Capítulo 12

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-¿Qué opinas de este?- salió y subió a un pequeño aparador para mirarse en el espejo, acomodó su cabello y al ver por el reflejo que un chico del campus la veía, le sonrió inconscientemente y después de darse cuenta, volvió la vista a su amigo- eh... ¿Te gusta el color?

-Vaya... Has cambiado bastante

Los ojos de la chica se abrieron en sorpresa, y por alguna razón, se sintió mal. No le importaba si otras personas de decían aquello, pero escucharlo de Shikatani le producía cierta inquietud.

-Eso... ¿Es malo?

-¿Así ha sonado?

Mordió su labio y recapituló. Creía que no, pero tal vez, solo tal vez, significaba lo contrario. Escuchó una ligera carcajada a su derecha, giró a ver a su amigo y este cubría parte de su rostro con la mano, evitando a toda costa reír escandalosamente.

-¿Te... ¡Te burlas de mí!?- infló las mejillas y se cruzó de brazos

-Creo que en realidad no has cambiado tanto- contestó entre cortado y reteniendo su risa- ven

La chica obedeció y al llegar frente al chico que estaba sentado, este acomodó un poco el vestido que le mostraba Kai.

-Sigues siendo igual, pero...- ató el listón de manera correcta- ya no eres virgen, ¿Cierto? - la miró directamente a los ojos

Sus mejillas se colorearon violentamente y miró hacia todas direcciones para asegurarse de que nadie más lo hubiese escuchado, ¿Por qué le importaba esa pregunta ahora cuando antes le daba igual? Bueno, tampoco es como que lo considerara un tema del que se pudiese hablar abiertamente en espacios públicos.

Corrió rápidamente al vestidor y se encerró, ni siquiera pudo responder correctamente, pero para su amigo esa era suficiente respuesta.

-¡También lleva el abrigo!- gritó una vez que la chica se fue y volvió a reír, tan fácil de leer- nuestra Kai ha crecido- dijo para sí mismo con cierta nostalgia, pero orgulloso de verla mejor

[...]

-¿Cómo lo supiste?- preguntó una vez que estuvieron en casa

-¿Cómo no saberlo?- llevó una cucharada de helado a su boca y se recargó en la barra de la cocina mientras la apuntaba con el utensilio

La cara de la chica delataba su confusión, no creyó que se podrían saber a simple vista esa clase de cosas.

-Tenía mis sospechas- continuó después de mirarla nuevamente- tu cintura se ha reducido, y dudo que hagas ejercicio- sonrió burlón- de hecho, se ha afinado bastante... ¿Cuántas veces a la semana lo hacen?

Kai desvió la mirada y se acercó a la nevera.

-Compré sandía- cortó un trozo y se lo ofreció- oh, y aquí hay miel- le acercó un tarroncito con una cuchara

-¿No vas a contarme?- insistió después de verter el líquido en la fruta

-A veces dos- dijo tan despacio que estuvo segura que el otro no podría...

-¿¡Dos!? ¿¡No te quiere!?

-¿Qué?- preguntó entre risas, casi ahogándose con su bebida

-Viven juntos, ¿Cómo es que no lo hacen...?

-Ya no vivimos juntos

-¿¡Qué!?

-Bueno... hubo algunas circunstancias...- por ahora omitiría los acontecimientos recientes- además, cada uno tiene su propio apartamento aquí

Siempre Baboo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora