Capítulo 08

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El día de hoy, no era uno de los mejores en su relación. Había estado posponiendo el tema de Kirin con Raiden, de no haber sido porque la cínica de la rubia había mandado los pases para su boda a la dirección de Kai. Los vio apenas abrió la puerta de su apartamento, regresó a cambiarse de zapatos.

-Oh, llegaste

El albino se reincorporó, había estado esperando recargado en el capó de su automóvil hasta que la chica llegara, ese día no quiso que pasara a recogerla, así que quería saber por qué estaba molesta.

-Yo lo pagaré- se acercó y sacó su billetera cuando Kai agradeció al taxista

-Ya lo he hecho, gracias- cerró la puerta y pasó al lado de él

La cerró y guardó desconcertado. Giró y se tomó unos segundos en apreciarla, incluso molesta le parecía linda, sobre todo con esos vaqueros ajustados y la blusa roja que contrastaba con su cabello. El día de hoy traía tacones, no plataforma, solía hacer eso cuando quería sentirse más imponente, ¡Que si no lo sabía después de estos años a su lado!

-Creo que es más serio de lo que pensé- llegó a su lado y habló ladino, le gustaba provocarla y saber hasta qué punto la haría molestar aún más

-Oh, cariño, no te imaginas cuánto- lo miró de reojo y se quitó el reloj, todo sin parar su caminata- dámelo

-¿Eh?

-Ese relicario es mío, dámelo

-Pero...

-Sólo los habíamos intercambiado mientras estábamos lejos... Hola- devolvió el saludo a unas chicas de otro curso con una sonrisa que ocultaba el enojo que sentía hacia Raiden

El chico hizo lo mismo con un movimiento de cabeza hacia unos chicos de basquetbol que estaban en una de las jardineras.

-Ahora estamos los dos aquí, regrésamelo- entraron al edificio y Kai se detuvo sólo al llegar a su casillero en la planta alta- toma, este es tuyo

-¿Esto tiene que ver con tu enojo?

Kai le lanzó una mirada que, si estas mataran, el chico ya se encontraría tres metros bajo tierra. Su pregunta había sido contestada sólo con eso.

-¿No lo tomarás?

Raiden no hizo nada, así que Kai tomó su mano izquierda y colocó ella misma el reloj. Antes de soltarlo, checó la hora en este, faltaban 15 minutos para que iniciara su clase, más que suficiente para llegar al aula sin correr en tacones y perder el estilo en el intento.

Dejó algunas cosas, sacó algunas otras. Cuando miró el interior de su bolso para cerrarlo, encontró la pequeña bolsa de celofán que brillaba al fondo.

Soltó un suspiró y la sacó.

-Raiden, ¿Tú crees que iré a la boda de Kirin?- preguntó directamente, al ver que los ojos de Raiden se abrieron más de la cuenta, agregó- es obvio que no- se contestó ella misma

-Kai... ¿De qué...?

-Dile que era suficiente con un pase- le entregó la bolsa y se dio la vuelta- o no sé, busca otro acompañante, si eso quieres

-Kai, espera- tomó su brazo antes de que se fuera, pero aún no salía de su shock, era un tema sensible para ambos- yo le dije

-¿Y crees que bastaría con que le dijeras que tienes novia?- lo miró sobre el hombro- no me importa qué hagas con ese asunto, pero respétame

-Sí, le diré

-¿Le dirás?

-Aún no he hablado con ella personalmente, pero en cuanto lo haga, arreglare esto

Siempre Baboo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora