CAPITULO 7
El director Peña no nos deja sentarnos en las sillas frente a su escritorio. Tanto Ricardo como yo estamos cubiertos de comida de pies a cabeza.
“Saben que esto de sus peleas al principio a todos los maestros les pareció divertido” mira de mi a Ricardo y de regreso “Pero esto" nos señaló con su pluma “Ya no me parece divertido, si no inmaduro”
Nos mira con severidad por un largo minuto y luego sigue con su regaño.
“Ya tienen dieciséis años, es hora de que comiencen a comportarse como adultos, no como niños de cinco años”
Presiona la bocina de su teléfono y llama a Sonia.
Sonia entra unos segundos después mirándome a mí y a Ricardo con pesar.
“Contacte a los papas de los alumnos por favor Sonia”
Miro preocupada a Sonia e intento disimuladamente decirle que no llame a mis padres. El número de contacto del colegio era el celular de mi papá.
Él ya no me castigaba con el cincho como solía hacerlo cuando era pequeña, pero ahora me gritaba y hacia bajar mi moral. Muchas veces prefería los golpes, a los gritos y el ataque verbal. Solían doler menos.
También sabía que si papá se enojaba conmigo, me llevaría de paso a mamá, y la verdad no quería a los dos dándome un bajón de moral monumental.
Sonia no noto mi grito de ayuda, pero si Ricardo.
“Señor Peña yo comencé la pelea”
“Los dos, callados. Tanto tú" señala a Ricardo “como tú" me señala a mi “ merecen un escarmiento por lo que acaban de hacer”
Esperamos por la llegado de nuestro padres aún de pie en la oficina del director Peña.
Intento no parecer nerviosa, pero la verdad es que lo estaba. Estoy muerta de los nervios de tan sólo pensar que es lo que me tiene preparado papá cuando salga del colegio.
Me muerdo las uñas, y dejó de hacerlo cuando noto a Ricardo mirarme.
Mi corazón deja de latir en mi pecho cuando escuchó la severa voz de papá en la recepción.
Cierro los ojos y espero hasta que la puerta se abra para abrirlos de nuevo.
“¿Señor Santiago?” pregunta el directo Peña a papá.
“Nicolás Santiago” papá le alza la mano al director para saludarlo.
“No tengo muy buenas noticias de su hija” le dice el director Peña mientras le estrecha la mano.
Papá me mira y puedo leerlo en sus ojos aunque no lo demuestre. Esta furioso.
“Si, ya me explico una poco su secretaria”
“Voy a expulsarlos por el día” papá asiente “mañana señorita Santiago, junto al joven Rodríguez, harán trabajo comunitario limpiando la cafetería al finalizar las clases, ¿le parece bien señor Santiago?”
“Perfecto director Peña” le dice papá en tono serio.
“Puede irse señorita Santiago”
Hago un esfuerzo enorme por no llorar frente a Ricardo y el director. Pero puedo sentir el nudo en la garganta bajar lentamente por mi tráquea.
Ricardo me sigue con la mirada hasta que estoy fuera de su vista.
Voy por mis cosas a mi aula de clases y salgo junto a papá del colegio hacia su auto.
ESTÁS LEYENDO
Cuestión de decisiones
Teen FictionPara Natalia Santiago todo lo que la rodeaba era detestable. Odiaba el colegio, socializar, las tareas y la gente feliz. Ella creía que no había nacido para ser feliz, ya que nada feliz o emociónante sucedía en su vida, y vivía en un perpetuo ciclo...