Nico Di Angelo (One-shots)

Adiós y Gracias

"Adios" y "Gracias" eran las únicas palabras que Nico podía pensar, el vacío de la perdida se había instalado en su cuerpo desde hace algunas horas, no hacía falta que Lester regresara a dar las malas noticias para que él las supiera, siempre era así cuando la muerte alcanzaba a un conocido.

Se alejó de la multitud evitando que alguien notara su estado de ánimo, no era su noticia para contar.

Subió al puño de Zeus, aquel lugar era evitado por los campistas lo cual le daba una seguridad de soledad que carecía en el resto del campamento, se sentó mirando al cielo, aunque él mejor que nadie sabía que debía estar mirando al suelo

— Lo lamento Nico—escuchar esa voz no lo hizo sentir mejor

— Dijiste que no me dejarías...—miró el fantasma de Jason a su lado, tenía puesto un traje romano antiguo de color blanco, le recordaba a lo que solía usar en las juntas en Nueva Roma, aquello le combinaba con la nueva luz que desprendía

— Nunca te dejare Nico—acarició su mejilla, Nico sintió los bellos de su cuerpo erizarse por el contacto, pasaba con los fantasmas, ya estaba acostumbrado

— Te juzgaron muy rápido—Nico no esperaba más que los Elíseos para el hijo de Jupiter, pero ser juzgado en menos de una hora era toda una sorpresa

— Tu padre lo hizo y me dejó venir a despedirme de ti—Nico sintió un nuevo afecto por su progenitor crecer en su pecho

— Deberé hacer una ofrenda apropiada entonces—Nico deseó poder tocar un alma— Gracias por enseñarme a aceptarme, por tenderme la mano cuando más lo necesitaba, fuiste mi mejor amigo, el mundo se siente más obscuro sin tu luz—Jason sonrió un poco mirando al chico frente a él.

Había un gran cambio si comparaba al escuálido y débil chico que habían rescatado de una vasija hace ya tanto tiempo con la persona frente a él, todavía estaba más delgado de lo normal y evitaba a la gente cuando necesitaba estar más cerca de ella. Pero Jason veía más allá, notó la luz en sus ojos que había aparecido después de la guerra contra Gea, vio el nuevo entusiasmo crecer cuando conoció a Will, conoció su sonrisa y al chico bromista que el dolor había sepultado. Deseo tener más tiempo con vida para seguir apreciando las diferencias en Nico, seguir viendo a su amigo crecer y "florecer", pero se había terminado y estaba hasta cierto punto en paz, dentro de muchos años vería a sus amigos de nuevo y compartirían historias, recordarían los viejos tiempos y vivirían una nueva vida en los Elíseos, porque Jason sabía que todos y cada uno de ellos los merecían tanto como él.

— No te dejes hundir Nico, puedes estar triste, pero no mucho tiempo, vive tu vida por los dos y se feliz, por Bianca, por tu madre y por mi—Nico sintió las lágrimas picar en sus ojos— no te alejes de los demás, hay gente que te ama, aún si no te sientes merecedor de ese amor, Nico lo mereces, recuerda mis palabras cuando sientas que tocas fondo. Eres una persona maravillosa, eres un buen amigo y mereces todo lo bueno que te pueda pasar y lo malo es solo parte de la vida, el sufrimiento nos recuerda que estamos vivos... estas vivo—se corrigió preguntandose cuanto tiempo tardaría en adaptarse a su nuevo estatus— y dile a Leo... que a veces está bien dejar que los demás vean que sufre, no siempre debe ocultarse bajo malas bromas y sonrisas falsas, hay gente que lo consolará y dejará que llore en su hombro, que nada es su culpa... y a mi hermana, que lo lamento mucho—Nico asintió con la cabeza sin saber si en verdad sería capaz de transmitir los mensajes— Te veré luego Nico—se levantó mirando el cielo, Nico se obligó a si mismo a hacer lo mismo, una gota le cayó en la mejilla seguida de muchas más ¿en qué momento el cielo se había puesto gris?— así que tú también puedes llorar—escucho el último susurro de su amigo, pero cuando miró a su lado, este ya no estaba

— Adios y gracias—dijo antes de comenzar a llorar de verdad, sus lágrimas se camuflaban con la lluvia que caía cada vez más fuerte seguida de rayos y truenos, al parecer hasta Jupiter podía llorar la pérdida de un héroe

Es cortito, pero me gustó mucho como para no compartirselos