Siempre Baboo!

Capítulo 25

-¿Niña Kai?

-¿Sí?- no obtuvo respuesta, así que sólo dejó las pastillas en el buró y le sonrió- espera un poco más, Ima, ahora vuelvo

La mujer no emitió palabra. Todavía no podía creer que Kai hubiese dicho algo así, en realidad, nunca creyó que estuviese sufriendo tanto como para no poder expresarlo, todo este tiempo desde su muerte, parecía que no hubiese pasado nada para ella.

Es verdad que ella fue testigo de cómo los ojos de Kai habían perdido su brillo de a poco. Hace unas semanas ya se estaban opacando, aunque de vez en cuando, cuando su padre la hacía reír, el brillo volvía por unas horas.

Que la esperara, ¿Dijo? ¿De verdad estaba dispuesta a partir con ella?

-¿Nana?

-Por aquí- llamó desde la habitación de enfrente

Kai mordió su mejilla, preparándose para la punzada que vendría al entrar al cuarto de su padre.

-El olor sigue intacto, a pesar de que papá hace mucho que no dormía aquí- se dejó caer en la cama y refregó su mejilla con la almohada un par de veces hasta que la mujer se acercó a ella, se obligó sentarse

-¿Llegaste hace mucho, mi niña?- acunó su mejilla y se hincó

-No deberías hacer tanto esfuerzo, nana. Te lastimarás

Negó y tomó sus manos entre las de ella.

-Dime, Kai- las frotó un poco para hacerla entrar en calor- ¿A dónde querías ir con tanta desesperación?

Sus ojos se abrieron de golpe y su corazón se aceleró.

-¿Me escuchaste?

-Sólo oí que querías que la señora Ima te llevara a algún lugar, pero ella no ha estado muy bien, ¿Quieres que se lo pida a alguien más? Incluso yo puedo acompañarte

Sonrió, no sabía lo que estaba diciendo.

-Espero que no me acompañes allá en mucho tiempo, nana-pegó su frente a la de la otra

Después de algunos minutos de silencio, la mujer se levantó y sin soltarle la mano, la llevó a la parte del armario.

-¿Ya habías visto este mueble?

-Oh... Um... Sí- desvió su atención a las puntas de su cabello- lo vi cuando vine por la ropa de papá, pero no encontré nada de él ahí

-Por puesto que sí

-¿Sí?

Abrió los cajones, de cada uno sacaba un par de ropa y después las pegaba a su pecho.

-Todo este mueble está lleno de los tesoros del señor Yamada

-Entiendo- respondió con incomodidad- ¿Son para su hijo?

Soltó una risa y se acercó a dejar unos zapatitos en sus manos.

-Es la ropa de su amada hija- colocó un pequeño gorro en su puño- este mueble fue lo único que quiso conservar cuando tus padres se separaron... contiene toda tu ropa de bebé

-¿C-cómo?

-Espera un poco- salió de la pieza y después volvió con una pequeña libreta abierta- abriremos la caja fuerte de tu padre

Kai miraba las cosas que le había dado, sólo volteó cuando escuchó un pequeño clic.

-Ven, mi niña

Se agachó a la altura y encontró un álbum, entre otras bolsas de papel con fotografías.

El álbum contenía cada momento de su niñez, desde su nacimiento hasta la fotografía de ella antes de ir a la academia Mori Mori.