No sabía que podía ser, pero acepté y le mandé nuestra ubicación. Total, no teníamos otra cosa mejor que hacer. Ya habíamos visitado las mejores zonas turísticas de Seúl, y además, si por algún casual acabasemos viviendo aquí, tendríamos todo el tiempo del mundo para hacerlo. Tal y como dijo, Yeon llegó en cinco minutos. Nos metimos en su coche y sin apenas preguntarle cuál era nuestro destino se dispuso a conducir hasta llevarnos a él.
-T/n: dónde estamos? -Dije nada más bajar al coche, al ver que no había absolutamente nada más que una pradera verde llena de árboles. - Yeon: tenemos que andar un poco, a partir de aquí no se puede pasar con el coche. - Se limitó a decir. - Irene: bueno, ya valio madre. Vamos a morir. - Dijo susurrándonos aprovechando que Yeon se había adelantado un poco. - T/n: no seas así. No ha hecho nada sospechoso todavía. - Irene: si a ti no te parece raro que nos traiga a la nada y que nos esté llevando a un sitio al que no pueden acceder los coches, una de dos, o eres tonta o te gusta el chico. Incluso puede que las dos. - T/n: sabes que no me gusta el chico. - En realidad si estaba un poco asustada, no le faltaba mucha razón a Irene, pero de lo poco que conocía a Yeon no le veía capaz de hacer algo malo. - Rylie: deja de preocuparnos y callate. - Por suerte Irene la hizo caso y se calló el resto del camino.
De repente, después de haber andado por un puro bosque, llegamos a una zona en la que se podía ver vagamente una pequeña cabaña que estaba rodeada de árboles. Al ver que Irene, Rylie y yo nos habíamos parado, Yeon decidió hablar.
-Yeon: chicas, por favor. No os voy a hacer nada malo, confiad en mí. Si de verdad lo quisiera no creéis que ya os lo hubiera hecho? - T/n: esa cabaña. - Dije señalandola con la cabeza. - ¿Quieres que entremos ahí? - Yeon: eso es. - T/n: y por qué? ¿Qué hay en esa cabaña que tengamos que ver? - Aunque había estado intentando no hacerlo, no pude evitar pensar en que a lo mejor Irene tenía razón. - Yeon: se le llama sorpresa. - Irene: sí, muy gracioso. Pero tú lo que quieres es meternos en esa cabaña para matarnos y escondernos ahí. - Yeon: ya me habéis seguido hasta aquí, eso es porque confiáis en mí. Así que por favor entrar a la cabaña para terminar con esto cuanto antes. - Rylie: vale, eso no ha sonado muy bien. - Dijo quien hasta ahora había estado guardando silencio. - Irene: sabes qué? Nos vamos, lo que sea que nos tengas que decir o enseñar lo harás en otro lugar en el que haya gente. - Pude sentir como en ese instante Irene me agarró de la muñeca al igual que hizo con Rylie para irnos. - Yeon: está bien! Esperad que haga una llamada. - Cogió su móvil para marcar un número de teléfono y comenzar así a hablar con alguien. Segundos después dejó el móvil y se acercó más a nosotras. - Si os pido que cerréis los ojos os vais a ir corriendo? - T/n: no, está bien, los cerraremos. - Miré a mis amigas para que aceptaran sin rechistar y tuve suerte porque me hicieron caso.
En ese momento se oyó el chirrido de una puerta, supongo que el de la cabaña, y poco después varios pasos que sonaban cada vez más fuertes, como si se estuvieran acercando a nosotras.
-Yeon: ya podéis abrir los ojos.
Apenas me había dado tiempo a reaccionar cuando escuché a Irene.
Irene: no puede ser verdad. - Abrí los ojos ansiosamente para ver qué podía haber causado esa reacción en mi amiga cuando de repente los vi, a todos, parados enfrente nuestra y sonriendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.