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Después del espectáculo, Cris, las chicas y yo nos vamos a casa para una "noche de chicas".

Nos ponemos todos delante de la mesa del comedor y la llenamos de mierda.

Cogemos todo el alcohol de la nevera y lo ponemos ahí delante.

-Verdad o reto-  dice Eva con naturalidad.

La última vez que jugamos a este juego, Cris y yo nos besamos al final.

Por suerte nos la jugamos y las únicas preguntas que nos hicieron fueron inherentes a lo que nos une a Cris y a mí en este momento.

Tanto Amira como Eva se alegraron de saber que hay algún tipo de relación entre su amigo y yo, y ambas me amenazaron con no hacer sufrir a su mejor amigo o no podré cambiar de estado para salvarme de su ira.

Selene también le dijo lo mismo a la chica rubia que sonrió asintiendo.

Los tres se van antes de la medianoche, dejándonos a mí y a mi novia solos durante el último y largo día antes de que la familia regrese.

Después de ponernos el pijama, los dos vamos a tumbarnos en la cama gemela de la habitación de Cris.

-¿Qué vamos a hacer con tus padres? - pregunto.

Es algo que me ronda la cabeza desde que empecé a sentir estas cosas por ella, esto de la familia.

Siempre he pensado que la familia de Cris era una familia tradicionalista, que no ve con buenos ojos las cosas nuevas, sobre todo si le afectan a ella.

Cristina a pesar de que la culpen del accidente de Gaia sigue siendo parte de los Sotos y el hecho de que esté con una chica podría sin duda, ser algo destructivo para su relación con ellos.

-No me importa. No pueden decirme con quién estar. - empieza a decir y yo le agradezco mucho que quiera estar conmigo tanto, pero también tiene que pensar en mí esta vez.

-Cris... escúchame un segundo...- le digo antes de que la chica rubia me mire con atención.

-¿Qué? - pregunta preocupada.

-Sé que te gustaría gritar al mundo por esto, pero acabamos de empezar, y por muy emocionante que sea todo esto y quizá te parezca interminable no podemos saber cómo va a acabar...- digo, y ella parece sobresaltada por mis palabras.

-No estoy diciendo que debamos romper... sólo digo que nos tomemos las cosas con calma... y sobre todo que no te muestres excesivamente cariñoso delante de tus padres o de Gaia...-explico.

Cris me mira primero con extrañeza y luego, probablemente comprendiendo mi punto de vista, asiente y me besa la frente.

-Muy bien Jojo. Tomémoslo con calma... poco a poco. Minuto a minuto...-

Minuto a minuto. Me gusta esta sugerencia suya.

-Minuto a minuto. Suena muy bien, ¿verdad? - le pregunto sonriéndole justo antes de besar sus labios.

-Diría que sí... - responde en mis labios besándome también.

Perdemos media hora besándonos descaradamente, pero sus labios son como una droga de la que soy incapaz de prescindir.

Entonces nos detenemos, y volvemos a mirarnos sin hablar, acariciando las mejillas del otro con los dedos.

-¿Qué te pasó en la exposición? - pregunta entonces, y en su mirada leo la más absoluta curiosidad.

-Una escultura me recordó a Pedro- digo simplemente.

La expresión de Cris se vuelve comprensiva y sus manos pasan de mi mejilla a acariciar mis brazos lentamente.

BlushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora