Capitulo 9.

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La mañana había llegado dando inicio a un nuevo día, el sol matutino causo que me despertara. No era muy tarde, de hecho era temprano, aproximadamente las 8 a.m. pero estos últimos días ha salido el sol muy temprano. Me puse de píe, tenía ganas de salir a caminar hace mucho que no salía y debía despejarme un rato del olor a cigarro y alcohol que inundaba la casa. Así que entré al baño, me duché y cepillé mis dientes. Me puse ropa cómoda y mis tenis.

Salí de mi habitación todo estaba en calma, lo que significaba que todos aun dormían. Antes de salir fui a la habitación de Axl, abrí la puerta con delicadeza para no causar algún ruido, y ahí estaba él, pacíficamente dormido, con su rostro relajado su cabello acomodado perfectamente en su almohada y las cobijas estaban en el suelo dejándome ver todo el cuerpo de Axl. Una sensación inexplicable me recorrió, me fue imposible no imaginar cosas indebidas con él, estaba casi que babeando, pero volví a la realidad. Antes de salir, besé su frente seguido de acariciar su sedoso cabello, él sonrió, tomo mi mano y la beso para luego abrazarla. Si tuviera mi celular tomaría una foto en este momento y la subiría a todas mis redes sociales con la descripción de "¡Es mío perras!" pero por mala suerte no lo tengo. Volvió a quedarse dormido y aproveche para salir, pero antes de salir algo en su cuello me llamo la atención. Retiré el cabello que lo cubría y pude adivinar el por qué Axl había tardado tanto ayer. Había estado de nuevo con ella.

Al borde de las lagrimas liberé a mi mano de su agarre causando que abriera los ojos. Una lagrima cayo por mi mejilla, ¿Cómo lograba causarme tanto dolor? ¿Cómo lo que parecía que iba a ser un gran y hermoso día se ha destrozado en cuestión de segundos? Axl abrió por completo sus ojos al verme comenzar llorar.

-¿Por qué lo hiciste? -susurré logrando que él me escuchara. Llevo su mano a su cuello supongo que recordando todo.

-No es lo que crees. -iba a comenzar a hablar, pero antes de que lo hiciera salí de ahí.

Con el alma destrozada salí de la casa, corrí lo más rápido que pude y sin rumbo fijo. Solo quería estar sola. Tenía aun todo el día por delante y no quería volver a la casa. Llegué a una especie de callejón Me senté en el piso mirando como pasaban los autos. Volví a pensar en Axl, no podía ser nada mío, debía aceptarlo, él tiene a todas las chicas a su disposición, ¿Por qué me elegiría a mi? Mi cuerpo me pesaba, me dolía la cabeza y se me dificultaba respirar, trataba de pedir ayuda, pero no lo conseguía, mi voz no lograba salir, mis piernas no reaccionaban, comencé a llorar, es como si mi cuerpo no funcionara, no lograba mover ni un solo musculo, cerré mis ojos y esperé a que todo pasara.

Pero no, al abrir mis ojos me encontraba en la camilla de un hospital, agujas encajadas en mis muñecas las cuales me transmitían medicamento. Miré a mi alrededor y no había nadie, la puerta de la habitación se abrió y entro una enfermera acompañada de un hombre. Creía haberlo visto antes pero no lograba reconocerlo. Ellos hablaban de algo, cerré los ojos y aparente aun estar dormida.

-Entonces. ¿Dice qué la encontró en un callejón desmayada? -preguntó la enfermera.

-Sí. ¿Por qué no me creen? Ya les dije. No la conozco pero puedo hacerme cargo de ella mientras encuentran a los familiares.

-Ese es el problema, joven. No encontramos familiares, solo sabemos que tiene algo que ver con la banda Guns n' Roses.

-¿Con la qué? ¿De dónde sacaron eso?

-Ha traído ya varias veces a los miembros de la banda. Ya sea por sobredosis de drogas, o vienen con golpes y sangrando. La reconocen aquí por eso.

-Bueno, entonces ¿por qué estaba en el callejón?

-No lo sé, joven. Pero los llamaremos primero.

-¡No! -grité. Ambos me vieron con asombro.- Es decir, por favor no les llame. -la enfermera rápidamente camino hacía mi.

-¿Cómo te sientes? -preguntó la enfermera.

-Bien... -contesté recordando aquella vez que Axl me ayudo.

-Okay. ¿Tienes algo que ver con los chicos de Guns n' Roses? -Preguntó ella mirándome con tranquilidad.

-Solo vivo con ellos... Pero no quiero verlos por ahora. Por favor no los llame, se lo pido.. -ella no convencida del todo asintió. -Bien, ahora te ayudaré a que te pongas tu ropa y a quitarte los medicamentos. -asentí- Por favor, podría esperar afuera? -le pidió la enfermera al chico.

-Sí, claro. -me observó- me alegro que hayas despertado. -me sonrió y salió de la habitación.

-¿Lo conoces? -preguntó la enfermera retirándome delicadamente la jeringa que me transmitía medicamento- es lindo.

-No, no lo conozco -respondí.- Pero su rostro me parece conocido. Y, sí, es lindo, pero yo solo quiero a otra persona.. -suspiré al recordar a Axl.

-Uy, ese suspiro. -me dio mi ropa. -una mujer suspira así solo cuando está loca por un hombre. Pero si te hace sufrir, no valdrá la pena querida. -bajó su mirada para luego mirarme- te esperare afuera. -salió de la habitación dejándome sola para vestirme.

"Si te hace sufrir no valdrá la pena" esas palabras retumbaban en mi cabeza. Pero ¿Axl no me hacía sufrir, cierto?

Salí de la habitación y la enfermera me acompaño al consultorio del doctor, el cual me hablaba confundido. Exactamente, no sabían que era lo que padecía, pero que era grave. Eso me aterrorizo más, solo me dio medicamento para las nauseas. Salí del consultorio con terror, el día iba de mal en peor. El chico que había dicho que se hacía cargo de mi estaba hablando con la enfermera, me acerque a ellos y al verlo de cerca lo reconocí, era Joey Tempest, de la banda Europe. Parece que aun no es famoso ya que casi nadie lo reconoce. En realidad no sabía tanto de su banda, solo conocía algunas canciones como la de The Final Countdown.

-Hola -salude uniéndome a su conversación, ambos me miraron.

-Supongo que el doctor te ha dicho que no puedes quedarte sola. -asentí- ¿tienes algún familiar?- negué.

-Yo te ofrezco mi casa por el tiempo que te recuperes. -dijo el.

-Eso es raro. -lo miré. No me quedaba opción de nuevo no tenía dinero y quería procesar un tiempo las cosas con Axl. -No quiero ser aprovechada, pero acepto. -él me observó sonriente.

Minutos más tarde salimos del hospital, subí a su auto, no tenía tanta confianza. ¿Quien ofrece su casa a un desconocido? A mitad del camino comenzamos a platicar, era lindo. Me hablaba con tanta ilusión sobre ser famoso me expiraba ternura, quizá es producto de mi enfermedad. Cantaba una que otra canción, he de admitirlo, su voz es hermosa. Pero no como la de Axl, de quien estaba sonando Welcome to the Jungle.

Llegamos a su casa, me ayudo a bajar junto a algunos medicamentos recetados por el doctor. Me instale en la que sería mi habitación. Al llegar la noche decidimos salir a comer, era un lugar donde vendían pizza. Nos sentamos en una mesa mientras esperábamos nuestra pizza.

-Entonces..-lo mire- ¿Tienes algo que ver con los Guns? o ¿con Axl Rose?

-Solo vivo con.. -lo miré al momento que dijo Axl sin terminar mi oración.- ¿De dónde sacas eso?

-Lo hablan en canales de espectáculos. Te llaman la chica misteriosa. Ademas hoy han hablado sobre la relación de Axl Rose y Erin. Presuntamente acabo, él lo dijo. Aseguro que amaba a otra chica.

Lo observe y escuche cada una de sus palabras, quería evitar las cámaras. Eso causaría cambios en el futuro, y todos se enterarían de mi existencia, todo lo que no quería que pasara estaba sucediendo.




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¡Hola!

He agregado a la historia a Joey Tempest de Europe a petición de Ann_yerry un seguidor de la historia.

Así que hasta aquí el capitulo de hoy.

Espero y les haya gustado el capitulo!

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¡¡¡¡]; ) <---- Despedida de Slash.

Épocas Diferentes. (Axl Rose Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora