Capítulo 10.

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//ADVERTENCIA: CAPÍTULO SAD//


En una noche mi vida había cambiado, Axl hablaba de mi en televisión abiertamente aunque Duff le pidiese que se callara. ¿Cómo lo sé? Duff es el único que sabe en donde estoy, no he regresado con ellos, sigo viviendo con Joey. He conseguido trabajo en una tienda de música cercana donde me pagan lo suficiente para por lo menos llevar comida a casa y no estar solo creando gastos sin aportar nada. 

Los periodistas a seguido van a hacerme preguntas acerca de Axl y si aun sentía algo por él ya que aun sigue pidiendo que regrese. Según los dueños iban a tomar medidas, pero no lo han hecho, la tienda ha tenido fama gracias a mi situación con Axl. A seguido también me insultan variedad de chicas en la calle. Me llaman estúpida, zorra, puta, entre otros. 

Lo único que sabía era que Axl pensaba que estaba saliendo con Joey, pero no es así, según Duff todas las noches Axl llega ebrio y con nueva mujer. Joey es lindo, tierno, atento, guapo entre más cualidades que se pueden destacar de él, pero yo, yo solo deseaba volver a como era todo antes, cuando nadie sabía de mi existencia y solo importábamos Axl y yo. Ah, y olvide mencionar que Axl casi mata a golpes a Joey una tarde que se encontraron en una disquera. Axl había comenzado a hablar mal sobre mi en todo lugar donde lo invitaran a ir, no decía mi sombre pero cuando los entrevistadores le preguntaban si se refería a mi el solo comenzaba a reír y asentía. 

Mi enfermedad ha ido en aumento, cada día me siento más mal y lo peor de todo es, que los doctores no saben que es lo que me causa todo, inclusive corro el riesgo de morir, vaya semana de mierda. 

Pero todo eso solo fue un recuento de lo que fue mi semana, debía detener este escándalo. Me encuentro en un taxi camino a casa de Axl, estoy dispuesta a hablar con él y terminar de manera definitiva todo. Cada palabra de Axl, cada oración en mi contra era una cuchillada en mi corazón y ya no puedo más. Baje del taxi no sin pagarle antes y toque la puerta. Nadie respondía así que toque más fuerte.

—¡YA VOY MALDITA SEA! —la puerta se abrió a los segundos, era Axl, con su torso desnudo y su intimidad solo cubierta con una sabana. Se quedó callado, su rostro cambió drasticamente de un rostro con molestia a uno confundido, triste y aun enojado.

—¿Puedo pasar? —pregunté seria. Él solo se hizo a un lado dejandome pasar. 

—¿Para qué viniste? —preguntó mirándome fijamente.—Estoy ocupado ¿sabes?—me estoy arrepintiendo de haber venido. 

—He venido a hablar, Axl. Quiero que dejes de hablar de mí en tus entrevistas. —él río. 

—No lo haré. Yo puedo hablar de quien quiera de la manera que quiera. Ya no me interesa lo que te digan o lo que te pase. Te he olvidado. —Me quedé asombrada por sus palabras, tanto odio tenía hacía mí?

—¡Dime que te he hecho! —grité. —¡Dime cuantas veces te mentí! ¡Tú no te imaginas el sufrimiento por el que estoy pasando Axl! —mis ojos se humedecieron dejando caer lagrimas amargas por el dolor que sentía. Me apresuré a limpiarlas con fuerza de mi rostro. 

—Tú me abandonaste. No yo a ti. Tú te fuiste con otro tipo, no yo. —respondió igual de frío. 

—¿Yo te abandone? ¿Quieres que te recuerde el por qué lo hice? Sabes, no sé ni siquiera porque vine. Sigues siendo el mismo Axl Rose que no le interesan los demás, solo él mismo. No te intereso y nunca te interese. —él trato de hablar pero se lo impedí— Yo no me fui con otro tipo, Axl. Sabías que he estado acudiendo al hospital? No, claro que no, por qué no te molestaste en buscarme. Joey es él único que me ha apoyado, al igual que Duff. ¿Y tú? ¿Qué no decías que me amabas? —me acerque a él mirándolo fijamente, lo estaba retando, y estaba mal. Pero tenía odio, odio el cual había estado guardado en el fondo de mi alma. 

Me empujo contra la pared sus manos apretaban firmemente alrededor de mi cuello, ahogándome, presionando con sus fuertes manos dejando marcas rojas en mi piel que seguramente tendré que cubrir mañana. Mi cabeza da vueltas, mi cuerpo se retuerce debajo de el suyo. No puedo oír, pensar, mucho menos entender lo que estaba diciendo. Fuera de lo que fuese él frunció el ceño y me dejo rápidamente, sus ojos se humedecieron y lágrimas bajaron de ellos. No podía encontrar mi voz para gritarle, y maldecirle por lo que me había hecho. Me duele, me duele tanto que estallo en llanto, con esfuerzo trato de recuperar el aliento. Se acercó a mi, y me envolvió en sus brazos, besa mi frente con suavidad y acaricia mi cabello como si de un objeto frágil se tratase. Me sentía rota, rota completamente. Mi vista pesaba, apenas respiraba, era como si hubiese perdido el control de mi cuerpo. Sus lágrimas de arrepentimiento caían sobre mí rostro, sus palabras no lograba entenderlas, sentía sus labios por diversos lugares de mi rostro, pero no tenía la fuerza para tocarlo, no tenía la fuerza para moverme, no tenía la fuerza para decirle cuanto lo amo...  
















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No me odien, ahre.

Me costó escribir el capitulo, ya que cada ves que me pongo a escribir vienen demasiadas ideas a mi cabeza y no me decido por qué escribir. Quizá me pasé con el Axl agresivo, pero vienen cosas mejores después.

Así que hasta aquí el capitulo de hoy.

Espero y les haya gustado el capitulo!

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¡¡¡¡]; ) <---- Despedida de Slash.

Épocas Diferentes. (Axl Rose Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora