Siempre Baboo!

Capítulo 21

-¿Es mucho, no crees, Bab… Kai~?

-¿Te parece?- contestó sin mirarlo y  siguió llenando unos formularios

Abrió la boca un segundo, pensó en preguntar por la chica con la que lo había visto los días que fue al colegio durante esa semana, pero se arrepintió en el momento, de acuerdo a cómo recién la había renombrado, seguro que él también estaba haciendo su esfuerzo para estar bien con ella. Así que la cerró de nuevo.

-Uh…- echó una mirada rápida al escritorio propio, después al del contrario y finalmente a una gaveta junto a él- Yuri, ¿Podrías alcanzarme esa carpeta de ahí, por favor?

-Kai- llamó al volver a su sitio, esta vez cambió su tono de voz- ¿Por qué no has ido a la escuela?

Detuvo su hojeo un segundo y lo retomó enseguida.

-Tengo trabajo qué hacer- respondió sin más

-Esa carpeta abarca los costos de aproximadamente seis meses, ¿No es así?

Asintió.

-¿Pasa algo?

Y aunque de verdad se estuviese esforzando en salir con la chica que le había presentado Takahiro, Kai le seguía preocupando se sobremanera, sobre todo por esas pequeñas ojeras que no se había molestado en ocultar con maquillaje y sus pálidos labios.

-Estoy bien, Yuri. Gracias- le regaló una sonrisa automática y volvió a lo suyo, ahora comenzando a teclear rápidamente algo en el ordenador

Trató de preguntar un par de veces más, pero fue en vano, incluso si intentaba retomar algún tema para sobrellevar el tiempo en la oficina, Kai simplemente contestaba con algún monosílabo y seguía trabajando duramente. Aun cuando era hora de ir a casa, se excusó con que esperaría a su padre, y aunque en parte era así, sabía que se quedaría avanzando el trabajo de los siguientes meses, y eso le inquietaba, pues no sabía por qué lo estaba haciendo y con esa duda partió a su cita.

Alzó la mano hecha puño frente a la puerta, la bajó y nuevamente repitió el proceso como tres veces.

-Oh, hija- se topó con él, quien venía del pasillo- ¿Necesitabas algo?

-¿Yo? Eh… no… sólo- lo miró de frente y avanzó un paso- quería informarte…- habló lentamente mientras pensaba en qué la había hecho ir- que he avanzado el papeleo para medio año con ayuda de Yuri- extendió una libreta de la que sobresalían algunas pequeñas cintas de colores- Está ordenada por secciones, esta es una copia, ya le he explicado a la pasante cómo se debe encargar de eso

El mayor prestó atención a su hija, más no a lo que decía, no debía sobre pensar mucho aquello como para saber el porqué de su aspecto y de sus acciones. No la conocía tanto como le gustaría, pero era igual que su madre, no sabía mentir cuando algo le inquietaba… o le dolía. Tragó su orgullo y el sentimiento amargo que se encontraba en su garganta antes de despedir a su pelinegra.

-Cuídate mucho- la acercó para abrazarla

-¿De qué hablas?- respondió desde su pecho sin alejarse, sabiéndose descubierta

El otro sonrió triste y negó.

-Llama de vez en cuando, ¿Quieres?

¿Era tan transparente? Asintió y dio media vuelta, despidiéndose con la mano y partiendo, al mismo tiempo que una pequeña presión oprimía su pecho. Vaya Dios a saber por qué.

[…]

Su vuelo partía a medio día, y, aun así, estaba en la sala de espera desde tres horas antes. Miró el equipaje de mano por tercera vez, checó el reloj de su muñeca y terminó por dar un sorbo a su café.