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La casa de Lucas es tan grande que cuando llegamos allí, me siento como si hubiera acabado en Orange County.

Sergio, el novio de Lucas, es tan guapo y tan feliz que siempre que están juntos en una habitación brilla incluso en la oscuridad.

Hay cuatro habitaciones en la villa.

El dormitorio principal está ocupado por Sergio y Lucas.

El de la cama con dosel se lo dieron a Selene y el de la cama individual nos lo dejaron a mí y a Cris.

-¡Por fin podemos pasar dos días sin que mi madre nos vigila como un oficial de policía!- exclama eufórica Cris mientras nos subimos a la cama, probándola, saltando sobre ella.

-Sí. Y por fin podemos abrazarnos todo lo que queramos... sin la preocupación de que nos vean...- admito, impidiendo que Cris salte, y abrazándola a mí, para luego darle un cándido beso en sus hermosos labios pintados de rojo.

Después de dejar nuestras maletas arriba, nos reunimos con los demás en la cocina.

Sergio y Lucas están cocinando algo de pasta, mientras Selene, en el jardín, se sumerge en un segundo plato: hamburguesas a la parrilla.

Mi novia y yo vamos a ayudarla, y mientras tanto charlamos sobre la exposición de ayer.

Cris le agradece a la otra rubia que haya interpretado tan bien el papel de novia que su madre no lo duda ni un momento.

-De nada, estoy aquí cuando quieras. Además, Jo dijo que me dejaría hablar con Chesko hoy, así que no hay problema- dice guiñando un ojo a la otra, que se ríe.

Vamos a preparar la mesa ella y yo solos mientras los demás hacen malabares con sus tareas.

-¿Así que a Selene le gusta Chesko?- pregunta mi curiosa novia.

-Aparentemente tuvo algún tipo de enamoramiento repentino después de verlo en la web de la exposición- explico sonriendo.

Cris pone una cara entre dulce y rara y se pone a poner las servilletas mientras yo pongo los cubiertos encima de estas.

-Bueno, se verían bien juntos, ¿no?-

Asiento con la cabeza porque sí de hecho Selene sería la chica ideal para mi hermano, pero él vive en Argentina así que no sé qué tan conveniente sería para él iniciar una relación a distancia con ella que en cambio vive aquí en Madrid.

Después de comer, volvemos a entrar porque empieza a llover con fuerza, y con la ropa aún mojada, encendemos el fuego de la chimenea.

Lucas sugiere un juego de beber para calentarnos.

Todos aceptamos.

-Obviamente bebes cuando la respuesta es correcta- explica mirando a Selene que dijo que no sabía jugar.

-Nunca he tenido una relación con uno de mis profesores...- comienza a decir Sergio.

Ninguno de nosotros bebe, obviamente, porque nadie se ha acostado ni ha tenido ninguna relación con un profesor o una profesora.

Ahora es el turno de Lucas.

-Nunca he tenido una aventura con una persona casada...-

Obviamente, ninguno de nosotros bebe.

Las preguntas aquí son tan obvias que ni siquiera tienen gracia.

Ahora le toca a Cris hacer una pregunta.

-Nunca he visto a mis padres desnudos...-

Dios, qué imagen tan terrible habría sido.

Ninguno de nosotros bebe.

BlushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora