STAY [FELIX]

XIII. Inesperado

-Felix: adelante, pasa. - Me indicó señalando un asiento al lado suyo. - Me hubiera gustado salir a recibirte pero ya sabes...
- T/n: lo entiendo, tranquilo. - Le interrumpí antes de que acabara la frase. - ¿Y los demás? - Pregunté nerviosa mientras me sentaba.
- Felix: sinceramente no lo sé. Primero salimos Han, Seungmin y yo solos, porque los demás no estaban en casa y dijeron que irían directamente hacia el lugar. Y después una vez estábamos ya aquí esperandos dijeron que iban a hacer no sé qué y todavía no han vuelto. ¿E Irene y Rylie?
- T/n: no estaban listas, y me dijeron que bajara para no haceros esperar solos.
- Felix: pues menos mal que has bajado, me estaba muriendo yo sólo del aburrimiento.
- T/n: si, aquí llegó T/n la salvadora. - Bromeé, a lo que Felix simplemente reaccionó con una leve risa. - Y así estuvimos hablando un poco más sobre nosotros, perdiendo la noción del tiempo, hasta que vimos que había pasado más de una hora y que no había rastro ni de los chicos ni de mis amigas.
-T/n: donde diablos se ha metido hoy la gente? De mis amigas me lo espero, pero de los chicos, ¿también son así?
- Felix: la verdad es que no es muy común en ellos. Pero me he cansado de esperarles.¿Qué tal si nos vamos tu y yo solos por ahí, y pasamos de ellos? Total, ellos lo están haciendo de nosotros.
- T/n: tú y yo solos? - Pregunté nerviosa. Por favor T/n, no te pongas roja, no te pongas roja.
- Felix: sí, pero bueno si no quieres no pasa nada, podemos esperarles.
- T/n: no. - Dije de un impulso, agarrándole del brazo. Pude ver como sus mejillas se habían sonrojado levemente, y menos mal, ya no soy la única en sonrojarse aquí. - Perdón. - Me disculpé, se que en Corea no están tan acostumbrados al contacto físico como en España, y puede que le haya incomodado mi reacción.
-Felix: no tranquila, no me incomoda si es lo que has podido pensar. - Dijo poniendo su mano encima de la mía en modo de consolación. Ahora sí que estaba nerviosa, mi corazón iba a mil y me estaba empezando a marear, así que aunque me encantaba el tacto de su piel, tuve que apartar la mano. Por mi bien, y el de mi salud. - Está bien, ¿Dónde me vas a llevar entonces, señorito Felix?
-Felix: mmm. - Hizo una pausa para pensar. - Podemos quedarnos aquí en el coche, si estás cómoda. Así no tengo la necesidad de tener que taparme de arriba a abajo y podemos hablar más agusto. - Y es que el coche tenía las ventanillas tintadas, por lo que no había manera de que se nos viera por fuera.
-T/n: me parece genial. - Dije acomodandome en el asiento en el que pasaría el resto de la tarde. - ¿Quieres que vaya a comprar algo para comer?
-Felix: como decir que no a algo así. La verdad es que me estaba muriendo de hambre. - Rió.
-T/n: menos mal, no soy la única. - Reí con él.
-Felix: déjame acompañarte.
-T/n: no hace falta tranquilo, hay una tienda cerca de aquí, no tardaré ni 5 minutos. Pero no aproveches para irte mientras no estoy. - Bromeé mientras salía del coche.

Me dirigí a una pequeña tienda que había a la vuelta de la esquina, gracias a dios no había sido una ilusión y realmente existía la tienda. Cuando entré saludé al dependiente y me dirigí hacia un estante en el que había aperitivos varios.

¿Qué puedo comprar? Pensé. Sabía que a Felix le gustaban mucho los dulces, ya que lo había nombrado en más de una ocasión en videos. Así que al final decidí comprar un montón de dulces junto con alguna galleta y algo para beber.

-T/n: ya estoy aquí. - Dije entrando en el coche.
-Felix: oh, ya tenía la esperanza de que no volverías.
- T/n: oye! - Me quejé, intentando parecer molesta. - Si quieres me voy...
- Felix: no no, era broma, no te vayas. Quiero estar contigo. - Al oírle decir esas palabras no pude evitar emocionarme, siempre era agradable saber que alguien quería pasar tiempo contigo. - Solo lo decía porque has tardado mucho.
-T/n: sí, es que no sabía qué comprar.
- Felix: y qué has comprado?
- T/n: pues todo esto. - Respondí elevando la bolsa que llevaba en la mano, y apoyándola encima suya.
-Felix: hay muchos dulces, me encanta. -Dijo emocionado, como un niño pequeño.