzado, y caía en cuenta cuan duro estaba comportándose con Raquel, era cierto, no era considerado para nada con su estado- Lo entiendo, ahora, ¿puedo pasar a verla?
-Veo que es lo que más interesa, así que adelante.
-No sabes como la amo o mejor... como los amo.- Eduardo le sonrió- Eres un buen hombre.
-Gracias.
Se encaminó hacia la habitación a paso acelerado, sintiéndose con una culpa más grande que él mismo, el remordimiento lo atacaba. Las palabras de su hermano ayudaron a eso, realmente él no había sido un buen esposo con Raquel en los meses que más ha necesitado de él, solo la hacía llorar y tener rabietas, que inconsciente estaba siendo, ni siquiera llevaba la cuenta de cuántos meses de embarazo podría tener ella, eso lo llevó a recordar aquel desplante que le hizo el día del ultrasonido, ese recuerdo llevó a otro, ella ya estaba embarazada cuando viajaron a Londres, cuando tuvieron aquella pelea, ella estuvo en riesgo cuando salió a correr en medio de la nada.-Basta. Cerró sus ojos, giró la perrilla de la puerta, los volvió a abrir y entro a la habitación.
Se acercó a ella, la vio tan frágil que su corazón se encogió, tragó saliva- Reina, mi amor- Le acarició el rostro.
-Sergio- Dijo con un hilo de voz.
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Último juego.
أدب الهواةBastará ser las fichas de un juego comandado por sus corazones...