𝐍𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐭𝐮 𝐫𝐞𝐟𝐥𝐞𝐣𝐨 - 𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤

II

Al día siguiente vió al gato por fin. Era un gato color crema con pelo largo y su cara, orejas y patas color café oscuro.

El gato era realmente amigable con el y se dejaba acariciar por el chico.

Cuando salió al jardín vio algunos rosales cuyas flores y hojas estaban marchitas.

Fue a un almacén que estaba en la parte trasera de la casa y ahí pudo encontrar un rociador y lo conectó a la llave de agua para empezar a regar las plantas.

Casualidad que los rosales estaban cerca de la reja que daba a la calle, porque escuchó dos voces, ambas de mujer que eran tenues al principio pero luego se fueron haciendo más claras. Normalmente el no pensó gran cosa, solo dos señoras que caminaban hacia algún lugar o de regreso a casa mientras conversaban.

No es que el fuera chismoso, pero no pudo evitar escuchar la plática de las dos l darse cuenta de que estaban hablando precisamente de la casa en la que se hospedaba y de el también.

-¿Sabias que el viejo enloqueció?

-Eso escuché.

-Una mujer vino hace poco, pude verla cuando llegó, se veía llena de energía, pero después de un tiempo cada vez que salía se le veía con ojeras.

-Pero esa mujer ya se ha ido.

-¿Se ha ido?

-Si, y hace unos días vino otra. Pero supe que renunció con antelación y ayer pude verla irse como alma que se lleva el diablo y llegó un chico.

-¿Un chico?

-Un chico de no más de veinte años, era atractivo sin duda. Llegó con una gran maleta.

-Esa casa pareciera estar poseída por algún demonio.

-Pobre chico. No se que tendrá esa casa que todos se vuelven locos.

Un Taehyung confundido regresaba nuevamente hacia dentro después de terminar de regar los rosales.

Al entrar por la puerta trasera se quitó los zapatos que tenían algo de tierra quedando así solo en calcetines. Atento miró a su alrededor, de un lado a otro y de abajo hacia arriba la no tan pequeña casa, como modestamente le decía.

TH: No veo que tiene de extraordinario. Entra perfectamente la luz, está bien cuidada y la decoración no es anticuada. No se ve como esas casas de terror o suspenso. Es un poco raro que tenga tantos espejos, pero no da miedo.

Pero él no lo sabía...

La verdad de esos espejos y porque la gente se volvía loca en esa casa...

Todo empezó hace varios años atrás con el nacimiento de un lindo bebé.

Sus padres en realidad eran personas comunes y corrientes. Ellos dos habían trabajado y ahorrado para mudarse a una casa de playa en cuanto naciera su hijo.

Su hijo era realmente bonito, con cabello negro lacio y ojos grandes.

Solo era un pequeño niño de siete años que se divertía explorando afuera de su casa mientras sus padres no se daban cuenta, al cuál le arrebataron su libertad por un simple error.

Según aquel hombre con cabello blanco por su edad, el se había convertido en un peligro. Y tal vez era verdad, pero eso no era motivo para torturarlo así.

Durante dos años lo tuvo encerrado, al menos de una manera normal.

Según el, el pequeño destruiría todo y a todos los que lo desafiaran si así lo quería. Por un simple error que fue mera suerte para el, obtuvo un tipo de cristal mágico a base de otros minerales y por supuesto magia negra.

Ahí encerró al pequeño espíritu del niño, el cual no pudo hacer nada más que llorar todas las noches posteriores, deseando que eso fuera otra de esos horribles pesadillas que tenía por la noches y cuando despertara agitado sus padres fueran a su habitación, lo abrazaran y tranquilizaran abrazándolo y diciendo que solo fue un sueño y todo estaba bien. Pero no fue así.

Después de dos largos años el viejo murió ahogado, nadie supo la razón. Solo se sabían que su cuerpo sin vida había sido encontrado por un par de surfistas en otra costa sin saber de dónde provenía.

Afortunadamente había dejado comida para un buen tiempo hasta que llegaron unos cuantos turistas.

Un hombre junto a otros dos chicos más jóvenes encontraron aquellos cristales. Eran bastantes a decir verdad.

El hombre el cual era un hombre viejo pero sobre todo rico, avaro y narcisista, pero sin duda poco inteligente ya que no pudo reconocer que esos cristales valían una fortuna y en su lugar simplemente los robó por así decirlo y los llevó consigo.

Si, como dije era un hombre totalmente arrogante, con un gran ego y narcisista a tal grado de tener espejos por toda su mansión. Cada uno de esos espejos, hasta el más pequeño fue cubierto por una capa delgada de aquel cristal preciso, al cuál había ordenado que fundieran.
Al acabar todos los espejos se veían con un toque especial y con brillo.

Y si preguntan que pasó con este hombre, pues se suicidó dejando la indicación de que la gran mansión fuera subastada, alquilada o algo similar, todo a cargo de su asistente de total confianza el cual era un hombre casi de sangre fría sin emociones aparentes.

Dejó por escrito también que quien se quedara en esa mansión viviendo por más de tres años obtendría todo el dinero que valía la mansión. Esto solo lo sabía aquél hombre sin emociones.

Básicamente si el comprador era capaz de soportar diez años ahí obtendría de vuelta su dinero o si alguien la alquilaba obtendría todo el dinero que se consideraba valía la mansión junto con la propiedad en sí. O incluso si alguien que simplemente se alojara ahí por cualquier motivo durante los diez años correspondientes se le daría el dinero.

La mansión permaneció sin un dueño oficial durante dos años. Tiempo en el cual el hombre sin emociones había cuidado al pequeño niño que vivía dentro de los espejos de la casa. Porque partir de el cristal fue fundido y puesto en los espejos esa fue su nueva prisión y el controlaba lo que se reflejaba en ellos.

Creo que los capítulos cortos se fueron por el inodoro.

Gracias por leer.

Esto ya estaba siendo muy largo así que en el siguente capitulo terminaré de contar la historia de como pasó todo.