CAPITULO 19
No me agradaban los fines de semana por que papá estaba todo el día en casa. Mamá y yo debemos comportarnos con cuidado para evitar hacer enojar a papá. Era como andar sobre campos minados.
Estaba en mi cuarto haciendo una tarea de sociales cuando escuche que papá le reclamaba a mamá por algo que ella no había hecho. Luego escuche que tomaba las llaves de su auto y se marcha de la casa dándole un fuerte golpe a la puerta cuando la cerró.
Mamá llama minutos después para decirme que el almuerzo esta servido.
No tenías ganas de salir, pero el hambre me gano y lo hice.
Estaba cansada de comer la misma carne insípida barata que papá compraba en el supermercado. Así que solo jugaba con ella sin meterme un bocado a la boca.
"¡Deja de jugar con la comida y come!" me dice mamá molesta.
Era el momento de que ella descargara su ira. Y al igual que el blanco de papá era mamá, yo era el suyo.
Comenzó con su parloteo de que agradeciera que tenía un techo bajo mi cabeza y comida en la mesa. Luego sigue con del estudio y otro par de cosas que decía siempre que estaba molesta conmigo sin aparente razón.
"Eres una mal agradecida Natalia"
Me harte y deje caer el tenedor en el plato con un estridente ruido que asusto a mamá.
"Lo siento mamá. Debería agradecer ahora" me acomodo en la silla y sonrió fingidamente antes de hablar "bueno pues, voy a comenzar por agradecerte a ti por haberme dado un papá tan sensacional, buena elección" levanto mi pulgar "te agradezco por tus palabras de aliento, eres una madre sensacional y amorosa. Agradezco también por las lindas peleas de todas las mañanas entre tú y papá. Me inspiran a ser una hija tan espectacular. Quiero ser ustedes cuando crezca"
"¡Niña malcriada!" me grita mamá levantándose de la mesa quitándome mi plato de comida "no abres la boca para decir cosas buenas"
"Oh, y tú y papá si lo hacen" digo con sarcasmo.
"Tú no sabes todo lo que yo he sufrido en la vida. Tienes más de lo que yo tuve" dice enojada "tu papá y yo te damos todo y tú no sabes agradecer. Eres una soberbia"
Me levanto enojada de la mesa y comienzo a caminar hacia mi habitación.
"Natalia, has algo útil y ayúdame con los platos"
De mala gana regreso a la cocina y lavo los platos con furia.
"No sabes hacer nada bien. Solo para ser soberbia sirves"
Me quita el plato de mis manos y los lava ella.
"¡y tú para ser una sumisa!" le grito sin pensarlo.
No anticipo la reacción de mamá. En un abrir y cerrar de ojos, mamá me da una cachetada tan fuerte, que la mejilla me queda vibrando.
Miro a mamá sorprendida con mis ojos vidriosos. Ella está impasible mirándome con furia.
"Eres una malcriada" dice en un susurro y sigue lavando los platos.
Me marcho de la cocina, no a mi cuarto, si no fuera de casa. Si me quedo dentro podría morir de sofocamiento.
No quiero llorar, pero las lágrimas parecen tener voluntad propia y ya comienzan a caer de mis ojos.
Me limpio las lágrimas con las mangas de mi camisa de franela a cuadros.
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Cuestión de decisiones
Fiksi RemajaPara Natalia Santiago todo lo que la rodeaba era detestable. Odiaba el colegio, socializar, las tareas y la gente feliz. Ella creía que no había nacido para ser feliz, ya que nada feliz o emociónante sucedía en su vida, y vivía en un perpetuo ciclo...