-Kai.... Kai-llamó un poco más fuerte y la removió hasta que reaccionó
-Oh, Ima- se refregó un ojo y, al igual que todas las mañanas desde hace una semana, miró hacia la cama como primer acto- buenos días, papá- sonrió al verlo sentado
-Buenos días, cariño- le sonrió dulce- te hemos dejado dormir cinco minutos más
Cuando se despabiló, miró el reloj de la mesa, 7:25, pegó un salto.
-Kai, el chofer te llevará, no es necesario que corras- dijo al verla ir de un lado a otro de la habitación rápidamente, buscando un estuche, la mochila, arreglándose el cabello. También entró al baño y salió después de unos minutos secándose la cara- es una suerte que haya tomado un baño por la noche, o ahora estaría enloqueciendo- dijo a la mujer mirando con gracia a la menor
-¡Ya me voy!- gritó antes de desaparecer por la puerta. Pasaron tres segundos cuando esta se volvió a abrir y Kai avanzó rápidamente hasta su padre- vuelvo en la tarde- depositó un beso en su frente y al girar se despidió con un asentimiento de Ima
Esto es algo que, si bien no se le había vuelto costumbre, venía haciéndolo en los últimos días, y se sentía bien, se sentía cálida cuando veía a su padre sonreírle y desearle un buen día mientras la despedía con la mano, eso hasta que el sentimiento de ansiedad volvía a ella y esperaba que las clases terminaran para volver lo más rápido posible al hospital.
<El día de hoy, la mano de papá no temblaba tanto como ayer>
Y con ese pensamiento se fue a clases un poco más animada, lo suficiente como para atender el tema como se debía y tomar nota sin distracciones. Durante el receso, Mina no se acercó ni rodeó su brazo como otras veces para tomar el almuerzo, y ella lo agradecía, pues Kai venía siendo el tema favorito de las chicas para cotillear últimamente, porque los tacones que usaba a menudo y la ropa preciosa y llamativa, había sido remplazada por un par de tenis y ropa cómoda.
Raiden no pensaba agobiarla y mucho menos presionarla, pero le preocupaba de sobre manera, estaba casi seguro que no tendría apetito, y si era así, tal vez ni lo notaría con las cosas que estaba pasando.
Sólo le dejaría el bento y se macharía.
O ese era el plan, hasta que, al llegar a su salón, se encontró con una Kai hecha bolita sobre su escritorio. Ambos brazos estaban sobre la mesa y la mejilla derecha sobre el dorso unido de estas. El viento que entraba por la ventana movía su cabello.
-¿Debería dejarte dormir?-susurró apenas para sí mismo mientras acariciaba su frente- ¿O deberías comer algo?
Tomó una silla y la giró hacia ella, recargó los brazos cerca de los de ella y ahí mismo su barbilla, la miró dormir algunos minutos y, finalmente, cuando sobraban diez de descanso, acunó su mejilla y la llamó.
-Buen día~
Kai estaba tan acostumbrada a él, que no se sobresaltó al verlo de frente. Inspeccionó un poco el aula, aún había alumnos fuera, así que seguramente el almuerzo no había acabado.
-¿Qué es esto?- dijo mirando el obento- ¿A caso tú...?- volvió la vista a él y al verlo sonreír, negó- no puedo
-¿No puedes qué?
-Aceptarlo
-¿No puedes aceptarlo?
Kai mordió el interior de su mejilla, ahora era consciente de lo hambrienta que estaba, y el que Raiden quitara la tapa, haciendo que los onigiris la hicieran salivar, no la ayudaba mucho. Pero no quería aceptarlo, no podía ser tan cínica como para terminarlo y permitir ser alimentada por él.

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Siempre Baboo!
Fanfiction"Las cosas cambiaron, yo cambié" Segunda temporada de Baboo! (Yuri Ayato x lectora/Oc)