Blush

8

Gaia y los Sotos vuelven tres días después de la noche en que arreglé las cosas con Cris, y vuelvo a cuidar de la nina las 24 horas del día.

Gaia no hace más que preguntarme dónde ha ido Sam, y yo no hago más que explicarle que no ha podido pasar nada entre él y yo.

Después de esa noche, Cris ha evitado mis ojos en todos los sentidos, y cuando no lo hace, yo lo hago con ella.

Hoy, Gaia tiene cuatro horas de terapia con la Dr.a Morgado, y como el estudio está situado cerca de mi escuela de arte, el Sr. y la Sra. Soto me han dado permiso para recogerla los martes y los jueves de la fisioterapia.

A las tres voy a la clase de arte con el profesor Santorini. Hoy mirará nuestro trabajo y nos hará hablar de él delante de los demás.

-Bianchi, me gusta mucho tu trabajo. Tienes una excelente destreza y se nota en los trazos con los que ha hecho estos retratos más realistas. El tema parece ser el mismo en los tres dibujos, así que también me has contado una historia a través de estas láminas...- Sonrío ante esas palabras -pero me gustaría saber más de eso...-.

-Es el relato de una sencilla historia de amor entre dos mujeres. Uno de ellos pensó que podía haber algo real, mientras que para el otro era una simple diversión. El final. Como se puede ver en la última hoja, al final la chica con grandes expectativas se quedó sola en su habitación mirando al techo..-

La profesora no deja de escudriñarme y de apuntar todas mis palabras en su cuaderno, luego me dice que no pasa nada y sigue observando y dejando hablar a los demás alumnos.

Finalmente, decide asignarnos una tarea por parejas.

Acabo con una chica llamada Selene que no tengo ni idea de quién es.

-Hola- me dice apareciendo detrás de mí.

Cuando me doy la vuelta, veo la viva imagen de Cristina Soto mirándome fijamente.

También tiene un septum en la nariz como ella.

Se parece a Cris de forma llamativa, tanto que ese parecido me atrae inmediatamente hacia ella.

-Oye, tú debes ser Selene no? - pregunto sonriéndole.

-Sí... y tú Joana... - responde dándome una sonrisa amable.

-Parece que tendremos que trabajar juntas- comento retóricamente, sonriéndole sinceramente.

Empezamos a hablar y a esbozar el proyecto que nos asignó Santorini, pero al final decidimos quedar al día siguiente en casa de los Soto.

A las seis, me dirijo a la consulta del Dr.a Morgado y cuando llego, Gaia me saluda orgullosa, mientras una hermosa mujer a su lado le acaricia el pelo, sonriéndole.

-Hey Gigi siento el retraso pero el profe nos ha tenido atrapados hasta ahora- admito justificando mi retraso.

-Tranquila Joji...- me dice y cuando me acerco a abrazarla, me siento escudriñado por la chica de la bata de laboratorio.

-Usted es la Dr.a Morgado, mi fisioterapeuta. - Dice antes de que mis ojos se encuentren con los verdes esmeralda de la mujer.

-Doctora, esta es mi niñera, Joana. Es la mejor niñera del mundo-, dice presumiendo mientras yo intento callarla haciendo una señal tras otra.

-Y además es soltera...- añade entonces a la doctora que empieza a reírse divertida por el descaro del pequeño Soto Peña.

-Hey hey diablillo, no te cuento mis cosas para que las cuentes por ahí...- le digo bromeando antes de darle un ligero golpe en la cabeza, aunque no tengo ni idea de por qué le ha dicho eso.