Épocas Diferentes. (Axl Rose Y Tú)

Capítulo 20

—Axl, en verdad nos preocupas, pero no te entiendo, ¿quién es ___?

Me quebré, aún así creí que no podía quebrarme aún más, pasó.

Ya no quedaba nada en mí, de Axl Rose, mi ego, mi orgullo, mis ganas de vivir, de todo, se habían ido ya. Lo poco que me quedaba lo había perdido hoy; y mi alma, mi vida y lo que pude haber llegado a amar, se había perdido ya, se habían ido con ella.

Pero, ¿quién era ella?

******************************

Ella, la chica de la cuál me enamoré, quién se llevó consigo mi vida entera. ¿Acaso nadie la recordaba? ¿Acaso solo yo recuerdo lo maravillosa que era?

Lo cálidos que eran sus abrazos, el brillo de sus ojos al mirarme, el deseo de su cuerpo por el mío, sus labios que encajaban perfectamente con los míos, su escencia que hacía que todas las cosas parecieran perfectas, su risa contagiosa, su perfecta sonrisa... Sonreí.

¿En verdad estaba sucediendo esto? ¿Realmente se había ido? Cómo estar seguro que todo esto no es un simple mal sueño y al despertar, allí estará ella a mi lado durmiendo, abrazada a mi pecho.

¿Y si solo era una mala broma de su parte? No es posible que seamos de épocas diferentes, ¿no es así?

Miré a Duff.

—Esto es solo una mala broma, cierto? Porque créanme que no es divertido, paren esto ya.

Me miró confundido.

—¿Qué? ¿Ya estás alucinando? ¿Qué broma? ¿De qué mierda estás hablando?

Me puse de pie, nervioso recobrando esperanzas de que ella siga a mi lado.

—¿Ella aún está aquí cierto? Por favor, no es gracioso eso. —reí nervioso mirándolo— esto no es gracioso linda, sal de dónde estés! —miré a Duff riendo. —es una de sus tantas bromas ¿Verdad? Amo sus bromas, me enamoran pero esto, esto ya no es gracioso.

La desesperación me invadió mientras reía para evitar estallar del nerviosismo.

—Ella simplemente se fue cuando me fui a dormir no es así? Vamos Duff, ¿Quién más es cómplice de esta broma? —reí.

—¿Cómo pudo saberlo? ¡Se lo dijiste tú!

Escuché de nuevo esa voz, esa fantástica y maravillosa voz.

Era ella, allí estaba parada frente a mí, saliendo detrás de Duff, mirándome con esa misma mirada de molestia al siempre descubrir sus bromas.

Lloré, lloré a más no poder. Me lancé a abrazarla. El llanto cada vez más abrumador, no podía soltarla, no podía dejarla ir, no podía vivir sin ella.

—No vuelvas a hacer eso jamás... En verdad creí que te habías ido, por favor, no te vayas, no te vayas nunca...

Me abrazó, tomó mi rostro y besó con delicadeza mis labios.

—Nunca me fui, siempre estuve aquí, jamás me voy a ir, fue una promesa, ¿lo recuerdas? —sonrió al terminar.

Me sonrió, esa perfecta sonrisa que alegraba mi vida entera. Esa fragancia tan dulce que bendecía a mi nariz cada vez que la inhalaba. Esos cálidos brazos que me hacían sentir en casa.

Mi alma sanaba con la simple presencia de ella, me hacía regresar a la vida, volver a ver el brillo de sus ojos, hacía iluminar el mío.

—Te amo.

Susurró a mi odio, la miré, ella con su preciosa sonrisa, sus ojos llorosos y sus mejillas rosas llenas de lágrimas.

—Te amo, aun así seamos de épocas diferentes.

Los pedazos de mi alma estaban trabando de juntarse, el miedo estaba desapareciendo. Solamente quería estar junto a ella, y no soltarla jamás, no podía, no podría, no podría dejar ir a lo más preciado de mi vida.

—Axl...

Últimos capítulos.